Schroders pone sobre la mesa nueve temas importantes que esperan vean la luz el próximo año y con la capacidad de influir en la evolución de los mercados.
Predecir el comportamiento de los mercados no es fácil, sobre todo si se tiene en cuenta que en muchas ocasiones su evolución se ve condicionada por decisiones políticas que a menudo se presentan como imposibles de predecir y que hacen pasar de la euforia a la depresión muy rápidamente. Sin embargo, existen algunas tendencias clave que el inversor podría esperar de cara al próximo año. Bob Jolly, responsable global macro de Schroders, cita nueve. La primera: “2013 podría ser cuando España solicite finalmente el rescate, algo que según el experto será fruto de la presión conjunta del mercado y de la UE”.
Pero España no será el único foco de incertidumbre. Ni mucho menos. Según explica Jolly en un informe sobre previsiones, muchos problemas tendrán que afrontar retos muy importantes. Francia, por ejemplo, tendrá que luchar para mantener la confianza del mercado. “La economía gala es muy sensible a una intervención por parte del Estado que le hace perder cuota en el mercado global. Se espera que su posición fiscal continúe deteriorándose y 2013 podría ser el año en el que los mercados empezasen a ejercer cierta presión sobre el Gobierno para que adopte reformas estructurales que necesita su economía”.
En Reino Unido, Jolly cree que el problema será la inflación, contra la que el Gobierno de Cameron tendrá que luchar. “Dado que la inflación actúa como un impuesto sobre el consumo, el crecimiento económico seguirá estancado. En este sentido, la estanflación será vista como el aspecto más negativo tanto para los activos británicos como para la libra esterlina”, afirma. Fuera de Europa, todas las miradas se dirigirán a EE. UU. Para el experto, “el acantilado fiscal se convertirá en una pendiente fiscal. Estamos a punto de entrar en un periodo prolongado de austeridad fiscal y la política monetaria seguirá siendo acomodaticia”.
En términos generales, el experto considera que la reparación de los balances será tónica habitual en gobiernos y hogares en lo que respecta a las economías desarrolladas. “La represión financiera estará aquí durante mucho tiempo”, indica. Para el responsable global macro de Schroders, “el riesgo de una batalla de divisas, tal vez incluso una guerra, sigue aumentando. Todos los países occidentales quieren hacer crecer sus exportaciones para mejorar el crecimiento. La forma más sencilla de hacerlo es impulsando la competitividad a través de la depreciación de la divisa”, afirma el experto.
Tendencias en Asia y Oriente Medio
En Japón, por su parte, parece que el país se ha tomado en serio la superación de la deflación. “La potencia con la que se imprime dinero se ha duplicado, lo que dejará al yen como la víctima más probable de esta situación”, señala el experto. En lo que respecta al resto de los países asiáticos, especialmente en China, Jolly espera que se sigan introduciendo medidas para impulsar la demanda interna. “El cambio en el patrón de crecimiento ejercerá una mayor presión a la baja sobre algunos productos industriales”, señala.
El experto también hace referencia a las tensiones geopolíticas que podrían acontecer el próximo año, sobre todo en regiones conflictivas con potencial para causar un gran impacto en los mercados. “En Oriente Medio, los riesgos a una escalada de la tensión están siendo probablemente subestimados por los mercados, sobre todo si se considera el caos económico que provocaría ver el precio del petróleo en los 200 dólares”, señala Jolly.