Siete bancos españoles necesitan elevar su capital en 53.745 millones de euros

La consultora Oliver Wyman ha detectado en su test de estrés necesidades de capital adicional en siete bancos españoles, que requieren un total de 59.300 millones de euros en un escenario adverso para los próximos tres años, y 25.898 millones en el planteamiento base. Las entidades son Bankia-BFA, BMN, Ibercaja con Liberbank, Banco Popular, Banco de Valencia, Novagalicia y CatalunyaBanc, según la presentación realizada por el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, y el subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy. 

Grupo Santander, BBVA, CaixaBank (con Banca Cívica), KutxaBank, Sabadell (con CAM), Bankinter y Unicaja con Caja España Duero no necesitan capital en ninguno de los escenarios y, además algunas, como los dos gigantes, tienen un exceso significativo, especialmente para el más adverso, ya que al primero le sobrarían 25.297 millones y al segundo, 11.183 millones.

Según los análisis, en el peor de los escenarios, Bankia-BFA requiere 24.743 millones; CatalunyaBanc, 10.825 millones; NCG Banco, 7.176 millones; Banco de Valencia, 3.462 millones; Popular, 3.223 millones; BMN, 2.208 millones, e Ibercaja+Liberbank+Caja3, 2.108 millones. 

Todas las entidades que lo requieran podrán recurrir a las ayudas de Bruselas para hacer frente a sus necesidades, pero las autoridades calculan que se solicitarán en torno a 40.000 millones, ya que la cifra total se reducirá en la medida que las entidades intentarán captar fondos en los mercados, venderán activos o los traspasarán al banco malo, entre otras iniciativas. 

Además, fruto de este estudio, variarán con toda probabilidad las condiciones de las fusiones que están todavía en proceso de definición (Ibercaja y Liberbank, y Unicaja y Caja España Duero). Restoy explicó que en algunos casos deberán reflexionar sobre cómo hacer frente a estos resultados, y en otros se procederá primero a sanear a las entidades débiles de esas integraciones para que después puedan continuar con su unión.

Se reanudan las subastas

A partir de ahora, y una vez que se aprueben sus planes de reestructuración, el Estado prevé continuar con las subastas de las entidades nacionalizadas que tiene intención de vender. Por tanto, CatalunyaBanc, Banco de Valencia y NCG Banc deberían pasar a manos privadas en la primera parte del próximo año. Lo que no quieren que ocurra en el Gobierno ni el Banco de España en esta ocasión es que para intentar solventar sus necesidades de capital acaben fusionándose dos entidades débiles. 

El secretario de Estado de Economía y el subgobernador del Banco de España se mostraron convencidos de que ésta será la definitiva, de que con estos saneamientos ya se habrá limpiado por completo el sistema financiero español y de que se disiparán todas las dudas sobre su fortaleza. No creen siquiera que con el traspaso de los activos al banco malo (cuyas características se conocerán la próxima semana) se vayan a elevar las necesidades e, incluso, aseguran que podrían reducirse ya que se bajarán las pérdidas esperadas. 

La sociedad gestora de activos inmobiliarios sólo admitirá el traspaso de activos en el espectro del crédito promotor, que adquirirá a un precio de mercado de forma que pueda ser atractivo tanto para las entidades que los ceden como para los futuros accionistas de ese banco malo.

Banco Popular y Bankia

Una de las entidades que más tocadas ha salido en el estudio (en el escenario base le sobran 677 millones pero le faltarían 3.223 millones en el estresado) es el Banco Popular, que en todo caso ha dejado claro inmediatamente que pretende conseguir esos fondos con sus propios recursos sin recurrir a ayudas públicas. Buena parte de la cifra que ha salido es consecuencia de que tiene muchos créditos a pymes y ahora Oliver Wyman ha exigido nuevas provisiones para este tipo de financiación.

Bankia-BFA, por su parte, ha elevado en casi 6.000 millones la cuantía que había solicitado en ayudas (hasta 24.743 millones), debido a que las autoridades han decidido no incluir los créditos fiscales a ninguna de las entidades nacionalizadas. Restoy auguró hoy que, en todo caso, una vez hayan aplicado sus planes de reestructuración se harán efectivos esos beneficios con lo que en algún momento estas entidades tendrán un sobrante de fondos. 

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