¿Es 2021 un año decisivo para los ETF sostenibles?

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TRIBUNA de Nina Petrini, responsable de ETF y Fondos Índice para Iberia y LATAM, UBS AM. Comentario patrocinado por UBS Asset Management.

Los flujos hacia productos sostenibles se intensificaron en 2020 a raíz de la pandemia y la falta de solidez del modelo económico actual. No obstante, hay otras razones por las que el mercado ESG está creciendo. Entre ellas se encuentran razones regulatorias (como la normativa SFDR), su perfil de riesgo/rentabilidad y, por último, aspectos éticos: nuestro planeta no puede ser consumido de esta manera.

Las cifras son claras. El crecimiento de los instrumentos ESG se aceleró en 2020, con Europa como líder global por delante de Norteamérica y Asia. Este crecimiento comenzó en 2015 en los países del norte de Europa y ahora se ha extendido al sur. En general, 2020 fue un año récord para esta clase de activos de gestión pasiva, que experimentó un incremento del 203% en Europa con respecto al año anterior, con un total de activos bajo gestión (AuM) que ascendió a 100.000 millones de dólares. A finales de Julio 2021, el mercado pasivo de ESG en Europa llegó a los 179.000 millones de dólares en activos bajo gestión(1). Basta con decir que a finales del segundo trimestre 2021, una tercera parte del libro de negocio de UBS ETF fueron activos dedicados a nuestra oferta sostenible(2). Por otro lado, la rentabilidad también ha contribuido al desarrollo del mercado ESG. Desde el inicio del 2020 hasta fin del primer semestre 2021, el índice sostenible MSCI World SRI ha obtenido un 38,14%, frente al 31,02% del índice tradicional MSCI World(3).

Por el momento, la mayoría de los flujos se dirigen a los productos de renta variable, pero esperamos un crecimiento significativo también en los productos de renta fija. Por ejemplo, en UBS AM ofrecemos algunas soluciones innovadoras para los bonos: ESG corporativo global, ESG gubernamental global, ESG gubernamental de la UEM, ESG agregado emergente con filtro IG (investment grade).

La normativa SFDR dio el impulso decisivo al crecimiento del mercado sostenible. El reglamento SFDR introduce requisitos de divulgación ESG para los gestores de activos, y tiene como objetivo contrarrestar el lavado verde. Es un primer paso hacia la normalización del mercado de productos sostenibles a nivel europeo. UBS ETF fue pionera en el ámbito de la sostenibilidad, ya que lanzó los primeros ETF de renta variable ISR en 2011 (2021 es el 10º aniversario). Desde entonces, la gama se ha enriquecido con numerosas soluciones de renta variable y renta fija.

En los últimos 10 años hemos visto una evolución en las cuestiones ESG que atraen a los inversores. Al principio, el cambio climático no era necesariamente uno de los temas clave. Pero con el tiempo se ha convertido en un elemento central en las evaluaciones de los inversores. Por ello, era natural que nos esforzáramos por ofrecer soluciones de inversión innovadoras vinculadas a esta creciente conciencia. Por ejemplo, los ETF de renta variable ISR también incluyen un factor de Low Carbon tras un reciente cambio de su índice de referencia.

Los acuerdos de París de 2015 atrajeron una atención adicional sobre el cambio climático y el aumento de las temperaturas. Los inversores interesados en emprender una senda de descarbonización o alinearse inmediatamente con los objetivos de París pueden utilizar dos tipos de Indices: El Climate transition Benchmark (Indice de referencia de transición climática) o el Paris Aligned Benchmark (Indice de referencia alineado con París). Los índices de referencia CTB y PAB tienen objetivos muy similares, diferenciándose únicamente en ciertos criterios de selección de valores.

El índice de transición climática sitúa la cartera en una trayectoria de descarbonización, es decir, en un camino gradual hacia la reducción de la huella de carbono. Sin embargo, el Paris Aligned Benchmark van aún más lejos. Alinean inmediatamente las carteras con el objetivo ideal para 2030: una reducción del 50% de la intensidad del carbono y la exclusión directa de todas las actividades relacionadas con los combustibles fósiles.

El recorrido hecho hasta ahora demuestra que la comunidad inversora apoya este desafío y entiende que la falta de acción no es una opción y, depende de cada uno el papel que quiera jugar en la lucha contra el cambio climático.

Fuentes:

1 ETFGI

2 UBS AM

3 Bloomberg