Una moneda digital emitida por los bancos centrales: pros y contras

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El debate está servido. Muchos países están explorando la emisión de monedas digitales, algunos de forma más agresiva que otros. El fin es potenciar la necesaria transformación digital que deben acometer los sistemas bancarios y de pago tradicionales. Es algo que se baraja incluso en el seno de algunos bancos centrales.

Algunas autoridades monetarias consideran que el bitcoin amenaza sus propias monedas, ya que puede usarse para eludir los controles de capital y con fines perversos (como el secuestro de datos o ransomware), dado lo fácil que resulta mover grandes cantidades rápidamente y a escala mundial. Una moneda digital emitida por el propio banco central, por el contrario, estaría controlada por la autoridad monetaria, que sería responsable de sus operaciones.

Según Erik Swords, gestor de Mellon, filial de BNY Mellon Investment Management, una moneda digital emitida por los bancos centrales tendría sus pros y contras.

Ventajas

De acuerdo con el experto, entre las ventajas destacan la reducción de los costes de transacción en comparación con el dinero fiat, una mayor inclusión financiera, al permitir un acceso más fácil y seguro a los productos bancarios, y el hecho de que la política monetaria pueda transmitirse de forma mucho más rápida que por los métodos tradicionales (lo que incluye mejores condiciones de liquidez y liquidaciones en tiempo real).

Desventajas

Entre las desventajas estarían la falta de privacidad, los riesgos de ciberseguridad ligados a la estructura, posibles problemas de implementación y shock para los sistemas existentes, retos regulatorios (a nivel comercial y de los bancos centrales), competencia potencial entre bancos centrales y bancos comerciales, o la velocidad de la red.