A raíz de la pandemia del coronavirus, ha habido una serie de shocks emocionales y económicos que han provocado que el termómetro de riesgo del inversor se haya disparado en busca de encontrar más rentabilidad. La gestora ve clara la inversión en bolsa este año: “En renta variable, más que ver riesgos, creemos que no hay ningún argumento en contra para no estar invertido”, asegura Xavier Fábregas, director de Caja Ingenieros Gestión.
Nos encontramos en una fase del ciclo madura sin precedentes, explica Fábregas, en un entorno de tipos negativos. En bolsa, el punto crítico para el gestor no es tanto la región o el sector, sino la temática de impacto. “Nosotros estamos muy comprometidos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, tenemos algún fondo que intenta impactar directamente en alguno de estos objetivos. A través de ellos, puedes incorporar todas las microtendencias”, explica.
En Caja de Ingenieros Gestión éste es el enfoque con el que abordan las megatendencias, en lugar de utilizar criterios de exclusión: “Nos gusta que las empresas adapten sus planes estratégicos a la cultura del cambio”, apunta.
Otros activos
En renta fija, por el contrario, considera difícil encontrar oportunidades: “Hay que ser muy emprendedor o exótico a la hora de afrontar este activo. Un buen punto de partida puede ser la asimetría que te pueda dar el activo: si tienes poco que perder y mucho que ganar, tiene sentido”, asegura.
Creen que pueden tener sentido los bonos ligados a la inflación, sobre todo en Estados Unidos. También ven interesante la deuda emergente, con China como una buena alternativa. Mientras que la deuda en grado de inversión en euros la entienden como preservación de capital, ya que no hay upside por expectativa de rentabilidad.
Además margen de la renta fija y variable, la gestora utiliza como complemento en las carteras las materias primas. “Son la apuesta que hemos incorporado en los fondos multiactivo porque entendemos que tiene sentido. En concreto, nos gustan las materias primas agrícolas porque la pandemia condiciona las pautas de consumo y presiona el precio de algunos elementos básicos”, subraya.
