Update del M&G (Lux) Global Floating Rate High Yield Fund: optimismo con el potencial de retorno de los bonos ligados a la inflación

Firma: cedida (M&G Investments).

Aún soplan vientos favorables para los bonos ligados a la inflación. Es la convicción de James Tomlins, gestor de renta fija de M&G Investments, que primero echa la vista atrás al año pasado. "La rentabilidad de los floating rate notes ha estado muy cerca del punto de equilibrio. Dependiendo de la divisa y de la clase de acciones del fondo, la rentabilidad es ligeramente negativa, algo entre el 0 y el -3%. Pero realmente la diferencia son los costes de cobertura y las comisiones de la propia clase de activos”, explica

El experto, que se sentó con FundsPeople en una visita reciente a Milán, atribuye este resultado a tres factores. En primer lugar, el riesgo de tipos de interés en la clase de activos era cero. La duración de los tipos de interés era de alrededor de 0,1 años. El otro factor determinante de la rentabilidad es el diferencial de crédito. Empezamos 2022 con un diferencial relativamente bajo, de 300 puntos básicos, que terminó el año rondando los 700 puntos básicos. Esta gran ampliación dio lugar a algunas pérdidas de capital en bonos, que luego se compensaron en gran medida con el yield generado. “Así, se podría decir que el rendimiento básicamente financió las pérdidas de capital para dar una rentabilidad casi nula a cualquier inversión en bonos o renta fija el año pasado", argumenta. Y esto, según Tomlins, fue un resultado muy bueno dadas las circunstancias.

Una oportunidad muy buena

Aunque en condiciones normales el profesional no se daría por satisfecho con una rentabilidad cero, viendo el año pasado todo es extremadamente relativo. "En particular, para la renta fija, fue francamente un año terrible si se tienen en cuenta los rendimientos de los bonos en la historia reciente", admite. Así pues, de cara al futuro, sobre todo para lo que interesa a los inversores europeos, diría que todavía estamos al principio del nuevo ciclo de política monetaria del BCE. La Reserva Federal, en cambio, va un año por delante. “Si yo fuera un inversor que invierte en dólares, me entusiasmaría menos el tipo flotante porque, probablemente, la Fed sólo aplicará una o dos subidas más, alcanzará un máximo y luego bajará rápidamente", afirma.

Por el contrario, centrándonos en Europa, la senda de subidas de tipos será probablemente poco profunda, pero más prolongada. Así pues, para un inversor europeo, las inversiones en bonos flotantes serán una característica muy útil y una buena posición táctica, sobre todo para los próximos 18 meses aproximadamente. "De hecho, el inversor puede beneficiarse del endurecimiento de la política a través de aumentos automáticos de los cupones. El segundo aspecto, probablemente el más importante, es el diferencial de crédito. Como ya he mencionado, hubo una gran revalorización de los mercados de crédito el año pasado, de 300 a 700 puntos básicos de diferencial. 700 puntos básicos que ya han puesto en precio en una recesión bastante mala para el crédito europeo", explica.

El experto también se centra en las tasas de impago, que probablemente se sitúen entre el 3% y el 4%, quizá el 5% en el peor de los casos en los próximos 12 meses. Sin embargo, esos 700 puntos básicos de diferencial implicarían que la tasa de insolvencia se acercase al 10% en los próximos 12 meses aproximadamente. "Así que, de nuevo, creo absolutamente que la tasa de impago subirá. Pero también que el diferencial de crédito y la prima de riesgo que se obtienen ahora lo compensan con creces. Por eso estamos convencidos de que el mercado de bonos ligados a la inflación, en particular, pueden generar rendimientos bastante elevados en el futuro".

Preferencia sectorial

Históricamente, si nos fijamos en la estrategia, los rendimientos se sitúan entre el 0% y el 5% en un año normal, porque se trata de una estrategia de baja volatilidad. "Este año, sin embargo, creo que podría rondar el 8% o el 9%. A día de hoy, el fondo ya tiene una rentabilidad ligeramente superior al 9%, lo que constituye un escenario muy inusual para esta clase de activos. Y no sólo eso: esto sólo ocurre si los diferenciales han subido significativamente, como ha sido el caso en el último año", explica.

No obstante, el fantasma de la recesión sigue presente. Y la forma de limitar este riesgo es centrarse en actividades defensivas, más resistentes a una posible onda expansiva. "Estoy convencido de que, en algunos sectores, la recesión será bastante dolorosa, sobre todo en las materias primas, donde los precios de los insumos energéticos son elevados y quizá no puedan repercutirse en los consumidores. El gasto discrecional es muy vulnerable en estos momentos y, por tanto, estamos infraponderados en él. Creo que las materias primas representan un espacio difícil para el consumidor europeo en estos momentos. En cambio, los bienes de consumo no discrecional, donde hay un buen poder de fijación de precios, creo que representan un buen segmento en el que estar”, explica.

Riesgos y características del fondo

En cuanto a los riesgos, este fondo es en realidad un instrumento de riesgo relativamente bajo cuando se trata de crédito de alto rendimiento. "No asumimos riesgos de divisas, todo está cubierto por la divisa base. Al igual que no tomamos riesgo de tipos de interés. Por tanto, lo que ocurra con los BTP, los bonos y los títulos del Tesoro no repercute en el fondo. No asumimos este riesgo. El principal riesgo es el riesgo de crédito. Si los diferenciales de crédito se amplían, los rendimientos se verán afectados. Esto frenará los rendimientos. Pero el principal riesgo son los impagos", señala el experto.

El fondo también se centra en bonos senior garantizados, lo que resulta muy útil durante una recesión y durante el aumento de las tasas de impago. "Los bonos senior garantizados tienden a estar más cerca de los activos y la tasa de recuperación en caso de impago es del 60% más la devolución del dinero, mientras que para los bonos de alto rendimiento convencionales puede ser de un 30-40% de media", explica. "Se trata, por tanto, de un colchón mucho mayor. Y eso nos ayuda mucho, porque si cometemos un error, el impago no es tan grande y las pérdidas no son tan graves", continúa.

En cualquier caso, se trata de un fondo único. Así resume Tomlins el M&G (Lux) Global Floating Rate High Yield Fund, que cuenta con el Rating FundsPeople en 2023. “La relación rentabilidad-riesgo, la volatilidad y el perfil de rentabilidad son muy similares a los de un fondo garantizado senior”, cuenta. Y sobre esta base, destaca dos ventajas competitivas del fondo que gestiona: "Es un fondo UCITS, a diferencia de los préstamos, que no tienen las características para entrar en esta categoría. Por tanto, podemos ofrecer operaciones diarias a precios diarios, mientras que es más difícil para el inversor final (y desde luego en Europa) exponerse a los préstamos. El otro factor positivo es que creemos que este fondo se comporta muy, muy bien en comparación con los ETF”.

Actualización del fondo

En cuanto a la selección bottom-up de las ideas en cartera, la estrategia no ha introducido muchos cambios porque la postura general ya era relativamente antiinflacionista. "Hicimos estos cambios en 2021, así que no tuve que cambiar mucho la cartera en el último año. Ya teníamos esa posición y creo que nos funcionó muy bien".

Lo que sí ha cambiado es la forma de expresar la visión. "Si nos fijamos en 2016 y 2017, el fondo tenía muchos derivados. Ahora alrededor del 85% son bonos físicos de tipo flotante y el resto son derivados. Este ha sido el gran cambio que hemos hecho en la cartera en los últimos años", concluye Tomlins.