En un contexto en que los inversores demandan más transparencia y menos riesgo y en el que los reguladores presionan para ejercer un mayor control, la industria hedge podría sufrir. Los nuevos parámetros podrían llevar a negativas consecuencias, como una reducción de las rentabilidades y de la innovación, según desvela una encuesta de KPMG titulada “Keeping Ahead of the Curve: Investment Management in the New Regulatory Landscape” y recogida por HedgeWeek.
Así, aunque las limitaciones regulatorias, incluyendo los límites en el apalancamiento y en las posiciones cortas, los altos requisitos de capital y las restricciones sobre el uso de algunos instrumentos, podrían derivar en un mayor grado de comodidad y confianza para el inversor y el regulador, podrían tener un impacto negativo en la capacidad de las firmas de generar alfa y, por lo tanto, retornos.
Tom Brown, responsable de gestión europea de KPMG, afirma que los inversores y los reguladores han de “tener cuidado con lo que desean, pues las presiones de transparencia y simplicidad, si bien son completamente necesarias y dignas de alabar, tienen consecuencias en la rentabilidad y pueden crear costes significativos a largo plazo al consumidor”.
Homogeneización
De hecho, podrían derivar en la homogeneización de los productos, un menor rango para elegir y, consecuentemente, una reducción de la capacidad de las firmas para innovar de forma efectiva, según la encuesta. De hecho, para poder cumplir con los mayores requisitos de transparencia y limitar los riesgos, numerosos encuestados planean moverse hacia estrategias de gestión más pasiva, mientras otros están encontrando la forma de incorporar la protección de capital a sus estrategias.
El estudio también desvela que los gestores esperan absorber los costes de implementación y gestión de los nuevos requisitos legales y continuarán buscando formas más eficientes de trabajar y recortar costes. Por todo esto, los centros offshore siguen siendo atractivo para los inversores más sofisticados, aunque el 62% cree que muchos fondos migrarán de centros offshore a onshore, lo que también refleja las actuales políticas fiscales que influyen en estos domicilios. Además, una mayor regulación podría derivar en una consolidación de las fusiones, pues muchas pequeñas firmas buscan economías de escala para reducir el coste individual de cumplir con la ley. Sin embargo, los gestores de las jurisdicciones más restrictivas podrían optar por sacar algunos de sus negocios de esos domicilios antes que tener que lidiar con el nuevo marco regulatorio.