Willem Keogh (UBS AM): “No podemos construir fondos solo porque les rodean las palabras de moda. Tienen que ser ideas invertibles”

Willem Keogh. Foto cedida (UBS AM).

Haciendo balance de los últimos 12 meses, Willem Keogh describiría 2022 como un año de dos mitades. Primero, para asimilar que se avecinan importantes cambios en las reglas del juego en el mercado. Segundo, para digerir las implicaciones de unas rentabilidades en los bonos que vuelven a terreno positivo. Y esto nos deja con dos tendencias claras que detecta el responsable de análisis de inversión de ETFs y de fondos índice en UBS AM: flujos hacia ETF de renta fija y sostenibles

La resiliencia de los ETF sostenibles

Es una de las tendencias más notables de 2022 a nivel de flujos. La resiliencia que han mostrado los ETF sostenible. Especialmente en el mercado europeo. Según cifras de UBS AM, los ETF ASG copan dos tercios de las entradas netas en lo que va de año. ¿Una consecuencia natural de la dirección en la que sopla la regulación actual? En opinión de Keogh, no necesariamente.

“La sostenibilidad siempre ha sido un tema de actualidad en Europa”, defiende el experto. En regiones como Estados Unidos, el regulador lo está abordando desde una perspectiva distinta que su homólogo europeo, pero en el Viejo Continente la sostenibilidad se ha vuelto la corriente dominante. “Y es una adopción que nace de la demanda del cliente”, afirma Keogh.

Tal es así que las versiones sostenibles están sustituyendo a sus homólogos tradicionales en el núcleo de las carteras. Ya no son apuestas nicho o tácticas ni están reservadas para los más comprometidos con el medio ambiente.

Retos en el camino hacia la sostenibilidad

Dicho esto, el experto reconoce que a nivel negocio tiene sus complejidades. “El inversor europeo no es una figura homogénea. En Europa hay diferencias regionales en la interpretación del concepto de inversión sostenible”, cuenta. Por ejemplo, hay clientes que buscan ETF muy cercanos a los índices de referencia tradicionales. Otros prefieren un enfoque best-in-class. Y luego están los países nórdicos, más avanzados en el debate, que entienden la inversión como una herramienta para lograr objetivos más concretos. Por ejemplo, ETF alineados con los Objetivos de Clima de París.

Esa fragmentación puede ser un reto durante el proceso de construcción de productos. “Queremos satisfacer la demanda de todos los clientes, pero también tienen que ser estrategias viables desde el punto de vista de los activos bajo gestión”, explica.

Y es precisamente la sostenibilidad el área donde Keogh prevé el potencial de crecimiento futuro del negocio de UBS ETF. Actualmente, el foco de los inversores está en las estrategias relacionadas con el clima. También hay apetito por la S, por lo social, pero de momento la complejidad reside en la construcción de las carteras. “Hay que escuchar las demandas del cliente, pero no podemos construir fondos solo porque les rodean las palabras de moda. Tienen que ser ideas invertibles”, insiste.

Sostenibilidad. Y un continuo foco en la innovación y en el cliente. “Es raro que simplemente lancemos un producto genérico. Queremos crear ETF para el largo plazo”, insiste.