Algunos numeritos

La falta de noticias ha sido paradójicamente la gran noticia que Venezuela ha aportado al mercado internacional de renta fija denominada en dólares. Sabemos que hasta el próximo 15 de agosto, y luego de una consulta con sus aliados políticos, el Presidente Maduro dará detalles sobre el ajuste fiscal, la consolidación en el BCV de los activos financieros denominados en dólares que hoy se encuentran en varios fondos de inversión, y tal vez más información sobre la manera sobre cómo funcionará la tan esperada unificación cambiaría.

Sin noticias locales, el discreto movimiento de precios a la baja de la deuda venezolana lo han generado los acontecimientos internacionales, es decir el recrudecimiento del conflicto en la Franja de Gaza, y la caída del avión de Malasya Airline en territorio ucraniano. Tales eventos seguramente alimentarán la volatilidad de los mercados en los próximos días, pero es poco probable que se desarrolle un conflicto mayor en Ucrania, pues ninguno de los actores involucrados puede costearlo, comenzando con Rusia que lucha por no caer en una recesión.

Mientras esperamos que el entorno internacional vuelva a la calma, podemos aprovechar el tiempo recordando algunas estadísticas de la deuda venezolana. Para comenzar no olvidemos que la prima de riesgo país medida a través de la cotización del CDS a 5 años (póliza de seguro contra la insolvencia de un bono soberano con vencimiento a dicho plazo) ha caído 17.52% desde finales del 2013, de 1.150 a 948 puntos básicos el pasado 18 de julio. Los papeles de deuda soberana venezolana denominada en dólares han subido en promedio 10% en dicho período (desempeño de Venezuela Global 22).

Los desembolsos por pagos de capital e intereses de la deuda externa venezolana (República más PDVSA) totalizaran, 10.1 millardos de dólares en el 2014, de los cuales ya se han cancelado a la fecha de hoy 2.7 millardos; 9,08 millardos en el 2015, 9,8 millardos en el 2016, 10 millardos en el 2017, bajando a niveles de 6,7 millardos anuales a partir del 2018.

Es muy probable que Venezuela modifique este cronograma de vencimiento, cambiando bonos que se vencen en los próximos cinco años por papeles a más largo plazo buscando diluir los fuertes vencimientos del período 2014-2017. Las posibilidades de lograr estas reprogramaciones son altas porque en este entorno de tasas bajas denominadas en dólares, existe una alta propensión por parte de los grandes inversionistas institucionales a tomar más riesgo con tal de incrementar retorno.

Sin embargo, es importante destacar que mientras más rápido se defina y ejecute el plan de ajuste, mejores serán las condiciones que podrían obtenerse en un plan de reprogramación de vencimientos de la deuda externa nacional, que en este momento representa 34.20% del PIB venezolano (indicador calculado a la tasa de cambio de 6.30 bsf. por dólar). Mientras el momento del ajuste llega pongamos estos numeritos el contexto de lo que podrá ser la demanda de divisas en los próximos años, cifras que aún no conocemos.