Esto es lo que puede pasar si al value investing se le añade el factor de calidad

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Foto cedida

El Amundi Funds II – European Equity Value es uno de los productos de referencia de Amundi en España. Calificado como fondo Blockbuster Funds People y condecorado con las cinco estrellas Morningstar, esta estrategia de renta variable europea con filosofía value ha destacado en los últimos cinco años por el hecho de haber sido capaz de generar una rentabilidad anualizada neta del 11,2%, casi 3,7 puntos más que el comportamiento registrado por el MSCI Europe Value, su índice de referencia. El producto está gestionado por Andreas Wosol y Roberto Campani, quien acaba de estar de visita en España para explicar los entresijos de un fondo cuyo secreto del éxito radica en el hecho de haber extendido el concepto del value investing. “El value es mucho más que un estilo de factor”, afirma.

En una presentación a periodistas realizada en las oficinas de la entidad en Madrid, Campani explica que, a menudo, el concepto del value investing queda reducido a una simple apreciación del precio de una acción en función de su valoración relativa, apoyándose en múltiplos como el PER o el Valor en Libros (Price to Book Value). “Esta definición se queda demasiado corta. A nosotros no nos importa tanto el valor relativo como el valor intrínseco del negocio y el margen de seguridad que ofrece la compañía. El primer paso en nuestra filosofía es buscar empresas que estén cotizando con un descuento significativo. El segundo, que la compañía ofrezca un margen de seguridad de, al menos, el 20%”, indica.

En lo que respecta al primer punto, el gestor revela que el valor que ofrece una compañía proviene fundamentalmente de tres factores: de las inversiones que la compañía ha hecho ya, del valor que ofrezcan sus beneficios futuros del negocio actual y de las inversiones futuras previstas. “Nosotros definimos el value investing como el hecho de pagar significativamente menos por un negocio que merece la pena, comprando activos de calidad con un descuento importante, sin tener que desembolsar una prima, navegando incluso en aquellas empresas con un potencial de crecimiento que haya sido pasado por alto por el mercado”, subraya. En la práctica, esta definición que podría parecer muy genérica tiene implicaciones muy relevantes en lo que respecta a la composición de la cartera del fondo.

Actualmente invierten en 46 compañías europeas, generalmente grandes capitalizadas con un tamaño medio ligeramente inferior a la del benchmark (43.000 millones de euros frente a 61.000 del índice). El rasgo más distintivo de la estrategia es que el 65% de estos valores corresponden a compañías de calidad que generan beneficios de manera consistente y que –a juicio de los gestores- cotizan con descuento. “Son negocios de calidad que están baratos y que ofrecen un margen de seguridad de, al menos, el 20%”. El otro 35% de la cartera está en empresas value tradicionales, las cuales en estos momentos encuentran principalmente en las vinculadas a las materias primas. “Para estas compañías, el margen de seguridad que exigimos es mayor, del 30%”.

El proceso que siguen en el Amundi Funds II – European Equity Value no acaba con identificar valor intrínseco y márgenes de seguridad. Existen dos pasos adicionales que hacen referencia a la construcción de la cartera. El primero es el de otorgar a cada acción una ponderación muy similar en la cartera. “Si en estos momentos tenemos 46 valores, el peso de cada uno será aproximadamente de entre el 2% y el 3%. De esa forma evitamos concentraciones innecesarias que puedan desestabilizar la cartera”. El segundo es mantener una visión de largo plazo. “La rotación anual en los últimos tres años ha sido muy baja, situándose entre el 20% y el 30%. Hacemos un análisis puramente bottom-up. De hecho, el peso que cada sector tiene en cartera es resultado de este proceso de stock picking”, asegura.

En este sentido, el sector financiero es el que actualmente cuenta con un peso más elevado en cartera (25%), si bien se trata de un sector con un peso por debajo al que tiene en el índice. Por ponderación le siguen las compañías de consumo cíclico (15% del total), las energéticas (12%), las de salud (11,5%) e industriales (10,8%). Por países, Francia es el mercado que cuenta con un mayor peso específico (25%), tras el cual se sitúan el británico y el holandés, con un 18% respectivamente. Intesa San Paolo es, en estos momentos, la primera posición de la cartera, con un peso del 3%. Le siguen Total (2,9%), Royal Dutch Shell (2,9%), Koninklijke Philips (2,8%), Bayer (2,8%) y Alstom (2,8%). Si se compara con el MSCI Europe Value, el active share del fondo es del 69%.