“Hemos sido testigos del aumento de los conflictos regionales y de la volatilidad geopolítica, lo que respalda la necesidad de activos refugio y de mayor calidad”, afirma Enrico Bovalini, jefe de Balanced Strategies en Amundi.
Para Enrico Bovalini, jefe de Balanced Strategies en Amundi, el mayor nivel de inflación ha sido el factor dominante este año a la hora de determinar la trayectoria y las expectativas de los tipos terminales adoptados por los Bancos Centrales. A nivel de asignación de activos, esto ha llevado a que la cartera del Amundi Funds Global Multi-Asset Conservative (GMAC, como se le conoce popularmente) se haya mantenido con un posicionamiento conservador general desde principios de año.
“El GMAC se ha posicionado globalmente para beneficiarse de un entorno de rendimiento real decreciente”, cuenta Bovalini. Dado que creen que la mayoría de los bancos centrales están cerca o al final de su ciclo de endurecimiento, con la desaparición de los efectos fiscales, la desaceleración de las condiciones de crecimiento y la disminución del entorno inflacionista en el próximo año, el gestor considera que la cartera está bien posicionada y espera obtener mejores resultados en este escenario.
“También hemos sido testigos del aumento de los conflictos regionales y de la volatilidad geopolítica, lo que respalda la necesidad de activos refugio y de mayor calidad”, insiste. Y es precisamente donde este fondo, de los pocos con la distinción de Rating FundsPeople+ en 2023, está bien posicionado: deuda pública, crédito de alta calidad, oro y coberturas que siguen manteniendo en renta variable y crédito.
De cara al año que viene, Bovalini prevé que la economía mundial seguirá enfriándose a medida que se filtren los efectos de la subida de tipos, con un entorno de menor crecimiento e inflación en 2024.
Posicionamiento en renta fija
Profundizando más en la cartera de este mixto conservador, en la pata de renta fija el equipo gestor ha mantenido una duración media de la cartera de 4,5 años desde principios de año (el rango de duración de GMAC oscila entre 2 y 7 años) aprovechando el entorno de mayor rendimiento. Bovalini considera que tiene aún margen para seguir añadiendo duración, pero vigilando de cerca los datos económicos, los niveles de valoración y la probabilidad de un giro de los bancos centrales.
Han mantenido la mayor parte de la exposición a la duración en EE.UU., dado que el mercado ha descontado la mayor parte del endurecimiento de la Fed. También han mantenido una exposición de menor duración a los periféricos europeos, donde tanto el carry como los factores técnicos han sido relativamente favorables. Asimismo, espera que la exposición a la duración en la cartera actúe como cobertura en entornos volátiles (que también hemos experimentado este año), en los que se espera que los activos más seguros en el espacio de la duración desempeñen un papel en la protección de la cartera en escenarios de aversión al riesgo.
En cuanto al crédito, también adoptaron un enfoque conservador en la cartera, manteniendo una baja exposición al crédito, ya que preveían un aumento de las necesidades de refinanciación de las empresas. Así, rotaron la exposición crediticia de la cartera hacia emisores más estables y de mayor calificación en el segmento grado de inversión hacia principios de año. También vieron el problema de los bancos regionales en EE.UU. y la quiebra de Credit Suisse, acontecimientos que, en su opinión, ponen de relieve signos significativos de debilidad en el entorno económico y razones por las que continúan con una postura general de cautela.
Posicionamiento en renta variable
En esa línea de cautela para 2023 han estado infraponderados en activos de riesgo, en gran medida por considerar que la subida de los tipos aumenta el coste de los préstamos, lo que debilita el consumo y los beneficios. De hecho, a principios de año redujeron drásticamente la exposición global de la cartera a la renta variable, hasta situarla en torno al 13% (en el extremo inferior de la exposición histórica a la renta variable).
Dado el nivel de las valoraciones de la renta variable, especialmente en EE.UU., que ha seguido rindiendo este año impulsado por unos pocos valores de gran capitalización, no creen que las valoraciones de la renta variable estén teniendo en cuenta los efectos de unos beneficios empresariales más débiles. “En los últimos meses, con la noción de tipos más altos por más tiempo, los rendimientos de los bonos del Tesoro han seguido subiendo, mientras que el S&P 500 ha registrado su tercer mes negativo consecutivo desde agosto”, apunta Bovalini.
Mientras que mantuvieron una la baja exposición a la renta variable estadounidense y europea debido a unas expectativas de crecimiento más débiles han estado neutrales con la renta variable japonesa. Aunque tenían una opinión más positiva sobre la renta variable de los mercados emergentes en general a principios de año, con la ralentización del crecimiento chino y los problemas relacionados con el sector inmobiliario chino, recientemente recortaron su exposición, adoptando una postura más neutral.
En la selección de valores de renta variable, han seguido recortando la exposición a nombres cíclicos, rotando la mayor parte de la selección de renta variable hacia sectores defensivos y nombres de crecimiento estable. Sectorialmente, esto significa una sobreponderación en sectores como el farmacéutico, los servicios públicos y las comunicaciones, por ejemplo, mientras que seguimos infraponderados principalmente en TI, financiero, industrial y discrecional.
Otras clases de activos
También han gestionado activamente la exposición de la cartera a las materias primas. Este año se había incrementado la posición en oro, que han mantenido como cobertura frente a la inflación y la volatilidad.
Ante el debilitamiento de las perspectivas de crecimiento mundial, habían decidido recortar completamente la exposición al petróleo a finales del primer trimestre, pero recientemente han vuelto a añadir cierta exposición al petróleo como posición táctica a corto plazo.
En el ámbito de las divisas, aunque esperamos que el dólar estadounidense se debilite a medio plazo en un escenario de giro de la Reserva Federal, creen que está respaldado a corto plazo. Por eso están sobreponderados tácticamente en el dólar, para captar su apreciación a corto plazo, impulsada por unos datos económicos estadounidenses mejores de lo esperado y por los acontecimientos geopolíticos que se avecinan.