La situación de la banca privada en Galicia y Asturias

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Los responsables territoriales de banca privada debaten sobre el estado del negocio de la región. Además, se adjuntan los resultados correspondientes a Galicia y Asturias del II Estudio de Banca Privada.

En el actual complicado entorno marcado por la desaceleración económica, la elevada volatilidad y los bajos tipos de interés, el COVID-19 ha acelerado dos tendencias en la industria de la banca privada: la transición digital y la apuesta por la inversión socialmente responsable. Así lo han puesto de manifiesto los participantes del encuentro digital Insights Banca Privada, organizado por FundsPeople y patrocinado por Groupama AM, sobre las regiones de Galicia y Asturias, en el que también se ha hablado de las oportunidades que han surgido en el sector para aquellos que hagan una apuesta de valor diferencial en un momento de shock económico.

El COVID-19 ha acelerado el proceso de digitalización en banca privada, ha incrementado los contactos con los clientes a través de canales alternativos y ha aumentado la periodicidad de los mismos. Así lo pone de manifiesto, Carlos Alonso, director de Operaciones de Banca Privada Noroeste de Abanca, quien señala también que este proceso no solo se ha producido “en la parte operativa, sino en las relaciones en sí mismas”. Algo que también ha provocado algún daño colateral, como “una situación de wait and see por parte de los clientes, con la consecuente ralentización en la toma de decisiones en el proceso de inversión”. Además, “aunque desde Abanca Privada llevábamos ya cuatro años expandiendo nuestro modelo de gestión delegada de carteras, este mandato, que también requiere menos presencia, ha tenido un salto exponencialmente cuantitativo a lo largo de este año”.

José Celada, director Centro Galicia Sur de SabadellUrquijo, coincide en este punto al afirmar que “ha habido un incremento importantísimo de la demanda de gestión delegada. Es lógico, no solo por la reducción de contactos físicos y el aumento de los telefónicos, sino porque la gente quería proteger más la cartera y tener a una persona encima de ella”. Celada tiene “sus serias dudas” en volver a la situación anterior (en la que había menos reuniones pero eran fundamentalmente presenciales) porque se ha “traspasado un límite. Esa goma que estiras de más ya no vuelve con la misma flexibilidad. Volveremos a vernos, pero ni de lejos con la frecuencia o fórmula única que teníamos antes”.

En Galicia, por ejemplo, el 23% de las reuniones ya son digitales, según la encuesta del II Estudio de Banca Privada realizado entre FundsPeople y Tressis. Además, el 30% de las mismas tienen lugar una vez al mes, cuando ese porcentaje en enero era del 7%.

En el actual escenario, “la relación entre cliente y banquero se ha reforzado muchísimo”, apunta Fernando Ruiz, director de Banca Privada DT Noroeste de BBVA, para quien tanto las reuniones presenciales como telemáticas convivirán en un futuro porque como “seres humanos necesitamos contacto social y también inmediatez y flexibilidad”, además de que los encuentros en persona son “necesarios” en este sector y en especial en banca privada. En el proceso de confinamiento captar nuevos clientes ha sido difícil, pero los últimos meses han sido “más provechosos”, en palabras de Ruiz, porque, según explica, en el mercado hay mucha liquidez “y había muchos clientes que se habían quedado fuera”. “Si volvemos al confinamiento será más complicado, pero la parte digital que hemos impulsado nos ayuda a seguir con el negocio y a que los clientes sigan invirtiendo”, añade.

Este periodo ha sido complicado para todos, pero Enrique Gago, director de la oficina de Galicia de Alantra, asegura que ya en el pasado mes de mayo hicieron el primer cierre de un fondo de inversión alternativo especializado en deuda. “Ahora estamos con otro vehículo que genera un sorprendente interés entre los inversores. Nos encontramos con una situación que creíamos iba a ser más compleja, pero no lo está siendo”, comenta.

El ahorro está volcado al mundo de los depósitos. El cliente se ha refugiado ahí pese a los bajos tipos de interés por la volatilidad de los mercados. Y aunque los banqueros intentan que los clientes asuman riesgos la inflación no termina de llegar. “Además, provocar este movimiento en un mundo tan volátil es complejo porque puede fracasar en el intento y que la experiencia del cliente no sea buena. Si acaso con aquellos que tienen un planteamiento largoplacista puede ser una oportunidad”, añade.

Impulso a las inversiones con criterios ASG

Otra de las tendencias que ha acelerado la pandemia del nuevo coronavirus ha sido la inversión ASG. Según el II Estudio Banca Privada citado anteriormente, el 23% de los clientes en Asturias solicita información sobre inversión sostenible y megatendencias y el 40% de los mismos acaban invirtiendo en ellas. Es una nueva realidad dentro de la banca privada.

“Esto no va a ser una tendencia, sino un commodity”, asegura Julio Armada, director comercial de Banca Privada y Personal de la dirección territorial de Galicia de CaixaBank. Ha cambiado la sociedad “y todos tenemos que ser conscientes (independientemente de la normativa) de que en el binomio histórico de riesgo y rentabilidad hay que meter algo más y es ISR sin lugar a dudas”. Armada apunta también que “es necesario que los clientes se expongan a otro tipo de inversiones” y “que nosotros fortalezcamos ese discurso es incuestionable”. Además, señala también que “el hecho de que todos estemos apostando de forma estratégica por la gestión discrecional va a ayudar a que en los próximos años haya una mayor exposición a activos de mayor riesgo”.

