Todos los detalles sobre el Brexit duro que planea Theresa May

Theresa May, Brexit, Reino Unido
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Theresa May se había ganado en los últimos meses una reputación de política ambigua, hasta el punto de ser bautizada como Theresa Maybe (Teresa Quizá) por los medios británicos. La primera ministra británica borró de un plumazo esta fama durante su discurso del 17 de enero, al detallar el plan del gobierno para ejecutar la salida de Reino Unido de la UE. May eligió como escenario para pronunciar su discurso ante los embajadores de los otros 27 estados miembro Lancaster House, edificio histórico que pertenece actualmente al Ministerio de Asuntos Exteriores. La libra llegó a apreciarse en torno a un 2% durante el discurso, hasta 1,24 dólares.

David Page, del equipo de análisis y estrategia de AXA IM, resume rápidamente la hoja de ruta, rebautizada como los “12 mandamientos del Brexit”:

  1. Claridad en el marco legal de las negociaciones y el compromiso de permitir a las dos casas del Parlamento británico que voten el acuerdo final.
  2. Más legislación en Reino Unido: adaptar al terreno británico normas adquiridas en el marco legal de la UE.  
  3. Unidad nacional e implicación de los parlamentos inglés, escocés y galés en el proceso de negociación.
  4. Dar prioridad a “soluciones prácticas” para mantener la Zona de Viaje común con Irlanda.
  5. Control de la inmigración procedente de la UE. “Durante el turno de preguntas May se refirió dos veces a “los más listos y los mejores”, lo que sugiere que gran parte de la inmigración podría estar basada en trabajadores de alta cualificación”, indica Page.
  6. Garantizar los derechos de los ciudadanos comunitarios que vivan en Reino Unido y los de los británicos residentes en otros estados miembro.
  7. Legislación propia sobre los derechos de los trabajadores.
  8. Alcanzar un ambicioso tratado de comercio libre con la UE. El analista ha interpretado parte de las declaraciones del gobierno como pistas de que “el gobierno está considerando la posibilidad de realizar pagos voluntarios a la UE como un posible vehículo para conseguir acceso al mercado”.
  9. Buscar nuevos socios comerciales fuera de la UE.
  10. Fomentar la colaboración con socios europeos en ciencias, investigación y tecnología.
  11. Trabajar estrechamente con los aliados europeos en políticas de asuntos exteriores y defensa.
  12. Implementar la activación del Artículo 50 de forma escalonada, que haya una transición desde el régimen actual al posterior a la salida de la UE.

El punto de vista de AXA IM es que “Reino Unido afronta una fase difícil y probablemente alargada de negociación después de que active el Artículo 50”, algo que creen que contribuirá a elevar la incertidumbre, “particularmente si los progresos en el acuerdo de transición son lentos, lo que podría pesar sobre la inversión y poner más presión bajista sobre la libra”. Sobre el repunte de la divisa durante el discurso, Page lo atribuye más a una recogida de beneficios que como una señal de aprobación de los mercados a los planes de la Primera Ministra.

Christophe Morel, economista jefe de Groupama AM, afirma que este discurso ha sido una maniobra de Theresa May, que “ha presionado para que su país salga del Mercado Único Europeo” y que la mandataria ha jugado “con la ambivalencia entre el Libre Comercio y el Mercado Único”, para presentar el Brexit como “una ganancia para el Reino Unido y la UE”. “May afirma hoy en día que una vuelta atrás hacia una menor libertad y gratuidad no representa un coste económico para el Reino Unido y la UE, oponiéndose así a todo lo que a la teoría económica del libre comercio le gusta afirmar desde hace décadas”, ironiza Morel.

El experto resume a continuación el calendario del Brexit programado para los próximos meses. En los próximos días “el Parlamento debería / podría confirmar que ha cumplido su función este discurso, esperado para validar su voto del pasado 7 de diciembre en favor del Brexit y de la activación del artículo 50 el 31 de marzo”. Aunque no es un voto legalmente vinculante, Morel indica que “hace que sea políticamente más complicado e improbable una votación final del Parlamento en contra del Brexit, en el caso en el que las Cortes Supremas lo declarasen necesario para activar el artículo 50”.  

El 31 de marzo de 2017 es la fecha estimada para la activación del Artículo 50 del Tratado de Lisboa. Después se abriría un periodo de negociación entre Reino Unido y la UE cuya duración es una incógnita. Para el economista jefe, “Theresa May querría haber finalizado el proceso del Brexit el 31 de marzo de 2019” como pronto.

“Ahora que la Primera Ministra ha dado a los mercados algo de certidumbre sobre la posición del Gobierno, la atención se desplazará hacia la decisión de la Corte Suprema de Reino Unido en las próximas semanas”, corrobora el equipo multiactivos de Henderson. En su opinión, el veredicto de la Corte Suprema probablemente obligue al Ejecutivo a someter la medida a la aprobación del Parlamento antes de poder activar el Artículo 50.  “Dada la reticencia de los diputados a ir en contra de la postura del público mayoritario, se espera que sea relativamente clara la respuesta”. Un escenario alternativo, positivo para la libra, sería que “la Corte Suprema requiera mayores contribuciones por parte de los parlamentos regionales, o una mayor claridad por parte del Tribunal Europeo de Justicia”, aunque que no sería el escenario más probable.  

Desde Henderson consideran que la claridad del mensaje de May es negativa para el sector corporativo, en el sentido de que “probablemente se incremente la posibilidad de más titulares negativos sobre reubicación de oficinas o cambios en el personal”.

“Reino Unido tiene alrededor de 12 meses para negociar el acuerdo comercial más significativo de los últimos 50 años. Además, es probable que las negociaciones se desarrollen en un contexto de inflación al alza y crecimiento negativo de los salarios real”, concluyen desde la firma. En consecuencia, han adoptado una postura cauta con la libra y el consumo británico.