Robótica, tratamientos médicos, energía, infraestructura y transporte autónomo. La gestora escocesa comparte cinco tendencias “inevitables” que detectan para los próximos 5-10 años.
Baillie Gifford ha convertido el optimismo en una filosofía de inversión; la fiel creencia en que el ser humano infravalora de manera sistemática el verdadero potencial de innovación de una compañía en un proceso de inversión repetible. En los 20 años de vida su buque insignia, el Baillie Gifford Long Term Global Growth Fund, han tenido en cartera ocho compañías que les han generado un retorno superior al 1.000%. Supieron detecta desde temprano (estamos hablado de décadas antes) el potencial de gigantes como Amazon, Tesla o NVIDIA. ¿Cómo? Confiando en las mejores compañías independientemente del estado de la economía o la macro. “La negatividad domina los titulares, pero el progreso es implacable”, afirma Stuart Dunbar, partner en Baillie Gifford.
“Sin duda, hay mucho de lo que preocuparse en estos momentos. La guerra, el cambio climático y el ruido de sables geopolítico encabezan la lista, con los tipos de interés y el endeudamiento insostenible de los gobiernos no muy lejos. Son temas importantes. Pero si profundizamos un poco más, descubriremos que, por debajo de todo esto, se están produciendo cambios notables en la forma en que vivimos nuestras vidas. El progreso técnico está teniendo un impacto en el mundo real a un ritmo que no habíamos visto en décadas”, insiste el directivo. En esa línea, el Dunbar comparte cinco tendencias “inevitables” que detectan para los próximos 5-10 años.
Cinco cambios inevitables
- Robótica:
En gran parte del mundo, la disminución de la población en edad de trabajar está provocando escasez de mano de obra, cuenta Dunbar. Dado que las sociedades que envejecen necesitan automatizar todo lo que puedan, esto está impulsando avances en la robótica que están cambiando drásticamente nuestra comprensión de lo que puede automatizarse.
Los robots están pasando de realizar tareas repetitivas en lugares fijos a ser capaces de ver y comprender su entorno, lo que les permite trabajar con seguridad junto a los humanos en entornos no estructurados. Las empresas de comercio electrónico, como Amazon y la surcoreana Coupang, ya utilizan robots para distribuir mercancías en sus almacenes. Los fabricantes están empezando a adoptarlos en las líneas de producción. Y decenas de miles de cirugías al año son asistidas por máquinas, lo que se traduce en procedimientos más cortos y menos invasivos y en tiempos de recuperación mucho más reducidos.
- Tratamientos médicos
Históricamente, el descubrimiento de fármacos ha sido más ensayo-error que diseño inteligente. “Los fármacos para adelgazar más vendidos hoy en día fueron un resultado inesperado de investigaciones sobre tratamientos para la diabetes”, cuenta Dunbar. Ahora, la secuenciación masiva de genes y los servicios de computación en la nube combinados con la IA están ayudando a empresas como Recursion Pharmaceuticals a comprender mejor cómo funcionan los fármacos. “Los tratamientos para enfermedades y dolencias crónicas antes intratables están a la vuelta de la esquina”, vaticina. Además, el ahorro potencial para los sistemas sanitarios es enorme.
- Energía
Independientemente de los ciclos políticos, nuestra transición energética desde los combustibles fósiles se producirá, vaticina el directivo. Sin embargo, a pesar de que la eólica y la solar ya son más baratas que los combustibles fósiles para la generación de electricidad, no tenemos los medios para almacenar la energía suficiente para depender de fuentes intermitentes.
En este contexto, la tecnología de las baterías está evolucionando a un ritmo vertiginoso para superar este reto, y los costes por kilovatio hora (kWh) han caído un 90% desde 2010. Hay empresas especializadas en crear baterías a partir de materiales reciclados. Otros están experimentando con alternativas a las baterías de iones de litio para reducir la presión sobre los recursos naturales. “Los mejores fabricantes de cables y los mineros del cobre parecen tener un futuro prometedor a medida que electrificamos todo lo que podemos”, apunta Dunbar.
- Infraestructura
El crecimiento no se limita a tecnologías exóticas. “Algunas economías desarrolladas tienen infraestructuras tan deterioradas que es necesaria una gran actualización sólo para mantener los niveles de productividad actuales, y mucho menos para mejorarlos”, afirma el experto. A esto se une la necesidad de mejorar las defensas contra fenómenos meteorológicos extremos y la creación de una red descentralizada. El resultado que ven desde Baillie Gifford: todo, desde las cámaras de aguas pluviales de Advanced Drainage Systems hasta el suministro de grava y otros áridos de Martin Marietta Materials, parece listo para recibir un impulso.
- Transporte autónomo
Zipline fue pionera en el uso de drones para entregar suministros médicos urgentes, y una combinación de sensores e inteligencia artificial está ayudando a otros a gestionar la logística de forma mucho más eficiente. “Los coches totalmente autónomos siempre parecen estar a la vuelta de la esquina, pero el transporte automatizado de larga distancia parece inminente gracias a Aurora Innovation, cuyas tecnologías autónomas se instalan en las plataformas de otros fabricantes de vehículos”, cuenta.