Están a la espera de una corrección puramente técnica en las bolsas para incrementar la posición a neutral. Por geografías, creen que Europa y Asia podrían hacerlo mejor que Estados Unidos este año.
La entidad espera que 2025 sea un año mejor que el pasado para la renta fija de más calidad y un año positivo, aunque no tanto como 2024, para la renta variable. Así lo ha explicado Roberto Scholtes, jefe de Estrategia de Singular Bank, en la presentación de perspectivas del banco para este año. Consideran que hay una mejor rentabilidad riesgo en renta fija de mayor calidad, por lo que están ligeramente infraponderados en bolsa. “Estamos a la espera de una corrección puramente técnica en las bolsas. Tenemos el dedo en el gatillo a la espera para subir la ponderación a neutral”, ha dicho Scholtes.
Por geografías, en renta variable “este año por fin Europa y Asia pueden hacerlo por fin igual de bien que EE.UU., por lo que tenemos una ligera infraponderación en este último”, ha contado. El robusto crecimiento de los beneficios empresariales podría ser contrarrestado, esperan, por una moderación de las valoraciones de EE.UU., frenando la tendencia alcista. Europa podría revalorizarse un 10% teniendo en cuenta dividendos.
Sectores defensivos
Por sectores, les gustan el de salud y farmacia, así como el de infraestructuras porque tiene “enormes necesidades de inversión”, ha comentado. En este contexto en el que se abre una nueva senda económica y política, más allá de las megatendencias, Singular Bank apuesta por 5Ds: digitalización, descarbonización, demografía, desconfiguración del orden internacional y desglobalización.
Por su parte, tienen un posicionamiento prudente en renta fija, dada la mejor rentabilidad-riesgo. La clave, según dicha dicho Scholtes, “será la reacción de la Fed y del mercado de deuda a las políticas en Estados Unidos”. Así, priman la generación de rendimientos en los segmentos de más calidad y tienen cuatro ideas de inversión: bonos corporativos Investment Grade tanto Europa como en EE.UU.; fondos de préstamos bancarios senior con colateral; emisiones subordinadas de entidades financieras (bancos y aseguradoras); y bonos High Yield de Europa en el corto plazo. “Los activos monetarios tienen que tener ya un papel marginal en las carteras, simplemente como munición a la espera de otras oportunidades”, ha subrayado.
Un nuevo ciclo geoeconómico
La victoria de Donald Trump en Estados Unidos ha acelerado el comienzo de un nuevo ciclo geoeconómico y, previsiblemente, el fin de una era marcada por el proceso de globalización como lo entendemos hoy. Así lo ha explicado Alicia Coronil, economista jefe de Singular Bank. “Este nuevo orden mundial tardará en permear en la economía, dadas las tensiones geopolíticas y otras herramientas para conseguir objetivos de seguridad estratégica”, ha recalcado.
El informe macro de la entidad parte de que la Administración Trump afronta una fase de progresiva desaceleración, con mayores tasas de inflación, una caída de la población activa y un nuevo entorno de conficiones financieras. Al mismo tiempo, la Eurozona sufre una falta de dinamismo ante la pérdida de competitividad frente a la primera potencia mundial y China, pero también por la propia crisis de liderazgo europea, como muestra la parálisis del eje franco-alemán, el deterioro de la seguridad jurídica en España, la polarización de elevadas tasas de ahorro de los hogares europeos ante la incertidumbre y la reducida confianza en que sus gobiernos darán respuestas a sus miedos.
China, liderazgo tecnológico
En paralelo, China ha logrado un liderazgo tecnológico mundial en ámbitos clave, que representa un reto para la industria americana y europea y una proyección geopolítica a través de sus exportaciones y sus inversiones en infraestructuras, lo que le otorga de una mayor capacidad para responder a un endurecimiento de la política arancelaria de EE.UU.
“Con este contexto, prevemos que la Fed podría bajar los tipos de interés oficiales de 50 puntos básicos y el BCE podría reducirlos 100 puntos básicos”, ha explicado. En lo que respecta a perspectivas de crecimiento, esperan que EE.UU. se sitúe en un 2,6%, China en torno al 4,4% y la eurozona, en el 1,3%.