50 aniversario de la última misión Apolo: el nacimiento de una industria espacial

NASA en Unsplash

Han pasado 50 años desde la última misión Apolo, y ahora la conquista del espacio está renaciendo. Comienza una nueva era en la carrera por el espacio. A diferencia de las misiones pioneras de la NASA, el objetivo ya no es pisar la Luna, sino quedarse allí y crear una plataforma para explorar el espacio, incluido Marte. La nueva promoción de la Agencia Espacial Europea, presentada recientemente y de la que forma parte un astronauta español, no plantará una bandera en la Luna, sino que preparará un campamento base en ella. Es el amanecer de una nueva vida interplanetaria, como lo define Rolando Grandi, director del Echiquier Space de La Financière de l'Echiquier.

La misión Artemis iniciada por la NASA marcará el regreso del hombre a la Luna en 2026. Pero a su paso arrastrará a su paso múltiples proyectos. Para Grandi, anuncia el desarrollo de una nueva economía entre la Tierra y la Luna. Y el gestor nos pone en contexto con cifras : de aquí a 2030 están previstas nada menos que 150 misiones de exploración de la Luna. Se espera que las misiones de transporte de astronautas, suministros e infraestructuras sean el motor más potente de crecimiento de la economía espacial. Se espera que generen 216.000 millones de dólares en la próxima década, según un informe de Northern Sky Research. “Esta misión reabre la puerta del espacio y anuncia una nueva era”, sentencia.

La evolución del sector aeroespacial como inversión

En estos 50 años el sector aeroespacial ha evolucionado. Ahora podemos hablar de una industria, de un universo invertible. “Hemos asistido al desplazamiento de las actividades espaciales del sector público al privado”, analiza Grandi. El espacio 2.0 está en auge desde hace una década, sobre todo a raíz de los actores más emblemáticos, como SpaceX, cuyo impacto en la industria ha sido transformador. El desarrollo de nuevas tecnologías, como la reutilización de cohetes, está revolucionando el espacio al reducir el coste de su acceso.

Para el gestor, esta nueva generación de emprendedores está democratizando el acceso al espacio y desbloqueando su uso. Se están desarrollando nuevos negocios, ya sea en el ámbito de los datos espaciales, la comunicación o la construcción de estaciones espaciales privadas.  El Espacio 2.0 también integra cuestiones de sostenibilidad al estudiar la gestión de los desechos espaciales, el ciclo de vida útil de los activos enviados al espacio y las fuentes de energía limpia, como el hidrógeno.

Una industria invertible

“Al desarrollar asociaciones con empresas privadas, la agencia espacial estadounidense está cambiando su modelo y dando visibilidad a los actores privados”, cuenta el experto. Esta complementariedad en el espacio abre el campo de las posibilidades en el espacio. “Pero también en la Tierra, y será la fuente de un sinfín de oportunidades... El cambio de paradigma que se está produciendo podría ser el origen de una auténtica revolución en la vida en órbita y en la economía espacial”, vaticina Grandi.

Para el inversor, supone el nacimiento de un nuevo universo invertible. Cada vez hay más actores y proyectos, como resalta el gestor. Las salidas a bolsa se multiplican, abriendo nuevos horizontes, incluso para los inversores que buscan exposición al crecimiento y la innovación. “Se ha abierto una ventana de oportunidades con un potencial sin precedentes”, asegura Grandi. Estimado hoy en 400.000 millones de dólares, el mercado espacial podría alcanzar los 2.700.000 millones en 2045.