Subidas de tipos: quizás no lleguen tantas como las que se anticipaban

Escalera
Foto: fdecomite, Flickr, Creative Commons

Corroborar que el primer semestre del año fue terrible para los inversores no se trata de una exageración. La revisión de los índices de bonos del ICE BofA para el primer semestre de 2022 muestra el peor rendimiento desde su creación para los bonos del Estado, investment grade y los índices de high yield. En el caso del S&P 500, se trata del peor comienzo de seis meses de un año desde 1970. Únicamente ha habido otros dos periodos (1932 y 1962) en los que los primeros seis meses hayan sido peores desde 1927. Sólo haber tenido exposición a una combinación de materias primas energéticas y estar largo en el dólar estadounidense habría sido rentable en este periodo.

De cara a la segunda mitad del año, más dudas e incertidumbres, sobre todo a nivel macro. Según Keith Wade, la probabilidad de que se produzca una recesión mundial hacia finales de este año o principios del próximo ha aumentado. “Los inversores han empezado a pensar seriamente en la posibilidad de una recesión”, afirma el economista jefe de Schroders.

Coincide con Gilles Moëc, economista jefe en AXA IM, quien señala que las señales de desaceleración económica “continúan acumulándose, con el consumo estadounidense mostrando en mayo su primera señal clara de debilidad, y la encuesta de la Comisión Europea confirmando el mensaje del PMI para sugerir un deterioro considerable en la confianza empresarial”.

Dudas sobre el grado de endurecimiento monetario

En este contexto, el impacto de los crecientes riesgos de recesión triunfa sobre el alivio de una política monetaria menos restrictiva. Están surgiendo las primeras dudas sobre la necesidad de la Fed de aplicar todo el ajuste que ha estado comunicando. En la eurozona, el mercado ha revisado a la baja sus expectativas sobre la trayectoria del BCE.

“Parece que el descenso de la confianza empresarial reflejado en la encuesta de la Comisión Europea de la semana pasada ha convencido a los inversores de que una desaceleración significativa en la actividad económica está en camino”. En esta línea, desde AXA IM avanzan: “La cantidad de endurecimiento que tendrá que implementar el BCE para volver a controlar la inflación puede terminar siendo menor de lo que el banco central está insinuando actualmente”, subraya Moëc. Es decir: menos subidas de tipos de las que se barruntaban.

Recesión: de escenario probable a escenario base

Erick Muller, director de Estrategia de Muzinich, destaca cómo la posibilidad de ver una recesión está ganando fuerza. El experto prevé que “el riesgo seguirá siendo el mismo, con unas presiones inflacionistas que no ceden, en línea con los bancos centrales”. Augura que “se resentirá el poder adquisitivo de los hogares”. Por lo tanto, la conclusión más sólida que extrae es que “la probabilidad de recesión se convierte en el escenario base para economistas e inversores en el transcurso de los próximos 12 meses”.

En su opinión, para que comiencen a cambiar las tornas es imprescindible que vuelva la confianza. Y aquí Asia debería ser la clave para desbloquear la confianza. "Los motores de crecimiento de China y Japón deberían impulsar el crecimiento mundial en la segunda mitad del año”, indica. Ahí estaría la clave.

En la región empiezan a surgir buenas noticias. “Los datos preliminares de la venta de viviendas en China correspondientes a junio aumentaron un 61,2% intermensual. Esto supone un nuevo indicio de que la economía china está repuntando. La reducción de las restricciones de cuarentena y la prohibición de utilizar el seguro médico social nacional para financiar las pruebas sugieren que los cierres masivos en China son menos probables de cara al futuro”, explica.