“Si el pueblo japonés cree en la inflación, acabará por hacerse realidad”

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Marc Veraart, Flickr, Creative Commons

La llegada de Shinzo Abe al poder ha generado un radical cambio de las perspectivas de los inversores respecto a la economía y mercado nipón. La favorable visión sobre el país se ha visto afianzada tras el nombramiento de Kuroda como nuevo gobernador del Banco Central de Japón. Entre los expertos que se manifiestan en este sentido está Nathan Gibbs, gestor de fondos de renta variable japonesa de Schroders, quien considera que, tras el importante flujo de noticias positivas en las últimas semanas, se ha producido una mejora del sentimiento del mercado de renta variable. Esto ha hecho –en su opinión- que los mercados financieros hayan comenzado a descontar el fin de la deflación.

“Sin embargo, en estos momentos el factor más importante no son las políticas o los mercados, sino las expectativas de la gente común en Japón. Una vez que las expectativas inflacionarias sean positivas, la inflación será una realidad”, explica el experto en un informe. En este sentido, el gestor de Schroders señala que, “ya sea suerte o buen juicio, el Gobierno de Abe ha llegado a un punto óptimo, con una mejora cíclica en la economía interna, un yen considerablemente más débil y alguna mejora en el entorno económico global”, asegura el experto.

En este sentido, Gibbs se muestran convencido de que el nuevo escenario que a provocado la elección de Shinzo Abe abre una oportunidad inmejorable para que los japoneses empiecen a creer en la salida de la deflación. “Probablemente se trate de la mejor oportunidad de la última década para fomentar un aumento de las expectativas inflacionarias. Este proceso también podría verse reforzado por los sucesivos aumentos previstos en los impuestos al consumo, que ayudarán a generar una cultura de subida de precios, aunque sea de forma ligeramente artificial”, indica el gestor de Schroders.

“Por lo tanto, parece que se dan las condiciones para que Japón pase de la deflación a una inflación moderada. Actualmente, la cuestión más importante es conseguir que las expectativas del público en general se muevan en la dirección correcta. Si el pueblo japonés cree en la inflación, acabará por hacerse realidad. Más tarde, el país obviamente se enfrentará al problema opuesto de cómo evitar que las expectativas sean demasiado elevadas”, asegura el experto. Sin embargo, el experto cree que en la actualidad esto se ve como un problema lejano.