Tras los pasos de China en su lucha contra la pandemia

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Hay muchas tendencias en el mundo de la inversión que han cobrado protagonismo al calor de una pandemia mundial que ha vuelto a coger impulso en esta segunda ola que están sufriendo países como España, entre ellas la digitalización, los criterios ASG, el sector de la salud…, y hay algunas otras, que también hay que tener en cuenta con la vista puesta en el largo plazo, pero que aún no se han revelado en todo su esplendor. Una de ellas es China. Varios gestores analizan las dinámicas subyacentes en el mercado chino post-COVID en un desayuno organizado por FundsPeople y patrocinado por UBS AM.

Lo primero que hay que hacer es analizar el contexto general, y ese contexto hoy por hoy lo marca el coronavirus. Óscar del Diego, director de Inversiones de Ibercaja Gestión, lo tiene claro. “Se está extiendo por toda Europa, y en EE.UU., aunque las cifras están por debajo del pico, llegará un momento en que repunten. Hay que empezar a saber convivir con la pandemia”.

Por otro lado, nos encontramos con el contrapeso de las políticas monetarias y fiscales que han evitado que la crisis sanitaria se convierta en una crisis financiera. Del Diego destaca sobre todo la parte fiscal: “Es el cambio más importante de paradigma de los últimos 10 meses. En la política monetaria ya se había hecho casi de todo durante la crisis financiera, pero la política fiscal no se había utilizado y, por fin, se está usando, algo que se le llevaba pidiendo a los gobiernos desde hacía mucho tiempo”. “Tenemos las dos caras de una moneda: las medidas y la evolución de la pandemia”, añade. Y un mensaje optimista: “Creemos que se va a poder controlar la pandemia y que va a haber un impulso de recuperación económica. Los mercados y los activos de riesgo en los próximos meses, o trimestres, deberían tener un buen comportamiento”. Otro debate que pone sobre la mesa es el de hacia dónde va la inflación. “Estamos entre los deflacionistas y los inflacionistas. No hay término medio. Nadie piensa que vaya a repuntar un poco o a quedarse igual, creen que o se va hacia abajo o hacia arriba”. Considera que este es un debate clave para saber dónde hay que estar posicionados.  

Álvaro Cabeza, country head de UBS AM, añade que “el COVID ha acelerado alguna de las tendencias que habíamos detectado (y, de hecho, estábamos jugando en nuestras carteras) hace algunos trimestres o incluso años. Consolidación en algunas industrias, cambio de offline a online en negocios tales como la educación o la diagnosis médica, así como la inversión en I+D+i, son dinámicas que se han acelerado sustancialmente desde el comienzo de la pandemia”.

En este contexto general hay que situar a China, el país que primero sufrió el COVID y el primero que lo ha superado si nos atenemos a los datos oficiales. El problema que acechaba a este país antes del COVID, ya incluso desde 2018, era la guerra comercial y su impacto en una economía en la que el sector exterior es bastante importante y que cada vez se dirige más a un mercado terciario y doméstico. César Gil, director de Fondos de Fondos de Bankia AM, explica que “China avanzaba entonces a un ritmo impresionante, siendo una de las primeras economías en términos de PIB, y mantuvo la buena marcha, a pesar de las disputas y las tensiones geopolíticas”. Y llegó la pandemia, y “China sí que puede presumir de una recuperación prácticamente en V, que era el objetivo que se tenía, especialmente en Europa”.

Apunta que todos los datos macroeconómicos que se han ido conociendo, con algunos tropiezos puntuales en alguna cifra esperada, muestran que la situación está bajo control. “China es muy resiliente, ha conseguido pasar ese primer golpe de la pandemia y está conteniendo bastante bien el segundo”, afirma Gil. Y lo que a su juicio es más importante, en China se ha recuperado la confianza.

Jaume Puig, CEO y CIO de GVC Gaesco Gestión y de GVC Gaesco Pensiones, explica que han analizado bajo lupa a China por dos motivos. El primero porque “su febrero es nuestro abril, ellos confinaron primero”. Destaca, por ejemplo, que “fue impresionante ver cómo se recuperaban rápidamente, ya en el mes de mayo, las ventas de coches o de artículos de lujo”. Y el segundo, porque ha controlado muy bien la pandemia, algo que no se puede decir de Europa. Se apoya en el número de vuelos para apoyar esta afirmación: antes de la crisis en el mundo había entre 148.000 y 150.000 vuelos semanales; en el peor momento bajo a 38.000. Y ahora estamos a nivel mundial en 74.000, es decir, vuelan la mitad de los aviones que volaban. Pero las diferencias son enormes.

“En Europa o en España estamos a un tercio de los vuelos que había antes, mientras que en China los vuelos interiores se han normalizado, no los intercontinentales porque en China se ha aplicado un proteccionismo turístico de Estado espectacular”. También destaca la rapidez con la que atajaron un rebrote en agosto en un mercado de Pekín: “Cerraron una zona dentro de la capital china e hicieron test a todos. Son muy drásticos. China nos da una pauta al resto de países que todavía no hemos salido de esta situación”. Reconoce, no obstante, que no es lo mismo China que Europa, en el país asiático la sociedad prima por encima del individuo, por lo que hay ciertas medidas que son más fáciles de implementar.