América Latina y Caribe: crecimiento “Made in China”

Hasta el momento las previsiones de crecimiento para América Latina se han mantenido positivas entre 3,5% y 4,5% en 2011 y 2012, con tasas de inflación entre el 6% y 7%. Además, la percepción de riesgo soberano es relativamente baja. De hecho, en un desarrollo sin precedentes, los mercados perciben hoy que el riesgo de impago de la deuda soberana de varios países de América Latina, incluyendo Colombia, Chile y Perú, es menor que el de Francia.

Si bien las consecuencias de la incertidumbre global actual están en gran medida fuera del control de la región, no es momento de permanecer inactivo. Una interrogante central para la región hoy en día es si se puede sacar el máximo provecho de su relación con China para convertir su vigorosa recuperación reciente en crecimiento sostenible sólido a futuro. Para entender mejor esas perspectivas, la Oficina del Economista Jefe del Banco Mundial para la región ha publicado un nuevo informe, “América Latina y el Caribe el crecimiento de largo plazo: ¿Hecho en China?

El estudio realiza un análisis a profundidad de la relación China-América Latina, particularmente en lo que se compara con Japón y sus interacciones con economías de Asia oriental desde 1970 hasta la década de los 90. El informe concluye que el papel de China en América Latina tendrá que adaptarse y evolucionar si va a tener un impacto duradero y positivo.

"Hay poca evidencia de que China puede desempeñar un papel en el fomento del crecimiento de la productividad para América Latina y el Caribe", según el economista jefe del Banco Mundial para la región, Augusto de la Torre. "En este nuevo contexto de escaso dinamismo económico en los EE.UU. y Europa, una cuestión clave es si América Latina puede aprovechar sus conexiones con China cada vez más profundas y convertirlas en fuente importante de crecimiento a largo plazo".

Los años de oro de los Tigres de Asia oriental se caracterizaron por grandes flujos de comercio intra-industrial e inversión extranjera directa de Japón, con una distribución significativa de tecnología y conocimiento en general. La primera década de las relaciones de China con América Latina no ha tenido buena parte de ese prometedor intercambio.

China se ha convertido en el principal socio comercial para algunos de los países grandes de la región. El comercio entre China y estos países ha girado en torno al intercambio de los abundantes recursos naturales de la región, y bienes de baja tecnología de China que requieren mano de obra intensa para producir. Este tipo de comercio generalmente limita el potencial de ganancias de tecnología e intercambio de conocimientos.

Esto no quiere decir que no ha habido avances desde el auge de las materias primas en la región, afirma el informe. Algunos puntos destacables muestran que ciertos sectores de materias primas en ALC se benefician de la innovación tecnológica y la generación de empleo local y de calidad. Una extensa red de empresas locales en Perú y Chile, por ejemplo, se están beneficiando de sus vínculos con la extracción de la minería y la cría del salmón, respectivamente.

A no ser que estas condiciones favorables se generalicen, sin embargo, es difícil esperar que la región finalmente comience a reducir la brecha con las naciones avanzadas. El desempeño de crecimiento de ALC durante el siglo XX fue lamentable - con un ingreso per cápita estancado alrededor del 30% de los EE.UU. En comparación, los países de Asia oriental vieron sus ingresos per cápita, que eran sólo un 15% del de los EE.UU. en la década de los 60, aumentar fuerte y constantemente hasta llegar a más del 70% de los EE.UU. en 2010.

El hecho de que la región se enfrenta en este momento a presiones inflacionarias derivadas de la actividad económica fuerte es un claro recordatorio de una triste realidad: la región tiende a chocar con "los límites de velocidad estructurales" incluso con tasas de crecimiento relativamente bajas.

Mientras que las economías de alto rendimiento de mercados emergentes de Asia pueden sostener tasas de crecimiento anual en el rango de 6% a 9%, sin consecuencias inflacionarias, en la mayoría de países de América Latina las tasas de crecimiento no inflacionario que se pueden sostener durante largos períodos oscilan por debajo del 5%.

Algunos de los factores que ayudan a explicar estas diferencias en el potencial de crecimiento son:

- La densidad de carreteras de América Latina ha disminuido 15% desde la década de 1980, mientras que se ha expandido un 30% en los países asiáticos.

- La capacidad eléctrica instalada de América Latina era de cerca del 17% por debajo de los Tigres en la década de 1980. Ahora es casi un 50 % inferior.

- En América Latina el porcentaje de población con educación superior ha aumentado del 9,5% en 1990 al 14,2% en 2009, pero palidece en relación con los Tigres asiáticos donde el porcentaje ha pasado del 10 al 20% en el mismo período.

Por otro lado, De la Torre explica que la región ha desarrollado sistema democráticos dinámicos que a largo plazo pueden contribuir a asegurar que el progreso en estas áreas claves sea sostenible.

Adicionalmente, algunas de las condiciones externas clave para aumentar la tasa de crecimiento de América Latina de manera sostenible por encima del promedio mundial existen: países grandes y en crecimiento con una fuerte demanda de exportaciones de la región, elevados precios de las materias primas y bajas tasas de interés mundial. Aprovechar la oportunidad en este entorno favorable requerirá una combinación de políticas bien diseñadas y adecuadas que mantengan la estabilidad macro financiera al mismo tiempo que fomenten la productividad.

Puede acceder al informe completo en este link.