Update del JPMorgan Global Income: explicando su posición en high yield y el impacto del dólar

Michael Schoenhaut. Foto (FundsPeople)

En su primera visita a Europa continental desde que estallara la pandemia, Michael Schoenhaut ha traído a los inversores un mensaje optimista. A pesar de las duras pérdidas acarreadas en 2022, su previsión es que la corrección ha abierto un punto de entrada interesante. “Quizás estemos ante la mejor oportunidad para los clientes en una década”, afirma.

Schoenhaut gestiona, junto a Eric Bernbaum y Gary Herbert, uno de los buques insignia de J.P. Morgan AM y fondo de referencia en el mercado español en cuanto a generación de rentas. Tanto el JPMorgan Global Income como su homólogo más conservador, el JPMorgan Global Income Conservative, cuentan con el Rating FundsPeople 2022. Y la gestora lanzó en septiembre de 2021 una versión sostenible de la reconocida estrategia, el JPMorgan Global Income Sustainable.

Ha sido un año complicado para ambos productos. El fondo insignia acumula una caída del 13,87% en 2022, en línea con el índice de referencia. “Me hubiera gustado que la cartera protegiese más a la baja, pero lo cierto es que no ha habido activo donde esconderse este año”, reconoce el gestor.

Otro de los factores que explican el difícil ejercicio para la estrategia es la fortaleza del dólar. La divisa estadounidense ha sido un viento de cara para fondos como el JPMorgan Global Income, que cubren sus posiciones de vuelta a euros. Dicho esto, la previsión del equipo gestor es que este obstáculo se convierta en una ventaja en los próximos meses. “El dólar se ha vuelto demasiado caro. Nuestra estimación es que veremos una depreciación de la moneda estadounidense”, cuenta el gestor.

Principales ideas en el Global Income

Actualmente la cartera del JPMorgan Global Income, y por ende la de su homólogo más conservador, el JPMorgan Global Income Conservative, mantiene una postura neutral en cuanto a riesgo. La cartera del primero está equilibrada entre un 40% en renta fija, un 33% en renta variable y reits, un 9% en híbridos y un 6% en covered calls. Así, aún mantienen un 12% en liquidez a la espera de buenas oportunidades.

En opinión de Schoenhaut, no es una cartera excesivamente pesimista. Dicho esto, siguen estando infraponderados en renta variable. Y es que el equipo gestor prevé una temporada de resultados difíciles en 2023. “Las estimaciones de los analistas aún tienen que ajustarse. Si los costes y la presión salarial se mantienen, los márgenes se tendrán que comprimir”, opina el experto. No habla de contracciones del 10-15%, pero sí ve razonable que los márgenes vuelvan a las cifras de pre-pandemia.

Donde sí están cómodos en renta variable es en las acciones de alto dividendo. Tanto porque el cupón sirve y ha servido como colchón, como por la naturaleza defensiva de este tipo de empresas. Y Schoenhaut confía en la estabilidad de los dividendos de este tipo de empresas ya que a pesar de la recuperación post-pandemia no han elevado excesivamente los ratios de pago (payout ratio).

Por qué high yield

Por el contrario, está positivo con los fundamentales del crédito. Y de ahí el peso del high yield en cartera, uno de los puntos por lo que más le preguntan, como reconoce el propio Schoenhaut. A cierre de octubre suponía casi la totalidad de su exposición a renta fija entre el 31% en high yield estadounidense y el 3% en high yield europeo, en el caso del JPMorgan Global Income. En el JPMorgan Global Income Conservative también cuenta con una presencia relevante: el 19% en high yield estadounidense y el 5% en high yield europeo.

El gestor se mantiene firme en su convicción. “No huimos del high yield”, insiste. La clase de activos ha sufrido en 2022, pero más por el impacto de la duración que por un empeoramiento de los fundamentales. “El apalancamiento no se ha incrementado de manera dramática como en otras crisis y no veo que las tasas de impago se vayan a disparar aunque haya una ralentización económica”, defiende.

Dicho esto, en las últimas semanas han reducido ligeramente su peso en high yield, principalmente en emisiones europeas. También han recortado en deuda emergente y preferentes.

Escenario macroeconómico

A pesar de la prudencia que refleja la cartera, lo cierto es que la previsión macroeconómica que maneja el equipo gestor actualmente no refleja pánico. De hecho, el escenario base que mantienen para Estados Unidos no es la de una recesión y para Europa vaticinan una desaceleración leve. “Los altos niveles de ahorro han mantenido a flote al consumidor y las compañías no están entrando en esa ralentización económica con excesivo apalancamiento”, defiende Schoenhaut. Por ello, el equipo gestor no cree que estamos ante una crisis como la de 2008. “Simplemente no vemos esos excesos y desequilibrios del pasado”.

En cuanto a la inflación, el gestor cree que es demasiado temprano para cantar victoria. “Me preocupa que la reacción del mercado al último dato del IPC de EEUU fuese demasiado optimista. El camino es positivo, pero aún hay presión del sector servicios y los salarios”, explica.