Update del DPAM Equities NEWGEMS Sustainable: apostando por el poder de fijación de precios en un entorno inflacionista

Tom Demaecker. Foto cedida (DPAM)

Se tiende a pensar que un entorno inflacionista es el punto dulce para los valores cíclicos. Y ciertamente el value está viviendo un nuevo empuje al rally iniciado en 2021. Pero para Tom Demaecker y Dries Dury, gestores de DPAM, podría haber llegado el momento de rotar. En su opinión, el riesgo -retorno que actualmente ofrecen los activos value se ha agotado. Que, de hecho, puede ser un buen momento para el growth. A pesar de la inflación o, más bien, precisamente por ello.

“Las compañías growth, de alto crecimiento, tienden a ser negocios con mejor capacidad de fijación de precios. Es decir, que pueden trasladar su inflación al consumidor. Y por lo general, suelen ser compañías ligeras en activos físicos, así que ni siquiera notarán tanto la inflación. Y encima, con poca deuda en sus balances en el que impacte una subida de tipos”, explican los gestores. Por el contrario, los valores más cíclicos sí sentirán esa presión en costes. “Creemos que van a llegar las decepciones en el value”, vaticinan.

Buscando los ganadores del futuro

La macro no influye directamente en el posicionamiento del fondo, pero el momento actual es un buen reflejo de la filosofía que rige el DPAM Equities NEWGEMS Sustainable que ambos gestionan con Johan Van Geeteruyen, como director de Inversión de Renta Variable Fundamental; Jonathan Graas, gestor senior de fondos de renta variable y co-gestor de las estrategias sostenibles y temáticas, junto con Ophélie Mortier, estratega de Inversión Responsable.

Este temático de renta variable busca los ganadores del futuro en la bolsa global. Y los gestores tienen claro que suele haber una razón detrás del éxito de los mismos.Las empresas en cartera suelen tener una deuda baja o incluso nula y márgenes altos. Esta última cualidad ha demostrado ser esencial en un periodo inflacionista como el actual. Pero su métrica preferida para medir la calidad de un negocio es el flujo de caja libre relativo al valor de la empresa.

Esto significa que, por lo general, la cartera tiende a moverse con valoraciones superiores a la media del mercado. Pero no es algo que asuste al equipo gestor. “Si una compañía puede crecer por encima del mercado al 10% anual, estamos dispuestos a pagar por ella”, explican. Dicho lo cual, sí vigilan activamente cuando una apuesta ha corrido demasiado. Un ejemplo reciente es la ecología. Los gestores consideran que el sector se ha puesto demasiado de moda, con importantes flujos entrando en ETF de esta tendencia. Así, recogieron beneficios la semana pasada.

Por eso, el DPAM Equities NEWGEMS Sustainable no se considera ni growth ni value. De hecho, buscan activamente tener ambos en cartera. Lo que denominan una estrategia barbell (de mancuernas). Es decir, equilibrada con negocios más caros, pero de alto crecimiento con valores más baratos, pero con valor. “Siempre vamos a invertir en buenas compañías. Lo que pasa es que algunas crecerán de manera más agresiva que otras y estas se reflejará en su cotización”, explican. Al final, se trata de diversificar el riesgo. “Porque habrá momentos en el que el mercado se ponga nervioso con compañías de alto crecimiento que cotizan con múltiplos altos. El growth también tiene sus momentos bajistas”, defienden.

La innovación, siempre en la cartera del DPAM Equities NEWGEMS Sustainable

El DPAM Equities NEWGEMS Sustainable es de los pocos fondos en España que puede presumir de tener el Sello FundsPeople 2021 por tener la triple calificación ABC. Y es fácil entender por qué. El fondo se sitúa en el primer percentil de su categoría a tres y cinco años. Es fruto de una doble filosofía temática (buscando los ganadores del futuro), y ser una estrategia core para las carteras.

Así, entre las primeras posiciones de la cartera no es de extrañar ver compañías large cap como Microsoft o Apple. Primero, porque los gestores consideran que son buenos negocios por sí solos. Y segundo, porque el riesgo de beta del mercado sería demasiado grande sin ellos. Pero son posiciones que conviven con una cola más larga de apuestas en compañías medianas y de pequeña capitalización. “Lo que no se ve en cartera”, explican. De hecho, aunque el tracking error es del 6% el active share es del 90%.

Ambos tienen un elemento en común: la innovación y, en la era actual, necesariamente viene de la mano de la tecnología. Por eso, el sector de tecnologías de la información tiene un peso importante en la cartera. A cierre de septiembre representaba un 39% del fondo. No obstante, hay que desgranar esa cifra. “Puede parecer alta, pero en realidad está muy diversificada”, afirman Demaecker y Dury. A través de esa clasificación tradicional del sector logran exposición a temáticas tan diversas como la biotecnología o el procesamiento en la nube. Y es que cada vez más nos movemos a un mundo tecnológico. “En unos años el 60% del índice global estará clasificado como Tecnologías de la Información”, vaticinan.