Así es como piensan y gestionan los artífices del Nordea 1 – Stable Return

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Foto cedida

Se cumple el décimo aniversario del Nordea 1 – Stable Return, uno de los fondos mixtos más populares tanto en España como en Europa. La estrategia fue creada en noviembre de 2005 por Asbjørn Trolle Hansen, Claus Vorm y Kurt Kongsted, quienes coincidiendo con los 10 años de vida del fondo han querido intercambiar impresiones sobre el riesgo, la rentabilidad y la estabilidad mostrada por una estrategia que fue concebida para contar con una perspectiva de riesgo para gestionar la rentabilidad en lugar de un enfoque basado en clases de activos. “Cuando desarrollamos la estrategia, el sector estaba lleno de productos obsoletos”, asegura Vorm. Tardaron un año en lanzar el fondo, incluidos todos los preparativos. “Curiosamente, también se tenía una percepción bastante baja de los rendimientos  en 2005, por lo que en ese momento ya existía en la comunidad  financiera una tendencia a buscar alternativas a los bonos”, recuerda Asbjørn.

Prescindieron de la asignación de capital a clases de activos y en su lugar se decantaron por un enfoque basado en asignar contribuciones al riesgo. Tras definir este aspecto, identificaron oportunidades de inversión abiertas en el conjunto del mercado. “Nuestro enfoque era muy poco usual, bastante exclusivo. Ciertamente no era habitual en absoluto ofrecer esta flexibilidad a los responsables de la asignación de activos. Para obtener flexibilidad necesitas medir el riesgo de cada inversión de la cartera en lugar de prestar una atención excesiva a las diferentes ponderaciones en clases de activos individuales. Esta estrategia permite al gestor trabajar con soluciones basadas en el riesgo como la nuestra, que es realmente necesaria para aprovechar de la mejor forma posible la diversificación del mercado. Si bien  no es todavía una práctica generalizada en el mercado, goza de más reconocimiento y aceptación”, explica Asbjørn.

Según el gestor, incluso hoy en día muchos fondos equilibrados flexibles oscilan siempre hacia la clase de activo con la percepción más alta de rentabilidad esperada. “Nosotros nos aseguramos de controlar el riesgo y de contar con instrumentos de amortiguación del mismo en el fondo. La mayor parte de nuestros competidores aplica esta estrategia en menor grado, lo que puede conllevar una desventaja: si buscas obtener la mayor rentabilidad y la cosa sale mal y el riesgo no está bien gestionado, los inversores estarán en dificultades. Es en este contexto en el que hemos destacado en los últimos años”, asevera. Para medir y controlar el riesgo, cuentan con diferentes medidas cuantitativas. Lo que buscan es hacer el riesgo más transparente. “Tenemos un objetivo de preservación del capital. Podemos calcular diferentes métodos para determinar si el riesgo es alto o bajo y cuál sería el peor resultado”, revelan.

¿Qué entienden por riesgo…?

Según Asbjørn, generalmente el riesgo ocupa un lugar secundario en la economía. “La comunidad financiera presta demasiada atención a la rentabilidad. Para mí, la diversificación del riesgo es la única barra libre que existe en los mercados financieros. ¿Por qué no dedicar, por tanto, la mayor parte de los recursos a este aspecto e intentar obtener el máximo valor asociado a la diversificación?”, se pregunta. Para Kongsted, el riesgo no se puede separar de la inversión. “Está asociado a ella, pero es un elemento al que hay que prestar atención. Si el riesgo está gestionado, el objetivo se puede conseguir. Probablemente el mayor riesgo es ser incapaz de reconocerlo. Por lo tanto, es mejor mostrarse siempre escéptico”. Según Vorm, el riesgo está asociado a las oportunidades. Es necesario correr riesgos para generar mejores resultados. En la vida personal, al igual que en el mundo de las inversiones, es necesario cuantificar el riesgo de alguna forma”.

¿… y qué entienden por estabilidad?

Entre las preguntas que Vorm cree que el gestor debe hacerse es cuánto riesgo se puede asumir y cuáles son las posibles consecuencias? “Por supuesto que existen incertidumbres, pero cuando el objetivo es la estabilidad no podemos evitarlas, son un componente del mercado. Cuanto mejor se cuantifica el riesgo, más fácil resulta tolerarlo”. Los tres tienen el mismo concepto de lo que es la estabilidad. Para Kurt, es la ausencia de sorpresas. “Es lo opuesto a una vida llena de sobresaltos. Puede sonar un poco aburrido. A veces puede que eches de menos las subidas, pero también evitas las bajadas. Menos volatilidad, eso es estabilidad”. Para Asbjørn, significa poder estar tranquilo. “En términos de inversión, para garantizar la estabilidad es esencial gestionar el riesgo y evitar que el resultado sea demasiado incierto”. Vorm la define como algo sólido que proporciona protección y seguridad. “La estabilidad es algo que te permite dormir bien toda la noche. En general, es una palabra positiva”.

Los tres gestores comparten las distintas tareas. Sin embargo, dividen equitativamente la toma de decisiones relativas al fondo. El equipo gestiona más de un producto: un grupo de 40 personas gestionan 70.000 millones en activos netos. Cuentan con profesionales especializados en diferentes fuentes de riesgo y rentabilidad. “El equipo prepara una gran cantidad de ingredientes diferentes y nosotros cocinamos diferentes platos con ellos”, afirma Vorm. Cuando se les pregunta si han producido acontecimientos en el pasado que les hayan logrado ajustar la estrategia del Nordea 1 – Stable Return, Asbjørn señala a la crisis financiera. “Aunque nos fue bien con respecto a otros fondos, no cabe duda de que también hemos aprendido de la experiencia. Creo que hoy el fondo está más equilibrado que antes y que las caídas de las bolsas desde entonces también demuestran el buen equilibrio y la diversificación del fondo”.

Expectativas de cómo gestionar de cara al futuro

De cara al futuro, Vorm considera que seguirá existiendo una necesidad de buscar fuentes de rentabilidad de bajo riesgo. “Pero no todos los que funcionan hoy seguirán haciéndolo dentro de 10 años. Los bonos han funcionado muy bien durante varios años, pero el entorno está cambiando y salta a la vista que ha llegado el momento de sustituirlos. Esa es la razón por la que desarrollamos nuestros modelos constantemente”, señala. Asbjørn, por su parte, espera que dentro de 10 años sigan teniendo la energía necesaria para buscar formas de crear estabilidad para los 10 siguientes. “Por tanto, espero que dentro de 10 años volvamos a poder comentar la satisfactoria estabilidad conseguida y la energía e ideas que tenemos previstas para los 10 próximos”, concluye el gestor de Nordea.