Según presentó Beka Finance, el inicio de 2025 se presenta optimista, pero el mercado podría estar subestimando los riesgos económicos y estructurales.
Con la recesión acechando en EE.UU. y Europa, y China enfrentando problemas estructurales, los mercados financieros se preparan para un 2025 cargado de volatilidad y riesgos. Durante la presentación de sus perspectivas para el próximo año, Beka Finance, advirtió que las tensiones geopolíticas, la incertidumbre fiscal y los altos tipos de interés serán los principales factores que marcarán la pauta económica global en el próximo año.
"En este contexto de múltiples incertidumbres, nuestra estrategia se centra en mantener una postura cautelosa. La clave para 2025 será identificar oportunidades con criterios estrictos de calidad y resiliencia, evitando exponernos a los sectores más sensibles a la volatilidad económica", señaló el director de inversiones de la entidad, David Azcona, durante el encuentro informativo.
Con un análisis que abarca desde el impacto de las políticas arancelarias de la administración de Trump 2.0 hasta la fragilidad del mercado inmobiliario chino, Beka delineó una estrategia centrada en sectores defensivos, activos alternativos y oportunidades en renta fija de calidad.
Un panorama económico frágil en EE.UU., Europa y China
Pese a las políticas fiscales expansivas impulsadas por la nueva administración de Trump, desde Beka Finance señalan que la economía estadounidense podría enfrentarse a una caída del consumo y del empleo, debido al impacto de los tipos de interés elevados y una menor capacidad de ahorro de los hogares. Por otro lado, las medidas proteccionistas y arancelarias que planea implementar el gobierno estadounidense añaden todavía más presión al crecimiento global.
En lo relativo a Europa, la entidad destaca que la falta de estímulos fiscales significativos para contrarrestar los efectos de la recesión deja a la región en una posición vulnerable. Según Beka, los gobiernos europeos todavía no están preparados para evitar el deterioro económico que se avecina. Mientras tanto, China sigue enfrentando un panorama incierto, con un mercado inmobiliario frágil y problemas estructurales que dificultan la reactivación del crecimiento económico.
Estrategia de inversión en renta variable: cautela y selectividad
En este contexto marcado por la incertidumbre y volatilidad, Beka Finance apuesta por una estrategia de inversión prudente, enfocada en sectores defensivos y activos de alta calidad. "La combinación de valoraciones elevadas, una posible recesión en EE.UU. y Europa, y la incertidumbre sobre las políticas fiscales y arancelarias hacen necesario un enfoque más cauteloso", señaló Azcona.
En renta variable, la firma recomienda sectores defensivos como consumo, eléctricas y defensa, áreas que ofrecen mayor estabilidad y resiliencia en un contexto de incertidumbre y que son menos sensibles a fluctuaciones del ciclo económico. "Estamos viendo niveles de valoración histórica en los mercados de renta variable que simplemente no son sostenibles. La probabilidad de una corrección significativa, en torno al 15%, es un escenario que no debemos ignorar y que nos lleva a priorizar sectores defensivos y compañías con fundamentales sólidos", explicó el experto.
En concreto, el sector defensa emerge como un área de oportunidad impulsada por las tensiones geopolíticas y el aumento del gasto en seguridad global. Por su parte, la inteligencia artificial sigue atrayendo la atención del mercado, aunque Beka advierte de que las expectativas de crecimiento deben moderarse y dirigirse a empresas con una monetización clara de estas inversiones. "La inteligencia artificial seguirá siendo un tema central en 2025, pero es fundamental mantener una perspectiva realista. Apostamos por compañías con una clara capacidad de monetización en este ámbito, evitando las expectativas infladas que pudimos observar en 2024”, añadió Azcona.
Desde un punto de vista geográfico, Beka sobrepondera las acciones estadounidenses, priorizando las grandes compañías, con fundamentales sólidos y capacidad para resistir la volatilidad macroeconómica.
Renta fija y activos alternativos: refugio en tiempos de incertidumbre
En el ámbito de la renta fija, Beka Finance subraya que la estabilización de la inflación entre el 2% y el 3% crea un contexto favorable para la deuda de alta calidad. La entidad prevé que el rendimiento del bono a 10 años en EE.UU. se sitúe entre el 3% y el 3,5% a lo largo del año, aunque no de forma lineal, contando con episodios de volatilidad impulsados por los niveles de endeudamiento público y la respuesta de los inversores. Ante este escenario, la gestora apuesta por una gestión dinámica en renta fija, aprovechando los momentos de rebajas bruscas de tipos y evitando activos de mayor riesgo. Además, la firma señala que este entorno ofrece oportunidades atractivas, especialmente en emisiones corporativas de calidad y con una duración ajustada, mientras que la estabilización de la inflación refuerza la posición positiva en renta fija.
La volatilidad esperada en los mercados tradicionales también lleva a Beka a recomendar una mayor una exposición a activos alternativos, como Hedge Funds, deuda privada y oro, que actuarán como refugio y ofrecerán estabilidad en carteras bien diversificadas. "La asignación a este tipo de activos debería alcanzar al menos el 20% del total de la inversión, aprovechando su capacidad de ofrecer oportunidades rentables en un contexto de incertidumbre", añadió Azcona.
En cuanto al mercado de divisas, el experto de Beka Finance prevé una apreciación gradual del euro frente al dólar, con un objetivo de 1,09 USD. Este movimiento estará impulsado por las expectativas de un menor crecimiento en EE.UU. y la revalorización del euro conforme se aclara el panorama político y fiscal en Europa.