¿Fondo activo o ETF para invertir en renta variable americana? Es la gran pregunta que se hacen los inversores cuando se plantean invertir en renta variable americana. ¿Apostar por un fondo gestionado activamente o decantarse por un ETF que busque simplemente replicar el comportamiento del S&P 500? ¿Qué es mejor? En términos generales, los que opten por un fondo activo saben que tendrán que pagar una comisión de gestión más elevada a cambio de alfa. Los que prefieran un ETF tendrán que hacer un desembolso menor en comisiones, pero manteniendo exposición a todas las compañías que integran el índice, sin que exista ningún tipo de distinción entre las ‘buenas’ y las ‘malas’.
A nadie se le escapa que Estados Unidos está considerado el mercado más eficiente del mundo, lo que significa que, en teoría, toda la información debería estar recogida en los precios. Por este hecho y por la propia composición del índice, el S&P 500 es uno de los índices más difíciles de superar. De hecho, el número de gestores que han conseguido batirlo de manera constante a lo largo del tiempo es relativamente reducido. Uno de ellos es Adrian Brass, gestor del FF America Fund, el fondo estrella de renta variable americana de Fidelity Worldwide Investment. Desde que Brass tomó las riendas del mismo, el fondo ha superado sistemáticamente a más del 90% de los integrantes de su categoría y batido al S&P 500.
“Espero que la trayectoria del FF America Fund ayude a convencer a los inversores de que se puede batir de forma constante al índice. Lo que es absolutamente crucial en mercados bursátiles relativamente eficientes como el estadounidense es tener a tu disposición excelentes recursos de análisis bottom-up. En un plano más conceptual, estoy plenamente convencido de que las decisiones de inversión deben basarse en un análisis riguroso y estudios prospectivos, en lugar de fijarse simplemente en el tamaño de las empresas, que es obviamente lo que se recibe cuando se invierte pasivamente en índices de capitalización bursátil. El problema de estos índices es que, por definición, darán más peso a las empresas que han tenido un buen comportamiento en el pasado y que se han revalorizado”, explica el gestor.
Para los inversores que se preocupan con razón por no pagar por una empresa más de lo debido, Brass considera que este tipo de metodología de asignación de activos es problemática. “De hecho, la tendencia que manifiestan las asignaciones de activos pasivas y basadas en la capitalización a ser retrospectivas es especialmente preocupante en estos momentos, en los que los márgenes de explotación de las empresas estadounidenses están cerca de sus máximos históricos. Discriminar las empresas es más importante que nunca para poder diferenciar a los ganadores a largo plazo de las compañías que podrían ver reducidos sus márgenes”.
Según explica el gestor, los estudios académicos revelan que los gestores que más se desvían de sus índices (los que tienen un elevado porcentaje de dinero gestionado activamente) y poseen trayectorias sólidas suelen batir a sus índices de referencia antes y después de comisiones. “El FF America Fund tiene una de las mayores tasas de dinero gestionado activamente de su sector (81%, frente a la media del 65% de los primeros 50 fondos de gestión activa), lo que significa que los inversores tienen un fondo de gestión activa muy distintivo que invierte con verdadera convicción en las mejores ideas resultantes del análisis ascendente de Fidelity”, asegura.
En el otro extremo se posiciona Juan San Pío, responsable de ventas institucionales de Lyxor ETF para Iberia y Latinoamérica. Él está entre los que defienden la idoneidad de seguir una estrategia de gestión pasiva para invertir en renta variable americana. “Si nos fijamos en el S&P 500, este índice se encuentra consistentemente en el primer cuartil comparándolo con todos los fondos de inversión de gestión activa que tienen como benchmark este índice. Por tanto, la decisión debería ser muy clara en este caso para cualquier inversor. Asumir un riesgo gestor y pagar comisiones más elevadas no tendría mucho sentido en este caso”, afirma.
Aunque San Pío reconoce que “siempre se puede encontrar un gestor o un fondo que esté batiendo al S&P 500”, considera que “la realidad es que el S&P 500 permanece constantemente en el primer cuartil y, por lo tanto, son pocos los fondos de inversión que consiguen batir a este benchmark realizando una gestión activa. La decisión más razonable sería ligarse al propio índice y, por tanto, invertir a través de un ETF”, indica. Entre los aspectos importantes en los que el inversor se debe fijar a la hora de seleccionar un ETF es el ‘tracking error’, esto es, el grado de precisión con la que el producto replique el comportamiento del índice americano. La apuesta de San Pío es el Lyxor ETF S&P 500, producto que cotiza en la Bolsa de Madrid.