Amundi Responsible Investing Impact Green Bond: filosofía, estrategia y posicionamiento de uno de los fondos de bonos verdes más vendidos en España

Alban de Fay
Foto: Cedida por Amundi.

El interés de los inversores españoles por los bonos verdes va en aumento y eso ha hecho que algunos fondos que invierten en este segmento de mercado ya hayan superado los 100 millones de euros en activos en España. Uno de ellos es el Amundi Responsible Investing Impact Green Bond, producto que este año cuenta con Sello FundsPeople, con la calificación Blockbuster. “Los bonos verdes han surgido como una herramienta eficaz para canalizar las inversiones hacia los objetivos de mitigación del cambio climático mediante la financiación de proyectos con beneficios ambientalmente sostenibles, como las energías renovables (paneles solares, turbinas eólicas), los edificios energéticamente eficientes o el transporte limpio (vehículos eléctricos)”, explica a FundsPeople Alban de Fäy.

El gestor del fondo revela que la filosofía de inversión del fondo es financiar la transición energética invirtiendo el 100% de la cartera en bonos verdes de alta calidad que tengan un impacto positivo y medible en el medio ambiente, a la vez que ofrecen una rentabilidad atractiva a lo largo de los diferentes ciclos económicos. “Para ello, evaluamos el aspecto medioambiental de los proyectos financiados por los bonos verdes, considerando el impacto positivo generado expresado en toneladas de emisiones de CO2 evitadas por millón de euros invertido”, destaca.

La estrategia tiene como objetivo navegar a lo largo de los ciclos económicos aprovechando al máximo las discrepancias del mercado resultantes de sus opiniones fundamentales, sobre macroeconomía, el estado de las compañías, las calificaciones ASG, el análisis de los bonos verdes, las valoraciones y otros factores técnicos, y lo que el mercado está valorando.

Universo invertible y filtros que aplica

El universo de inversión está formado por bonos verdes emitidos en cualquier divisa, alineados con los Principios de los Bonos Verdes. “Estos bonos deben cumplir los criterios definidos por los Principios de los Bonos Verdes en cuanto a: 1) la descripción del proyecto y el uso de los fondos, 2) el proceso de evaluación y selección de los proyectos, 3) la gestión de los fondos hasta que se utilicen en su totalidad, y 4) la presentación de informes que incluyan la lista de proyectos financiados y su impacto previsto”, indica el gestor.

Tal y como detalla, estos bonos verdes proporcionan un alto grado de transparencia de la utilización del capital y un impacto tangible para los inversores preocupados por los criterios ASG. “Excluimos de este universo a los emisores que tienen una calificación ASG de F y G (utilizando una escala que va de la A a la G; siendo la A la mejor, y la G la peor) que revela las peores prácticas ASG. Esta puntuación ASG se basa en nuestra metodología propia de análisis y calificación ASG, que mide la capacidad de una compañía o un emisor para anticipar y gestionar los riesgos y oportunidades A, S y G inherentes a su sector y a su situación individual”.

También aplican la política de exclusión de Amundi, que deja fuera a los emisores que no cumplen con la política ASG de la gestora, las convenciones internacionales, los marcos reconocidos internacionalmente y las regulaciones nacionales, así como la exclusión de sectores controvertidos como el carbón y el tabaco. Por último, se aseguran de que la puntuación ASG del fondo sea superior a la del mercado de bonos verdes y prestan una atención específica al impacto del bono desde una perspectiva medioambiental.

“Por ejemplo, algunos sectores son clave en la transición energética, como el químico, que es un gran productor de CO2. Esto significa que los bonos verdes emitidos por compañías químicas tienen un mayor impacto. Hay margen para el crecimiento, ya que este sector representa sólo el 1% del mercado de bonos verdes, en comparación con el 18% de los servicios públicos”.

Posicionamiento actual

Desde principios de año, el fondo ha batido ligeramente al mercado de bonos verdes gracias a su posicionamiento relativamente corto en duración frente al universo de bonos verdes (7,6 frente a 8,2) en un contexto de subida de tipos. “Hemos favorecido el crédito, el sector inmobiliario y el universo BBB frente al resto del segmento investment grade. Recientemente, el ruido en torno al sector inmobiliario (China y Adler) y la volatilidad de los tipos han llevado a los mercados al modo risk-off y han desencadenado una ampliación de los diferenciales que ha afectado a la rentabilidad de la cartera, que sobrepondera este sector”, justifica.

En octubre, el comportamiento de la cartera se vio afectado tanto por el entorno de los tipos de interés como por la ampliación de los diferenciales en términos absolutos. “En términos relativos, el fondo obtuvo un rendimiento ligeramente superior gracias a nuestra concentración en los vencimientos intermedios de la curva y una menor sensibilidad al carry, a pesar del aplanamiento de la curva de rendimientos y de nuestra exposición a Italia”, concluye.