En opinión de Aymeric Guedy, co gestor del Carmignac Sécurité, el crédito es actualmente una de las mejores clases de activos.
Luces y sombras para el inversor en renta fija. Las cicatrices de lo que fue el peor año para la clase de activos desde la creación de los índices de deuda, 2022, aún se notan en el apetito por liquidez y letras del Tesoro, pero el otro lado del ciclo de subidas de tipos más agresiva de la historia es esperanzador: que la gestión tradicional de la renta fija ha vuelto. Es el mensaje positivo que lanza Aymeric Guedy, co gestor del Carmignac Sécurité.
Uno de los buques insignia de la firma francesa Carmignac Gestion, el Sécurité no fue inmune a la corrección generalizada de la renta fija en 2022, pero, tras haber resistido a la tormenta, Guedy siente que están en un muy buen punto. ¿El principal motor? El carry, la tir que ofrece actualmente el mercado de bonos solo con una estrategia de buy and hold (comprar y mantener), sin depender de que haya una apreciación mayor.
En el caso de este fondo con Rating FundsPeople en 2024, la rentabilidad YTD (a cierre de septiembre) es del 4,36% en euros. Y, según cuenta Guedy, cerca de un 3% se explica por el carry; el resto, gestión activa de la cartera. “Nada comparable con las rentabilidades de la década anterior”, recuerda el gestor. Por el contrario, ven poco potencial de revalorización a través de un estrechamiento de los diferenciales, que ya se han ajustado bastante en los últimos meses. “Con un rendimiento medio al vencimiento superior al 4%, cercano al nivel que teníamos a principios de año, el rendimiento potencial del fondo sigue siendo sólido”, defienden.
Update del Carmignac Sécurité: últimos movimientos en cartera
¿Y cómo están construyendo ese carry en el Carmignac Sécurité? Pues principalmente con deuda corporativa. En opinión de Guedy, el crédito es actualmente una de las mejores clases de activos, con muchos vientos de cola. Uno es el panorama macroeconómico. El escenario base de la gestora es que no hay señales de recesión inminente ni en Estados Unidos ni en Europa, y veremos un soft landing de ambas economías.
Un segundo motor es la política monetaria. Tras la reunión de septiembre, Guedy considera que la Reserva Federal no se ha quedado rezagada en la curva. “Con el recorte de 50 puntos básicos han mandado un mensaje de que serán proactivos y que no temen sacar la artillería pesada si hace falta”, defiende.
El equipo gestor del fondo está muy positivo con el crédito tanto por la yield como por la fortaleza de los indicadores técnicos. Como bien resalta el gestor, hay fuerte demanda por papel corporativo a la vez que las emisiones se han templado. “El tamaño del mercado de high yield, por ejemplo, ha menguado notablemente”, apunta.
Y no solo es el carry lo que hace a la gestora estar positivos con el crédito sino los fundamentales. Por citar algunas ideas en la cartera, están encontrando oportunidades en un sector bancario bien provisto, en el energético con rentabilidad renovada, y en CLO, por la prima con la que cotizan.
Vuelven los activos refugio
También están aprovechando las valoraciones actuales para comprar protección. Principalmente, en el segmento crossover a través de derivados. “Al fin vuelve a haber valor en los activos refugio en renta fija. La parte principal de la curva de los bunds alemanes están por encima del 2%: el BCE tiene margen para hacer más si es necesario”, comenta Guedy. El objetivo es aplicar a la cartera una estrategia barbell que combine las oportunidades en crédito con un colchón en forma de protección por si se acentúan las tensiones geopolíticas.