Últimos cambios de Woolnough y Isaacs en el M&G (Lux) Optimal Income Fund

Richard Woolnough (M&G)
Richard Woolnough (Funds People)

A pesar de un históricamente duro arranque de año, la segunda mitad de 2022 no promete ser más fácil. Si los primeros compases del segundo semestre marcan la hoja de ruta, nos esperan tiempos muy volátiles. El apetito de los inversores por los bonos ya era escaso debido a la aceleración de la inflación y a las subidas de los tipos de interés de los bancos centrales. Los acontecimientos políticos internacionales han pesado aún más en el sentimiento del mercado. A pesar de ello, el equipo gestor del M&G (Lux) Optimal Income Fund se mantiene razonablemente constructivo con respecto a la economía. Y esto se refleja en  su posicionamiento de cartera mientras nos dirigimos a los meses restantes de un año difícil.

Actualización del M&G (Lux) Optimal Income

Richard Woolnough, gestor, y Stefan Isaacs, director de inversión adjunto, han realizado algunos cambios en su asignación de activos durante el primer semestre de 2022:

  • Añadir exposición a bonos high yield, principalmente a través del mercado de derivados, y algunos bonos financieros. “Creemos que los bancos podrían beneficiarse de un entorno de subida de los tipos de interés, mientras que el alto rendimiento debería seguir apoyándose en un entorno de crecimiento económico positivo”, explican.
  • También han estado activos en el mercado primario de crédito con grado de inversión, argumentando que un retraso en las emisiones ha provocado dislocaciones en los precios (una elevada prima de nueva emisión).
  • Siguen siendo cautos en las áreas del mercado que se han visto más afectadas por la relajación cuantitativa en los últimos años. A medida que los bancos centrales empiecen a reducir sus balances, ven probable que estos bonos sufran presiones.
  • En general, todavía tienen margen para añadir riesgo de crédito si los diferenciales se amplían más. La liquidez de la cartera sigue siendo relativamente alta, con un 26% combinado en efectivo y bonos del estado sin riesgo.

La duración se sitúa actualmente en torno a los 5,1 años, cerca del nivel más alto en más de 10 años. “La mayor parte de la duración proviene de la parte media de la curva, mientras que mantenemos una duración negativa en el extremo más largo”, explican.