UBS AM: la deuda emergente es atractiva pese al riesgo de episodios puntuales de iliquidez

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Foto cedida

En el actual entorno de fuerte aversión al riesgo, ¿representan los mercados de deuda emergente una atractiva oportunidad de inversión? Para Uta Fehm, gestora de carteras senior de UBS Global Asset Management, la respuesta a esta pregunta es sí, por lo que –en su opinión- el inversor no debería ignorar una clase de activo que actualmente goza de un peso ínfimo en las carteras pese a que su potencial de rentabilidad lo hace muy interesante de cara al inversor. Sin embargo, para sacar provecho del mercado de deuda emergente es necesario construir una cartera bien diversificada, gestionada activamente y enfocada hacia la calidad y el control del riesgo.

Este punto resulta crucial en un momento en el que, según la experta, la crisis de deuda soberana que salpica a Europa y la ralentización de la economía global mantendrá la volatilidad en los mercados financieros en niveles más elevados que en 2010. En este sentido, Fehm cree que el impacto se dejará sentir incluso en los activos emergentes en una situación más favorable. Aunque la gestora considera que periodos de elevada volatilidad en el mercado podrían conducir incluso a situaciones de iliquidez temporal en esta clase de activos, lo cierto es que las perspectivas que presentan estos mercados los hacen muy atractivos.

En una presentación celebrada en la sede de la gestora suiza en Madrid, Fehm explicó cuáles son, en su opinión, los pilares sobre los que se cimenta la favorable visión que tiene de este mercado. El primero de ellos, un crecimiento económico de estos países que, pese a que será más moderado en los próximos meses, seguirá siendo mejor que el que presenta el mundo desarrollado. De hecho, no descarta que, aún teniendo en cuenta dicha desaceleración, la brecha entre el crecimiento de los emergentes y los desarrollados se amplíe. Los países emergentes tienen una ventaja: el hecho de que todavía les queda margen para aplicar políticas de estímulo, sobre todo teniendo en cuenta la menor presión inflacionista.

Pero hay más. Una pirámide demográfica sana que representa aproximadamente el 80% de la población del planeta y por lo tanto hacen de estos mercados una zona ideal para el consumo, el hecho de ser países que cuentan con importantes reservas de recursos naturales y el que su PIB tenga cada vez un mayor peso en el crecimiento económico mundial son factores que sitúan a los emergentes en unas favorable situación de cara al inversor. Sin embargo, nadie debe esperar retornos inmediatos. Según la gestora de carteras senior de UBS Global AM, el inversor no debe tener un horizonte de inversión de uno o dos años, sino de largo plazo.

Y es que, de acuerdo con la experta, la volatilidad continuará siendo un factor que seguirá incrustado en el mercado, al menos en el corto plazo. La aversión al riesgo y la desconfianza del inversor son, a su juicio, los factores que explican este fenómeno. En este aspecto, Fehm se muestra convencida de que mientras se mantenga latente la crisis del euro, la volatilidad va a seguir afectando a los emergentes en los próximos meses. Pero esto no debe ahuyentar a aquellos inversores con visión largoplacista. No hay que olvidar –recuerda la experta- que actualmente el 60% del mercado de renta fija emergente goza de grado de inversión. En este sentido, las mejores oportunidades están, según Fehm, en las emisiones en moneda local.

Por lo pronto, en lo que respecta al mercado de deuda pública emergente, las rentabilidades que ofrece esta categoría superan claramente a las que ofrecen los gobiernos de los países desarrollados, lo cuál supone una oportunidad muy interesante para aquellos inversores con un elevado apetito por el riesgo, indica la gestora. En lo que se refiere a la categoría de renta fija corporativa emergente, la capitalización de este mercado ha escalado hasta niveles muy próximos al que muestra el de deuda soberana, lo que proporciona liquidez y diversificación adicional.