Así se gestiona un fondo centrado exclusivamente en la tecnología blockchain

Erick Swords
Foto cedida

El BNY Mellon Blockchain Innovation es un fondo centrado exclusivamente en la tecnología blockchain. Su estrategia consiste en identificar e invertir en empresas de todo el mundo que habilitan o usan la tecnología de cadena de bloques (blockchain) y que son actores clave del ecosistema blockchain. Según explica Erik Swords, gestor de este producto de BNY Mellon IM, la temática blockchain está evolucionando rápidamente y puede dividirse en tres grandes categorías: 1) sistemas financieros, con un énfasis en la transferencia de valor; 2) blockchain para empresas, centrado en la transferencia de bienes, servicios y datos, y 3) tokenización de activos, que se centra en la transferencia de activos físicos y que será el siguiente gran pilar de crecimiento dentro del ecosistema blockchain.

“Las características del fondo demuestran la naturaleza global de blockchain, que está presente en todas las regiones, capitalizaciones de mercado y sectores e industrias, por lo que representa un factor de disrupción para todas las empresas. Nuestro universo de valores relacionados con esta tecnología está creciendo y ahora mismo abarca 285 empresas que ofrecen diversas oportunidades por tamaño, geografía o sector”, revela.

Proceso de inversión

Su proceso de inversión se apoya en una plataforma de análisis global en la que colabora toda la gestora y que aprovecha el conocimiento especializado de más de 20 expertos de distintas industrias. Este conjunto de conocimientos se complementa con equipos de análisis alternativos que se centran en investigar cuestiones geopolíticas y de mercados privados.

“La amplitud de este conocimiento especializado nos llevó a identificar blockchain como una temática de inversión hace ya tiempo. En 2016, el equipo empezó a crear nuestro propio universo de inversión, compuesto por acciones que estaban expuestas a la temática blockchain. Además, cada valor recibió una calificación para indicar su relevancia o pureza (baja, media, alta) y se asignó a una subcategoría dentro de nuestra propia taxonomía blockchain”, señala. Tras gestionar una cartera de prueba durante un año aproximadamente, lanzaron el fondo en febrero de 2019.

“Como parte de nuestro proceso, el equipo se reúne formalmente todas las semanas para revisar el posicionamiento de la cartera, las empresas que se han añadido o eliminado de nuestro universo, revisar en detalle los análisis de riesgo con nuestro gestor de carteras cuantitativo, así como revisar las calificaciones ESG y otras cuestiones que afecten a los valores y que requieran de nuestra atención”.

Una vez al mes, cuentan con la participación de uno o dos de sus expertos sectoriales y de un miembro del equipo de mercados privados para analizar a fondo sus respectivos sectores y ver cómo les afecta la tecnología blockchain. “Esto suele ayudar a ampliar nuestro universo de empresas cotizadas y de mercados privados y nos proporciona una sólida base de conocimiento fundamental sobre las empresas que forman parte de la cartera y del universo. Varias veces al año, como mínimo, traemos a un experto externo para charlar sobre tecnología blockchain. La construcción de la cartera es un proceso iterativo por parte del equipo; Erik Swords es quien toma la decisión final, con la ayuda y el asesoramiento de Justin Sumner, Jonathan Piskorowski y Christine Cappabianca”.

Posicionamiento actual de la cartera

Su cartera se compone actualmente de 41 valores pertenecientes a nueve de los sectores que define la clasificación GICS y repartidos entre más de 10 países. “Nos alegra que muchas empresas relacionadas con blockchain hayan salido a bolsa, ya que esto amplía nuestro conjunto de oportunidades a la vez que nos permite mantener una cartera de inversión pura en la temática de blockchain. Como era de esperar, la capitalización de mercado media ponderada de la cartera se ha reducido bastante en los últimos meses con la incorporación de nuevas empresas de tamaño pequeño y mediano. Es un buen ejemplo de cómo evoluciona nuestra cartera conforme lo hace la temática y estamos aprovechando nuestra experiencia para ir puliendo la cartera a medida que llegan al mercado nuevas oportunidades y descubrimos nuevos casos de uso de blockchain entre las cotizadas ya existentes”.

Aproximadamente el 70% de la cartera es una mezcla de sector tecnológico, financiero y de comunicación, lo que se corresponde con las categorías de sistemas financieros y blockchain para empresas de los tres grandes grupos descritos anteriormente.

“En los últimos seis meses, hemos ampliado nuestra exposición a finanzas descentralizadas (DeFi), criptodivisas e infraestructuras de criptoactivos, insurtech (aseguradoras de base tecnológica) y empresas de gestión de la cadena de suministro relacionadas con blockchain. Además, realizamos nuestra primera inversión directa en el ámbito de las criptodivisas con la compra de Grayscale Bitcoin Trust (GBTC), una decisión basada en nuestro riguroso análisis fundamental, que también incorpora análisis de valoración, al igual que con el resto de las inversiones de la cartera”.

Qué requisitos debe cumplir una empresa para formar parte de la cartera

Siguen un proceso de inversión fundamental que se centra en identificar oportunidades de crecimiento (growth) robustas y sostenibles que lideren el mercado gracias a un uso innovador de la tecnología blockchain.

“Idealmente, los valores que forman parte de la cartera combinan unos fundamentales sólidos, una elevada relevancia de la temática blockchain y un gran mercado potencial, sujeto a la disrupción. Como la temática es novedosa y evoluciona rápidamente, no tenemos en cuenta el porcentaje de ingresos para evaluar la exposición de una empresa a la tecnología blockchain. En vez de eso, nos centramos en la pureza o la relevancia de la temática para su negocio, lo que puede adoptar diversas formas que suelen ser subjetivas y que se basan en nuestro análisis fundamental y en un conocimiento experto del sector”.

Sí requieren que las empresas cuenten con una capitalización de mercado mínima de 250 millones de dólares y un volumen de negociación diario que permita garantizar la liquidez a medida que aumente el patrimonio del fondo, en línea con la política de gestión de la liquidez y del riesgo de la firma.

Rasgos idiosincrásicos

Según explica, el BNY Mellon Blockchain Innovation Fund es único entre sus comparables porque no se centra en las criptodivisas, sino que invierte en todo el ecosistema blockchain.

“En nuestra opinión, este enfoque más amplio nos permite generar mejores rentabilidades ajustadas al riesgo con una menor volatilidad a largo plazo que las alternativas centradas en criptodivisas. Ahora mismo, aproximadamente un tercio de la cartera está correlacionado con criptodivisas, pero la mayor parte se vincula al ecosistema general de las criptodivisas (servicios y plataformas que están surgiendo en torno a las criptodivisas)”.

Otro aspecto diferenciador es que no consideran a las mineras de materias primas como proveedores puros de blockchain. “Aunque esto ha lastrado la rentabilidad relativa a corto plazo, dado el entusiasmo del mercado con esta temática, creemos que nuestro enfoque resulta prudente a largo plazo, a medida que el mercado vaya distinguiendo los modelos de negocio sostenibles y de mayor calidad. La estrecha colaboración con nuestro equipo de análisis de mercados privados ha incrementado de forma significativa nuestra exposición a organizaciones privadas que van camino de salir a bolsa”.

“Consideramos que se trata de una ventaja competitiva con respecto a los ETF activos, puesto que podemos adaptarnos en tiempo real a las nuevas emisiones del mercado. Dependemos en gran medida de nuestra extensa plataforma de análisis y del conocimiento especializado que está muy bien documentado en informes y otros documentos de análisis publicados a lo largo de los seis últimos años”, concluye.