Roberto García, director de Área Banca Patrimonial en Caja Rural de Asturias, asegura que sus clientes demandan cada vez más la ISR y las megatendencias, cuyas rentabilidades “están yendo muy bien este año porque son productos que suelen invertir en mercados extranjeros, sobre todo en EE.UU.”. No ocurre lo mismo con el capital riesgo, donde “les cuesta mucho entrar” dado su perfil “muy conservador”.

Sergio López de Uralde, Business Development Manager en España de Groupama Asset Management, ve un “rumbo claramente definido” en este aspecto y asegura que han tratado de especializarse y ofrecer al mercado estrategias nicho donde sus fondos ocupen puestos de relevancia en distintos rankings. Así, tienen tres soluciones de inversión. En primer lugar, un fondo de megatendencias multitemático con tres transiciones que incluye la digital.

En segundo lugar, un fondo de retorno absoluto muy conservador de renta fija, “interesante para la parte conservadora de la cartera en tiempos de tipos bajos”. Y en tercer lugar, el que denomina “buque insignia”, que existe desde 1994 y es un fondo de renta variable europea centrado en small y mid caps. Si bien López de Uralde afirma que darán mayor importancia a los criterios ASG y ampliarán en el futuro a un nuevo fondo que tenga en cuenta otras geografías, que no solo se centre en Europa.

Para Carlos Alonso (Abanca) el mecanismo de ayudas de la UE, el conocido como Next Generation, dotado con 750.000 millones de euros, que supone el 5,4% del PIB de la UE, ratifica claramente la apuesta por la inversión socialmente responsable. “Es una cantidad que no hemos visto nunca y atraerá oportunidades de inversión ligadas a la transición verde, la renovación de infraestructuras, la movilidad sostenible o la economía circular. Además supondrá un impulso a la innovación y la productividad y todo esto está alineado con las megatendencias”, afirma Alonso, quien añade que sus clientes, catalogados como conservadores, “empiezan a estar receptivos a otros tipos de inversiones”.

Capital riesgo para arañar rentabilidad

Los clientes también se decantan por el capital riesgo para arañar rentabilidad. Para José Celada (SabadellUrquijo) es “incontestable que ha aumentado la demanda porque las inversiones tradicionales no han proporcionado los rendimientos esperados, con malos comportamientos tanto de la renta fija como de los índices bursátiles español y europeo, en general”.

Además, descarta que haya miedo a comercializarlo mal, como ha sucedido en otras épocas pasadas, porque “nos enfocamos absolutamente en base al perfil del cliente y seleccionados previamente los fondos o sociedades de capital riesgo que les ofrecemos. Pasamos unos filtros muy importantes y nos alejamos mucho de las distribuciones masivas”. “La gente está confortable; además, en los momentos más duros de esta crisis, intensificamos nuestra relación en aras de paliar su deterioro patrimonial, nadie nos ha acusado de no anticiparnos a lo que pasó. No tenemos situaciones insalvables, la única es el COVID y, cuando se acabe, entendemos que todos mejoraremos de forma sustantiva”, añade.

Fernando Ruiz (BBVA) cree que tanto los productos de capital riesgo como los fondos de inversión sobre megatendencias y la inversión con criterios ISR son “las tendencias de estos tiempos” y entran dentro de “un proceso de diversificación porque son inversiones a largo plazo, descorrelacionan con los mercados y sus resultados han sido buenos”. En este sentido, apunta que “en BBVA hemos introducido un módulo de gestión sobre cuatro megatendencias, que son la sostenibilidad, la disrupción tecnológica, el consumo y los estilos de vida y los cambios sociales y demográficos. Estas megatendencias están cambiando el presente, van a cambiar el futuro y, además, han demostrado que son inversiones más rentables y con una repercusión social muy interesante”.

El futuro del sector: necesaria una apuesta de valor

¿Cuál será el futuro del sector? Para Enrique Gago (Alantra) “se abre un escenario interesante para el negocio de la banca privada, porque esta industria continúa en reconversión y es un proceso muy largo. También porque el escenario de tipos seguirá muy a la baja durante mucho tiempo. Y, además, porque estamos en un país donde desgraciadamente el impacto de la pandemia está siendo muy fuerte, tanto desde el punto de vista sanitario como económico”. En este sentido, cree que “va a haber una oportunidad relevante y de recorrido para el que tenga una propuesta de valor diferencial”. “Se abrirán oportunidades”, insiste, para advertir también de que como en todos los shocks económicos habrá partes de la economía que aprovechen el momento y otras que quedarán dañadas.

Según Julio Armada (CaixaBank), “la banca privada con una propuesta de valor más potente será la que tenga más posibilidades de generar esos ingresos necesarios para su mantenimiento y que contribuyan a su institución”. Pero, ¿en qué debería consistir? En su opinión, “los servicios tienen que estar muy delimitados para tener claro que se puede actuar sobre todo el espectro de los clientes, deben ser independientes, que tengan que ver con advisor, con servicio de RTO y con la carcasa de la discreción discrecional y el cobro explícito”.

Roberto García (Caja Rural de Asturias) se muestra muy positivo porque “la pandemia pasará, tarde o temprano habrá solución médica y volveremos a la normalidad. Nuestros clientes nos necesitan porque no hay otra alternativa para rentabilizar su dinero y el segmento será prioritario para las entidades en los próximos años porque es una de las pocas formas para generar ingresos en el entorno actual de tipos de interés”.

“El COVID ha cambiado el modo de estar en el mundo y el modo de invertir de los ahorradores”, afirma Sergio López de Uralde (Groupama AM). “Ha acelerado dos tendencias que estaban en auge en los últimos años: la transición digital y la inversión ASG, que es un pilar fundamental de nuestra gama de producto. Invertir en empresas que cuidan estos aspectos es invertir en las empresas del futuro, en los líderes del mañana”, concluye.


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