Unanimidad en la sesión de renta variable que tuvo lugar en el marco de la II edición del Meeting Point de Barcelona. Tienen un poder de diversificación que, si la selección es buena, puede generar un alfa a la cartera muy importante en tiempos turbulentos.
Con Trump, sus políticas, las consecuencias de esas políticas y la volatilidad dominante de los mercados… ¿de qué manera puede afectar a la evolución de la renta variable? Una de las cuestiones que centró la sesión sobre esta clase de activo que tuvo lugar en la II edición del Meeting Point de Barcelona. Para este panel se contó con la participación de Santiago de la Torriente, Sales Manager de Bellevue, Ricardo de los Ríos, director de Ventas en BNP Paribas AM y Sergio Gámez, responsable de Ventas Institucional en Lazard Asset Management.
Aunque algunos de estos frentes ya están descontados por los mercados, como pueden ser las consecuencias de los conflictos geopolíticos, la volatilidad en los mercados es un hecho, solo hace falta ver la semana de vértigo que hemos presenciado. Sin embargo, hay cuestiones que podrían traer luz al dramatismo imperante en la actualidad. Según explica Santiago de la Torriente, “Trump ha querido empezar con la parte más negativa de sus políticas, que tienen que ver con los aranceles y las deportaciones. Hay que ver también qué pasa con otras promesas de Trump que pueden conllevar efectos positivos, como una mayor desregulación y menor presión fiscal”. Aquí en Europa, de la Torriente comenta también que puede ser “muy determinante cómo los gobiernos nacionales van a dar apoyo al mercado”. Pone de ejemplo la inversión en defensa, donde el BCE y Alemania ya han tomado la iniciativa.
Ricardo de los Ríos apela a la prudencia, no solo con EE.UU. sino también con Europa. Pone como ejemplo Alemania. “Hay que esperar a tener más visibilidad del plan alemán que, de momento por los primeros titulares que tenemos, no es inyección exactamente a la economía, sino que va a ser más bien bajada de impuestos”.
Por su lado, Sergio Gámez, llama a la calma, ya que más allá de las medidas arancelarias, “lo que no podemos tampoco es contagiarnos del dramatismo imperante, pero sí buscar alternativas y oportunidades de inversión”, expone. Gámez apunta a la inflación y el crecimiento como los factores a los que estar pendientes e invita a mirar más allá de EE.UU. y Europa. “Creo que se están haciendo las cosas bastante bien en determinadas regiones. Por poner un par de ejemplos, en China el gobierno está llevando a cabo una serie de medidas para incentivar la economía y en Japón, la bolsa de Tokio está impulsando una mayor eficiencia operativa”.
Dónde hay valor… Small Caps
Los tres ponentes muestran unanimidad al señalar las small caps como un activo que hay que tener en cartera. El responsable de Ventas Institucional de Lazard Asset Management apuesta por ello y cree que debería tener algo más de peso en EE.UU. “Cotizan con descuento con respecto a la media histórica de su índice de referencia el Russell 2000, así como frente al S&P500 y Nasdaq”, explica. No obstante, llama a ser selectivos. “Dicho todo esto, no todo vale. Hay que ser selectivo con los valores a meter en cartera”.
Ricardo de los Ríos coincide y comenta que en BNP Paribas AM “somos unos convencidos de que, si tu perfil de inversor lo permite, incluyas small caps en las carteras por dos razones: diversificación y porque en el medio a largo plazo aporta valor”.
El Sales Manager de Bellevue también confía en el valor de las small caps y entre las razones que esgrime, sobre todo cuando hablamos de Europa, es que “cotizan a descuento cuando históricamente han cotizado con prima. Además, la actividad de M&A se están reactivado en este segmento, ya que las grandes compañías buscan alto crecimiento a múltiplos más baratos y eso lo encuentran en esta clase de activo”.
Gestión activa & pasiva
En este punto la unanimidad se rompe y llega el debate, rico y enriquecedor también. Para el director de Ventas de BNP Paribas AM “decidir entre activa y pasiva ya es una decisión activa”. Para él son complementarias. “Según el momento de mercado, clase de activo, área geográfica en un momento u otro tiene más sentido invertir vía gestión pasiva o activa. Si hablamos de activa que aporte alfa y valor”, expone.
Gámez, sin embargo, es un convencido de la gestión activa. Y la razón es el cliente. “Tú le debes al cliente una rentabilidad y donde la vemos es en el alfa del gestor. Siempre vamos a apostar por la gestión activa. La consideramos más flexible, y con un nivel de conocimiento superior en cuanto a las compañías”. Remarca que “en momentos más complicados como este creemos que la gestión activa prima sobre la pasiva”.
Por su parte, Santiago de la Torriente se decanta también por la activa. Y expone otro motivo. “Actualmente invirtiendo en los índices lo que no estamos es diversificando. Una de las bondades que tiene la gestión pasiva es la diversificación y actualmente no se cumple”. Añade que la gestión activa, además de verdaderamente diversificar, es la gestión idónea para encontrar a los ganadores del futuro.