Aspectos a tener en cuenta para invertir en renta variable emergente, explicados por Devan Kaloo

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Foto cedida

Cuando los inversores piensan en los emergentes, los suelen asociar generalmente con grandes altibajos, sobre todo en la parte de renta variable. “Lo importante es que ahora los emergentes han pasado de un sentimiento negativo motivado por causas domésticas a verse afectados por las circunstancias globales”, explica Devan Kaloo, responsable global de renta variable de Aberdeen Standard Investments. Kaloo se refiere a que el comportamiento de estos mercados se explica más por la fuerte presencia de inversores extranjeros en las bolsas emergentes, más que los locales. “Esto es debido a que en estos países los tipos de interés aún son muy altos, por lo que los institucionales domésticos prefieren invertir en renta fija; al mismo tiempo, los inversores minoristas tienen menos riqueza, y prefieren invertir en renta variable”, indica.

Durante una jornada con periodistas celebrada recientemente en Edimburgo, Kaloo ha impartido una auténtica clase magistral sobre todos los aspectos que deben tener en cuenta quienes decidan apostar por esta clase de activo. Ha recordado asimismo que “los mercados emergentes presentan una gran brecha de volumen diario y free float con respecto a los desarrolladas: sus acciones son negociadas de forma menos activa, y por tanto el trading afecta más a la volatilidad, fomentando el divorcio con los fundamentales”. Kaloo afirma que “no se necesita mucho dinero para mover a los emergentes”; pone como ejemplo el caso de la propia Aberdeen: en el año que generó más volumen en emergente, movió 96.000 millones de euros.

El responsable de renta variable en Aberdeen Standard Investments añade que la gestión pasiva “ha sido un componente activo del universo emergente en los últimos años”, pues ha actuado como un motor del volumen en estos mercados y ha alimentado “largos periodos de revalorizaciones al alza o a la baja”.

Durante su masterclass, Kaloo ha recordado que una de las críticas más comunes a la inversión en emergentes es la falta de una correcta representación del universo en los índices. Sin embargo, los principales indicadores del mundo emergente han evolucionado en los últimos años, incrementándose la representación de las compañías tecnológicas y reduciéndose uno de los sectores más tradicionales en este universo, el de las materias primas. Adicionalmente, se ha incrementado la presencia de China en los indicadores, y para muestra la reciente inclusión de las acciones clase A en el MSCI Emerging Markets. En resumen, “los índices de emergentes de hoy son muy distintos a los de hace seis años”.

Lo que no ha cambiado, en opinión del experto, es la finalidad de estos mercados: “Los mercados emergentes se diferencian de los desarrollados en que permiten captar nuevo capital, las empresas emergentes salen a bolsa para poder financiarse. En cambio, el número de OPVs en los países desarrollados ha caído dramáticamente”.

De hecho, para el experto las dos grandes historias en torno a los emergentes que están protagonizando este 2017 son precisamente que “la tecnología se ha convertido en el mayor componente de crecimiento en los emergentes, que ya no son una historia de materias primas”, así como “la recuperación de los márgenes y de la rentabilidad”.

En esta segunda historia son varios los factores que están en juego: por una parte, que los emergentes han incrementado el comercio internacional dentro del propio universo emergente, reduciendo su dependencia de EE.UU. y Europa. “Al ser los emergentes menos dependientes del capital extranjero, cuando los bancos centrales de sus países rebajan los tipos generan una aceleración del crecimiento, por lo que ahora los emergentes están creciendo más rápido y se está incrementando la brecha entre emergentes y desarrollados”, explica Kaloo. Éste concluye que la situación está generando “el comienzo de un ciclo de recuperación de la rentabilidad en emergentes”: a mayor crecimiento, más probabilidad de que en el futuro la tasa neutral de los tipos suba y, por consiguiente, más incremento de los márgenes.

Desafíos y obstáculos

El responsable global de renta variable también apunta a dos grandes desafíos que debe afrontar la clase de activo. El primero, que también percibe como una gran fuente de preocupación, es el extraordinario apalancamiento de China (cerca del 250% de su PIB a finales de 2016). “La clave está en el aumento de emisiones de deuda corporativa. En algún momento será demasiado, es un gran problema para el mundo financiero y necesitamos ser conscientes de que la situación es insostenible”, afirma.

Dentro de ese gran apalancamiento juegan un papel clave las empresas estatales chinas, que suponen el 36% de la presencia china en índices emergentes. “La dirección de estas empresas plantea dudas sobre su eficiencia y rentabilidad”, indica. Si a esto se suman las dificultades del país para hacer que su sistema financiero reduzca la morosidad en coincidencia con una fase de expansión de crédito, se entiende que Kaloo hable abiertamente de una situación preocupante: “Es necesario que se establezca un sistema apropiado de balances de comprobación, ahora estas empresas se están convergiendo hacia los estándares internacionales de gobernanza y esto es importante, porque ayudaría a las compañías a afrontar shocks externos”, concluye.

La segunda gran amenaza que afrontan los emergentes a ojos del experto es el viraje – por el momento dialéctico- hacia una postura más proteccionista, después de décadas de globalización. “Los emergentes son más sensibles al proteccionismo que otros mercados, no debemos dejarnos engañar por la percepción de que se ha reducido el riesgo político”, sentencia Kaloo.