Las gestoras empiezan a hacer su valoración sobre las consecuencias de la renuncia de la premier británica. La conclusión general: su renuncia añade más incertidumbre y no soluciona el problema del Brexit.
Theresa May arroja la toalla. La primera ministra británica ha presentado su dimisión ante la imposibilidad de que su plan para el Brexit vea la luz en el Parlamento británico. El próximo 7 de junio será cuando, oficialmente, la mandataria abandone Downing Street. Las reacciones por parte de las gestoras internacionales no se han hecho esperar y las entidades empiezan a hacer su valoración y dar sus opiniones sobre las consecuencias de la caída de la premier británica.
La conclusión general: su renuncia añade más incertidumbre y no soluciona el problema del Brexit. Es, como resume Oliver Blackbourn, gestor del equipo de multiactivos de Janus Henderson Investors, cambiarlo todo para que todo siga igual.
Para Volker Schmidt, gestor senior de Ethenea Independent Investors, la dimisión de Theresa May no resuelve los problemas a los que se enfrenta actualmente el Reino Unido. “Todavía hay mucha incertidumbre en torno al Brexit, en parte debido a las luchas internas dentro de los grupos políticos y al hecho de que los principales partidos no parecen tener una visión clara de cómo debe llevarse a cabo el Brexit”. A su juicio, es demasiado pronto para decir si su dimisión tendrá un impacto en los mercados (y, en caso afirmativo, en qué medida) o si dará lugar a la retirada del artículo 50.
“Esto puede hacerse más claro una vez que se elija un sucesor, pero dado que actualmente no hay mayoría para ningún enfoque del Brexit -especialmente dentro de los partidos Conservador y Laborista-, es posible que sigamos enfrentándonos a más de lo mismo, independientemente de quién esté dirigiendo el partido. La futura relación entre el Reino Unido y Europa dependerá en cierta medida de la elección del sucesor. No obstante, con la renuncia de May, el riesgo de un Brexit duro ha aumentado”, afirma.
Coincide en este punto con Mark Dowding, director de inversiones de BlueBay Asset Management, quien apunta que “la actual composición del Parlamento británico sugiere que cualquier nuevo primer ministro podría encontrarse con serias dificultades para aprobar el plan del Brexit, teniendo en cuenta que solo dispone de la mayoría conservadora y no toda, ya que una parte de los tories siguen comprometidos con que Reino Unido siga siendo miembro de la UE. Tampoco vemos ninguna intención por parte de Bruselas de renegociar el acuerdo de salida con el ala más dura del partido conservador, por lo que los movimientos hacia un Brexit a las bravas probablemente cobrarán impulso en las próximas semanas”.
La cuestión es que la caída de May no abre una nueva era de mayor certeza en torno al Brexit. “La incertidumbre permanece y continúa pesando sobre los activos denominados en libras esterlinas. Las probabilidades de encontrar un acuerdo antes del 31 de octubre de 2019 no han mejorado. Es difícil imaginar la revocación del artículo 50 y el consiguiente impacto positivo sobre la libra esterlina. Sin embargo, hay una pequeña noticia positiva en medio de esta saga: a pesar de la incertidumbre que pesa sobre la economía del Reino Unido, los datos de desempleo siguen siendo históricamente bajos, el crecimiento de los salarios sigue siendo positivo y la inflación está cerca del objetivo del Banco de Inglaterra”, indica Antoine Lesne.
A falta de un mejor catalizador, el jefe de Estrategia y Análisis de State Street Global Advisors considera que se puede -con cautela- dar seguimiento a la renta variable británica. “El inversor doméstico puede tomar ventaja posicionándose en valores con exposición internacional, ante una libra esterlina más débil, mientras que por el lado de los bonos, por la falta de direccionalidad en las negociaciones del Brexit, continuamos enfocados el tramo corto de la curva de gilts”, recomienda.
¿Crecen las opciones de un Brexit sin acuerdo?
Con la dimisión de May sobre la mesa, la clave es ahora saber quién la sucederá en el cargo y asumirá por tanto la difícil tarea de alcanzar un acuerdo con Bruselas. Las opciones son varias pero en estas primeras horas la que suena con más fuerza es la de Boris Johnson. "Si las recientes encuestas son correctas la opción de Boris Johnson está a años luz de cualquier otro candidato en la competición. Se cree que Johnson, el igual que sucede con muchos de sus competidores, sea más partidraio de un Brexit sin acuerdo que May y esa es una de las razones que ha puesto bajo presión a la libra en los últimos días", afirman desde ING Economics.
De hecho, como suele suceder la libra ha sufrido más en los días anteriores al descontar el mercado la renuncia de May que ha acabado por producirse que en el día en que ésta se ha hecho oficial. Otra cosa es que no siga cotizando a la baja en los próximos meses si finalmente se pone otra vez sbre la mesa la opción de un Brexit sin acuerdo. "Si eso sucede podemos anticipar que se producirá una caída en la economía que provoque una recesión. Mientras el Banco de Inglaterra recorte eventualmente los tipos de interés, la esperada caída de la libra podrá provocar un repunte de la inflación", asegura Azad Zangana, economista europeo de Schroders.