Update del Carmignac Securité: los cambios realizados por Keith Ney en la cartera

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Foto cedida

El Carmignac Securité es uno de los fondos de renta fija europea de corta duración que más éxito está teniendo en España, tanto a nivel comercial como de resultados. Lo demuestra el hecho de que este producto de Carmignac sea una de las 14 estrategias que cuentan con el triple sello Funds People: Favorito de los Analistas (A), Blockbuster (B) y Consistentes (C). De hecho, es el único producto de su categoría que cuenta con este reconocimiento. Keith Ney, gestor del fondo, no tiene dudas de cuáles son las cualidades que lo hacen tan especial. “Es un fondo único. Se trata de una estrategia que en sus más de 25 años de historia no ha registrado rentabilidades negativas en ningún año natural, habiendo sido capaz de generar retornos positivos con una volatilidad baja y mínimos drawdowns. Hay muchos fondos unconstrained en el mercado, pero tienden a tener una gran exposición a high yield y elevadas duraciones”, asegura Ney en una entrevista con Funds People.

El gestor pone en valor el hecho de que en el equipo han logrado defender el track record del producto en un entorno de mercado muy difícil como el actual, en el que continuamente se están alternando fases alcistas con bajistas. “Nuestra estrategia no está cambiando su estilo para sobrevivir al entorno actual. Siempre hemos sido inversores por convicción, que no seguimos ningún índice de referencia. La manera flexible y oportunista en la que hemos gestionado la cartera en las dos últimas décadas lo demuestra. La flexibilidad ha sido la clave del éxito. El fondo tiene limitaciones. Por ejemplo: la duración modificada siempre tiene que estar entre los -300 y los 400 puntos básicos, la posición en crédito de la cartera debe contar con una calificación crediticia mínima de BBB- y la exposición neta a high yield nunca puede superar el 10%. Sin embargo, esto nos sigue otorgando la flexibilidad suficiente como para crear valor en diferentes entornos de mercado”, explica.

Ney es de los que cree que el movimiento se demuestra andando. En consecuencia, pone como ejemplo la forma en la que han gestionado la duración de la cartera en los últimos tiempos. “No es que seamos muy activos moviendo la duración de la cartera. Depende del entorno de mercado. Entre 2012 y 2015 estaba en torno a tres años y variaba muy poco. En los últimos dos años, en cambio, hemos sido más activos de lo que lo hemos sido históricamente. La incertidumbre política y macroeconómica nos ha empujado a ello con el objetivo de tratar de aprovechar la volatilidad para crear valor para los partícipes. El pasado mes de febrero, cuando la inflación repuntaba y había temores en el mercado sobre un posible endurecimiento de la política monetaria del BCE, la duración modificada del fondo era de -85 puntos básicos. Ahora, es positiva. Está en 80 puntos básicos, lo que significa que ésta ya no es negativa, aunque sigue estando por debajo de la del benchmark (200 puntos básicos)”, revela.

En términos generales, la exposición al riesgo es en estos momentos muy modesta. El fondo tiene un 27% en liquidez para así poder atrapar las oportunidades que surjan cuando se produzca un sell off. “Pensemos en el bund alemán: cuando su TIR estaba en el -0,2%, ventas masivas lo llevaron al 0,5%. Posteriormente volvió a bajar, luego a subir… Predecir estos movimientos es imposible, pero si tienes una convicción fuerte en la macro que consideras que el mercado no está poniendo en precio, puedes sacar provecho de la volatilidad, siempre partiendo de la premisa de contar con una cartera bien diversificada”, subraya. Desde julio de 2016 tenían una fuerte convicción en ver un repunte del crecimiento económico y la inflación, por lo que posicionaron la cartera para sacar partido de un escenario de tipos más altos, con duraciones negativas en deuda pública, la cual mantuvieron durante nueve meses y les permitió generar rentabilidades positivas.

“Ahora el escenario es diferente. Las expectativas han aumentado rápidamente y el mercado está poniendo en precio una recuperación del crecimiento económico y la inflación, lo que nos ha llevado a apostar por una cartera más equilibrada. En deuda pública, la principal contribución a la duración la aporta el bono del Tesoro americano a 10 años, donde tenemos una modesta exposición larga. En bonos soberanos, el mejor binomio por rentabilidad/riesgo está en Estados Unidos. En el mercado de crédito encontramos poco valor. En mi opinión, la deuda europea con grado de inversión está cara. En lo que respecta a nuestra asignación, no vamos a hacer mucho dinero con nuestras posiciones, pero tampoco a perderlo. Solo mantenemos posiciones en emisiones con vencimientos de 1 a 3 años de compañías con una calificación crediticia alta”, manifiesta. En high yield europeo, Ney tampoco se muestra especialmente entusiasta. Tan es así que han reducido asignación.

“El high yield europeo está caro, más aún teniendo en cuenta la baja calidad de los balances de las compañías. No esperamos grandes defaults en este punto del ciclo, pero sí creemos que las emisiones cotizan a niveles elevados, sobre todo las del sector industrial. Por primera vez en la historia reciente, el cupón que ofrece el high yield europeo es inferior a la rentabilidad por dividendo de la bolsa europea. Las valoraciones actuales que ofrecen los cupones no sirven de protección, por lo que hemos reducido nuestra exposición”, revela el gestor. Ney también explica que, en estos momentos, no tienen previsto construir nuevas posiciones como consecuencia de los resultados de las elecciones francesas. “Los spreads se han vuelto a comprimir, por lo que la puesta en precio ya se ha materializado. La rentabilidad/riesgo que ofrece la deuda francesa no es muy atractiva”, señala. La rentabilidad anualizada generada en los últimos tres años por el Carmignac Securité (clase A en euros) ha sido del 1,36%, frente al 0,58% del índice de referencia y el 0,56% de la media de su categoría.