Junto al análisis fundamental, los aspectos ESG que también analiza CaixaBank AM pasan por tener en cuenta que en el aspecto medioambiental las tecnológicas están “muy comprometidas, ya que los indicadores de emisión de gases contaminantes están mejor que la media, intentan optimizar el consumo de recursos limitados como el agua o las emisiones de calor de los productos tecnológicos”.
En cuanto al aspecto social, lo que más analiza la gestora es cómo gestionan los recursos humanos, máxime cuando se producen ajustes importantes. “A nivel de sostenibilidad, hay que valorarlo, porque las reestructuraciones repercuten en el performance”, apunta María Jesús Martínez Pardell, portfolio manager en Equities de CaixaBank Asset Management.
Por último, en la gobernanza, exige “transparencia, que se mejore en el Consejo de Administración en número de miembros independientes, diversidad, mejora en cuanto a igualdad en número de mujeres y hombres, con procesos de control dentro de los objetivos marcados, etc.”.
Martínez reconoce que todo puede ser mejorable. En este sentido, menciona por ejemplo la comunicación de las tecnológicas que, a veces, “por competencia son algo reticentes a dar toda la información de cómo gestionan su ESG”. Con todo, afirma que “las compañías se muestran más permeables al engagement, ya que el mercado lo está demandando más”.
Llama la atención en que, a priori, no excluye compañías dentro de su universo de tecnología y de servicios de comunicación, pues aquellas que tienen capacidad de mejora son las que a largo plazo pueden aportan recorrido a las carteras. Ciertamente, reconoce que lo que se gestiona son expectativas, pero que “si hay un compromiso por parte de la compañía y son conscientes de dónde tiene sus puntos a mejorar, lo van a hacer, pues normalmente estas compañías son grandes y sostenibles” y considera que hay que valorarlas porque “tienen track record de ejecución”.
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