“Si Bernanke es un caballero, no le dejará la decisión sobre el inicio del tapering a Yellen”

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Imagen cedida

“Nadie puede negar que la primera ronda de expansión cuantitativa puesta en marcha por la Reserva Federal estadounidense fue necesaria. La segunda fue discutible y la tercera ha acabado afectando negativamente a la economía”. Son palabras de Didier Saint-Georges, miembro del comité de inversiones de Carmignac Gestion, durante un reciente encuentro con periodistas europeos. No es la primera vez que hace referencia a la cuestión. Como ya apuntaba en su carta a inversores del mes de julio, “los efectos colaterales negativos de haber mantenido los tipos largos en niveles artificialmente bajos desde hace cinco años comienzan a prevalecer sobre los efectos positivos para la economía estadounidense”.

Por eso, para Saint-Georges “la Fed no tendrá otra opción que emprender una reducción progresiva de sus estímulos en el momento en que el ritmo de la economía sea capaz de encajar el impacto”. La duda está, obviamente, en cuándo llegará ese momento. En la casa francesa no esperan que la nominación de Janet Yellen como sustituta de Bernanke al frente de la Fed vaya a suponer un cambio sustancial en la política monetaria de Estados Unidos, aunque Saint-Georges apunta que el denominado tapering podría iniciarse en diciembre: “Si Bernanke es un caballero, no le dejará la decisión sobre el inicio del tapering a Yellen”.

En cualquier caso, en Carmignac no esperan que a corto plazo se produzca “una fuerte reactivación económica que justifique una retirada rápida del apoyo de la Reserva Federal acompañada de una escalada brusca de los costes de financiación. Nuestra hipótesis principal sigue siendo la de una reactivación económica lenta, vacilante y obstaculizada de forma prolongada por las limitaciones del desendeudamiento, lo que permitirá que la ineludible subida de los tipos de interés sea controlada”.

Este último punto resulta especialmente relevante ya que, según Saint-Georges, “la economía estadounidense es sensible a las variaciones de los tipos de interés, que tienen un efecto casi inmediato sobre el mercado inmobiliario, por ejemplo”. Por eso, en Carmignac mantienen “una duración modificada de entre cero y negativa en renta fija estadounidense porque el principal riesgo para la economía del país está en los tipos de interés”.

Moderadamente optimistas en renta variable europea

“Estamos totalmente invertidos en renta variable y eso incluye la renta variable europea”, explica el experto. “Sin embargo, estamos menos expuestos a Europa que algunos de nuestros competidores porque, de momento, no vemos crecimiento de los beneficios entre las empresas europeas, solo expansión de múltiplos, y ahora mismo el crecimiento de beneficios es más interesante en Estados Unidos o en Japón”.

Pese a que los datos más recientes refuerzan la idea de que el Viejo Continente ha dejado atrás la recesión, Saint-Georges señala que “tenemos algo de exposición al ciclo europeo pero no creemos que la recuperación vaya a ser rápida. El proceso de desapalancamiento continúa, el crecimiento es débil, el crecimiento de los beneficios también es débil, la inflación es baja… Por eso nos decantamos por las empresas que se comportarán bien en un entorno de este tipo: empresas con poder de fijación de precios, una marca fuerte y una importante cuota de mercado”.