Michael Wood-Martin, gestor de Henderson Global Investors, reconoce que a muchos inversores les preocupa el impacto que la subida del impuesto pueda tener en la economía nipona.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, ha confirmado que sus planes de aumentar el impuesto del IVA seguirán adelante como estaba previsto, por lo que la tasa pasará el próximo mes de abril del 5% al 8 %. Esta noticia no es una sorpresa teniendo en cuenta que las últimas cifras del PIB, sobre las que el gobierno había dicho que iba a fundamentar el aumento del impuesto, fueron más fuertes que las estimaciones iniciales. “A pesar de que la subida de impuestos ha sido anunciada desde hace más de un año, existe el temor de que su introducción puede sumir a la economía nipona en recesión o a una desaceleración que la sitúe en un punto muerto. El Gobierno es plenamente consciente de esta posibilidad, por lo que antes presentará medidas para compensar cualquier reducción de la actividad económica. Entre ellas, aumento del gasto fiscal, exenciones de impuestos y esfuerzos para estimular el gasto”, explican en Henderson Global Investors.
Según Michael Wood-Martin, gestor de la entidad, desde el impacto que tuvo en el país el último aumento del IVA en 1997, que algunos esgrimen como argumento como impacto que podría tener en esta ocasión sobre la actividad, la economía nipona ha cambiado mucho. “En aquel entonces, con los estragos de la deflación, la medida supusieron la entrada en un período muy difícil para la economía . Esto dio lugar a la eventual limpieza del sector bancario varios años más tarde. Hoy el panorama económico es muy diferente. Los préstamos de las entidades financieras está aumentando, la vivienda se está recuperando y las perspectivas de rentabilidad de las empresas están mejorando ayudadas por la debilidad del yen. La inflación está empezando a volver”, asegura el experto.
Por otra parte, Wood-Martin asegura que desde el punto de vista político Japón parece encontrarse en la posición más sólida de los últimos tiempos, sin que durante los próximos tres años exista el estorbo de lo que suponen unas elecciones. “El popular primer ministro debe ser capaz de poner en marcha políticas para estimular aún más la actividad. La subida del IVA puede provocar algunos trastornos, pero confiamos en que esta medida se limitará a ser solamente una piedra en el camino de Japón hacia la recuperación económica”, indica.