El Banco Central Europeo se desmarca de la Reserva Federal. No quiere hablar de recortes de tipos, a pesar de lo que descuenta el mercado, e insiste en luchar contra la inflación con los tipos a los niveles actuales.
Dos posturas muy distintas entre los bancos centrales de EE.UU. y Europa. Mientras que la Reserva Federal sorprendió en su reunión de diciembre con una postura más acomodaticia de lo esperado, el Banco Central Europeo ha tomado el camino contrario, más cauto que su homólogo estadounidense. El mensaje clave lanzado por Christine Lagarde es que los tipos de interés deben mantenerse en sus elevados niveles actuales para alcanzar el objetivo de inflación a medio plazo del 2%.
Contrasta esa insistencia en que los tipos se mantendrán en estos niveles cuando, como reconoce Ulrike Kastens, Economist Europe para DWS, en vísperas de la reunión, se había especulado con la posibilidad de que el BCE se planteara también un recorte más rápido de los tipos, tal y como había anticipado el mercado, debido sobre todo al cambio de comunicación de la Reserva Federal estadounidense. “Esto fue claramente rechazado: no se habló de recortes de tipos”, subraya.
La inflación seguirá por debajo del objetivo del 2%
Y las previsiones macroeconómicas que ha actualizado el BCE confirman esa posición. Las previsiones para la inflación subyacente del IPC son del 2,3% en 2025 y del 2,1% en 2026. “Estas cifras están claramente por encima del objetivo del 2% del BCE y son una clara señal de que el BCE mantendrá los tipos en el actual nivel del 4% durante algún tiempo”, interpreta el economista jefe para Europa de T. Rowe Price, Tomasz Wieladek.
“En otras palabras, es la forma que tiene el BCE de decir a los mercados financieros que se ha dado demasiada importancia al débil dato del IPC de noviembre”, añade Wieladek. Y, como apunta también Pablo Duarte, analista senior del instituto de investigación de Flossbach von Storch, el BCE reconoció que los riesgos geopolíticos podrían hacer subir la inflación nuevamente y que no es momento de bajar la guardia en la lucha contra la inflación.
¿Se equivoca el BCE?
Por eso Felix Feather, economista de abrdn, se pregunta si marzo parece una fecha demasiado temprana para un recorte de tipos ante la insistencia de Lagarde en esperar más datos, especialmente en lo que respecta a la oleada de negociaciones salariales que se avecina en el primer trimestre. "Tal vez el deseo de esperar más datos sea la razón por la que, como confirmó Lagarde, el Consejo de Gobierno ni siquiera debatió recortes de tipos en su reciente reunión", apunta.
Esta postura firme del BCE genera inquietudes entre las gestoras internacionales. Como bien remarca Sebastian Vismara, macroeconomista de BNY Mellon IM, a pesar del debilitamiento de la economía y de una caída de la inflación más rápida de lo esperado, el BCE que considera que los tipos de interés a estos niveles, mantenidos durante un período suficientemente largo, contribuirán sustancialmente a este objetivo. Sin embargo, Vismara cree más bien que veremos una demanda más débil de lo previsto por el BCE y una caída más rápida de la inflación en el primer trimestre.
Hay gestoras que son más firmes en su preocupación. “Una vez más, los bancos centrales europeos tardan en reaccionar. Hace dos años, retrasaron demasiado su lucha contra la alta inflación. Ahora, corren el riesgo de infligir el severo dolor de unos tipos restrictivos a sus economías, ya estancadas”, sentencia Silvia Dall'Angelo, economista senior de Federated Hermes.
Fighting the ECB
De hecho, Azad Zangana, estratega y economista senior de Europa de Schroders, se mantiene firme en su previsión de que el BCE hará un recorte de 150 puntos básicos a partir del primer trimestre de 2024. “La inflación de la eurozona ya está en camino de volver al objetivo del 2% del Banco Central Europeo en el primer semestre de 2024. La debilidad del crecimiento debería disipar cualquier presión persistente sobre los precios subyacentes y es probable que esto garantice que el BCE sea el primer banco central de los principales mercados desarrollados en empezar a recortar los tipos”, argumenta.
En similar línea se posiciona Martin Wolburg, economista senior en Generali Investments, quien también ve recortes acumulados de 100 puntos básicos en 2024. Pero es que Wolburg no descarta que BCE actúe mucho más rápido (los mercados esperan 130 puntos básicos) a cambio de un QT más fuerte en el PEPP.
Sin embargo, otras casas sí se posicionan más cerca de las previsiones del BCE. “Creemos que los riesgos siguen estando sesgados hacia recortes de tipos más tardíos en comparación con las expectativas actuales del mercado”, defiende Konstantin Veit, gestor de carteras de PIMCO. En su opinión, los datos clave siguen siendo los costes laborales unitarios y los márgenes de beneficio de las empresas.