La sicav de MCH Investment Strategies, gestionada por Carlos Fernández y Álvaro Sanmartín, cumple un año de vida.
Alinea Global, la sicav de MCH Investment Strategies, gestionada por Carlos Fernández y Álvaro Sanmartín cumple un año. Alinea tiene una filosofía de retorno absoluto, basada en el análisis macro de política económica y de economía política desde una perspectiva global.
La principal apuesta actual de la sicav se centra en el dólar. “El riesgo de deflación en la eurozona al mismo tiempo que la Fed retira estímulos debería traer un euro más débil” señalan los gestores. Sin embargo, ese debilitamiento no se está produciendo todavía, ya que en su opinión “el Banco Central Europeo (BCE) le está mostrando al mercado que es asimétrico en defensa del objetivo de inflación”. Con un 0,7% de inflación interanual frente al objetivo del 2% “los mercados se están dando cuenta de la inacción del BCE, por lo que el euro se sigue apreciando, lo que a su vez alienta las presiones deflacionistas ”.
Fernández y Sanmartín señalan además que la apreciación del euro frena las ganancias de competitividad que ha habido en los países periféricos. Ahora bien, el techo de este recorrido puede estar cerca, ya que en su opinión “si desde el 99 la media del cruce ha estado en 1,22 el 1,39 no tiene sentido”.
Parte de esta apuesta por el dólar se articula a través de renta fija en dólares a corto plazo, lo que además les aporta algo de carry y otra parte a través de acciones americanas, que suponen más o menos la mitad de la exposición a renta variable del total de la cartera (entre un 40% y 50%). Para los gestores, el mercado estadounidense “no está barato, pero tampoco lejos de su fair value, y tiene menos riesgo a la baja que Europa”.
Por sectores la apuesta es por bancos, tecnología y reindustrialización por menores costes energéticos. Se trata de apostar por distintos niveles de valoración respecto al índice. La bolsa europea supone menos de una cuarta parte del total de renta variable y se centra fundamentalmente en compañías industriales que les gustan y que funcionan como inversiones temáticas. En cuanto a los mercados emergentes, la exposición actual está limitada a un 5%.
La apuesta por la renta variable se basa en que “estamos relativamente positivos sobre la economía mundial”, una visión en la que, a su juicio, los principales riesgos serían un frenazo de la economía china, una excesiva aceleración en Estados Unidos que generara presiones inflacionistas antes de lo esperado y la situación no resuelta de alta deuda pública y de bajo crecimiento potencial en Europa
En cuanto a Japón, la política expansiva parece estar funcionando, lo que ya se ha reflejado en el tipo de cambio y en la inflación. Las negociaciones salariales deben traer un aumentos de sueldos, lo que tendría un nuevo impacto en los precios, que justifica su posición corta en el bono japonés, “una apuesta muy asimétrica, que además añade descorrelación al conjunto de la cartera”.
Las posiciones en renta fija se completan con posiciones con más duración fuera de la zona euro como en Suecia y Polonia y con algunas apuestas en emergentes, algunas de ellas a más largo plazo como en el caso de países con buenos fundamentales como México y Colombia, compradas aprovechando los fuertes recortes en los precios.