Un BCE acomodaticio deja la política monetaria sin cambios: primeras reacciones de las gestoras internacionales

Sanziana Perju/ECB

Sin novedades sustanciales. No surgieron cambios en la política monetaria de la reunión del Banco Central Europeo en abril. Muchos esperaban un encuentro en nombre de la prudencia. Y así fue. Por otro lado, aquellos que habían apostado por un banco central europeo más hawkish tras la línea más agresiva de la Fed, con posibles indicios de una subida de tipos, se sintieron decepcionados. “Después de un giro agresivo en marzo, la reunión del BCE de hoy fue algo así como un evento nulo en términos de nuevas noticias”, señala Charles Hepworth, director de Inversiones de GAM.

El BCE ha dejado los tipos de interés paralizados. La postura de continuidad en su política monetaria está muy ligada a la incertidumbre que rodea a la guerra de Ucrania. El comunicado tras la reunión del Consejo de Gobierno afirma que la guerra está afectando gravemente la confianza y el consumo en la zona euro y que los precios de la energía y las materias primas están reduciendo la demanda y frenando la producción. Además, como se destaca en el comunicado de prensa: "La evolución económica dependerá de manera crucial de la evolución del conflicto".

Palabras tomadas de Christine Lagarde, conectada vía web desde casa para la rueda de prensa tras dar positivo por COVID-19: “La inflación se mantendrá alta en los próximos meses y más de lo esperado por el aumento de los precios de la energía”. Y para lograr que la inflación en Europa (hoy en el 7,5%) se estabilice para alcanzar el objetivo del 2% a medio plazo, la número uno del BCE ha hecho especial hincapié en la flexibilidad. "El BCE está preparado para adaptar todas las herramientas dentro de su mandato, incorporando flexibilidad si es necesario”, afirma.

Sin cambios ni siquiera para el Programa Ampliado de Compra de Activos (APP). Como se esperaba, las compras netas mensuales ascenderán a 40.000 millones de euros en abril, 30.000 millones de euros en mayo y 20.000 millones de euros en junio. "Los datos refuerzan la expectativa de que las compras de activos netos deberían concluir en el tercer trimestre", se lee en el comunicado.

Para cuándo la subida de tipos

Lagarde en la sesión de preguntas y respuestas posterior a la conferencia volvió a insistir en que el programa de compras se completará primero. Y solo entonces podemos hablar de una subida de tipos. "Gestionaremos la subida cuando llegue el momento", reforzó. Según calcula Anna Stupnytska, macroeconomista global de Fidelity International, esto no sucederá hasta el cuarto trimestre de este año o principios de 2023. Según la experta, el BCE se enfrenta con ello a un compromiso político difícil. Por un lado, está claro que la postura política actual, con tipos de interés todavía negativos y el balance creciendo, es demasiado débil para el alto nivel de inflación. Por otro lado, la zona del euro se enfrenta a un gran shock de crecimiento por la guerra.

Pietro Baffico, economista europeo de abrdn, coincide. El BCE ha cerrado las puertas a una subida de tipos entre junio y julio. “El BCE permanece abierto sobre el momento de las interrupciones de compras netas en el tercer trimestre. Todavía existe la posibilidad de que estos acaben antes de septiembre, para que la reunión alerte ante una posible subida de tipos”, explica. "Por otro lado, esta confirmación cierra la puerta a especulaciones sobre una primera subida repentina de tipos en junio o julio", argumenta. “En general, la declaración y los comentarios de la presidenta Lagarde dejaron claro que el BCE no se involucrará en un ciclo de ajuste rápido. La discrepancia con la Reserva Federal aumentará aún más en los próximos meses”, agrega Reto Cueni, economista senior de Vontobel.

Volviendo al shock económico de la guerra aún por evaluar, para Stupnytska, cuando se haga más evidente en los datos de las próximas semanas, la atención del BCE probablemente se desplace de la alta inflación a tratar de limitar las dificultades económicas. Según Wolfgang Bauer, gestor del equipo de renta fija en M&G Investments, es comprensible que Lagarde no quiera tomar un camino más asertivo hacia la normalización de la política monetaria en este entorno tan difícil para Europa. Sin embargo, para el gestor, el riesgo es que el banco central se retrase aún más en la curva. “Esto podría empujarles a actuar con más vigor en el transcurso del año", plantea.

Alguna nota de halcón

Ha sido una cita en la que el BCE no se desvió de los planes ya anunciados. No obstante, Andrew Mulliner, responsable de Global Aggregate de Janus Henderson Investors, destaca la presencia de algunos comentarios que parecían ir en una dirección hawkish (restrictiva). "Lagarde habla del una fase entre la interrupción de las compras de activos y la subida de tipos. Pero también reconoció que este tiempo podría ser desde una semana a meses, apunta. "También hubo una referencia a las estimaciones de inflación al alza que merecen atención", señala. “Sin embargo, en ningún momento de la rueda de prensa el BCE comunicó la necesidad de apartarse de los planes ya trazados”, concluye.