¿Te indexas o gestionas activamente?

 

Sin embargo, los fondos de inversión muestran un resultado muy diferente; Según Morningstar, y teniendo en cuenta sólo el universo de fondos de inversión Offshore, hasta el 30 de Noviembre, solo un 15% de los fondos “Large Cap” (sin diferenciar en estilo) presentan una rentabilidad igual o mejor que el índice S&P 500, sobre una muestra de 298 fondos.

Fuente: Morningstar

El otro punto importante que destaca del análisis es la gran dispersión de rentabilidades del Universo de fondos: en el 2011 hasta Noviembre, el mejor fondo de la muestra presenta una rentabilidad del 11.78% mientras que el peor pierde un 33.38%, es decir, 4500 p.b. de dispersión de rentabilidades en 11 meses! Este análisis pone de manifiesto una vez más la importancia de la selección de fondos (y gestores) en el proceso de construcción de carteras, y la capacidad de los gestores de presentar rentabilidades consistentes a lo largo del tiempo. En este mismo universo de fondos, y teniendo en cuenta que hay fondos de reciente creación, cuando se realiza un análisis de consistencia de resultados, se observa que el 21% de los fondos bate al S&P 500 en rentabilidad a 5 años, el 26% a 3 años y tan solo el 15% durante el 2011 hasta Noviembre. En términos de volatilidad, y durante los últimos 12 meses, el 66% de los fondos tienen una desviación estándar menor que la del índice (17.19%), lo cual también indica que la mayoría de los gestores, ante la incertidumbre de mercado, tomaron posiciones más cautelosas en sus fondos, bien elevando los niveles de liquidez o invirtiendo en activos más conservadores.

Las conclusiones que se desprenden de este pequeño análisis son:

(1)Es vital realizar un análisis de los fondos enfatizando la consistencia de los resultados.

(2)Una acertada combinación de fondos índice o ETF junto con fondos de gestión activa proporciona varias ventajas a la cartera; entre ellas, los bajos costos, y la posibilidad de reducir la volatilidad de la cartera (relativa al índice).

(3)La combinación debe ser dinámica en función del entorno de mercado de cara a optimizar rentabilidad y volatilidad.