Aspectos positivos y negativos a tener en cuenta de cara a 2013

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“No hay duda de que estamos viviendo el mayor experimento monetario de los últimos tiempos. Más del 70% de los bancos centrales de las economías del G-20 tienen los tipos de interés en el 2% o por debajo de este nivel. Dado que el consenso apunta a un objetivo de inflación del 2%, las tasas reales han sido y seguirán siendo negativas durante algún tiempo, un signo de dinero fácil”, asegura Robert Spector, gestor de carteras institucionales de MFS Investment Management. “Cuando se combina con una política de expansión de las hojas de balances por parte de los bancos centrales, a través de programas de flexibilización cuantitativa, la política monetaria adquiere un nuevo significado”, afirma.

Según explica el experto, esta política ha reducido los riesgos de cola. “El riesgo de deflación, por ejemplo, ha sido evitado, mientras que los relacionados con el sistema bancario han disminuido”. Esto ha tenido también un claro efecto sobre los mercados. “Los precios de los activos de más riesgo, como las acciones o los bonos corporativos, se han recuperado. Si bien ha habido volatilidad como consecuencia de las oscilaciones entre periodos de mayor y menor aversión al riesgo, la renta variable global ha superado el comportamiento de los bonos del Estado desde finales de 2008”, asegura Spector. Menos éxito han tenido los bancos centrales en lo que respecta a consolidar una recuperación sostenida de la economía mundial.

Existen algunos indicios que, según el experto, resultan alentadores. “Hay signos de una recuperación en la industria manufacturera y el comercio mundial, mientras que en Estados Unidos el mercado inmobiliario está dando síntomas de mejoría (mayor actividad y aumento de los precios de la vivienda). Esto es positivo para la riqueza de los hogares y la confianza de los consumidores, así como para los balances de las entidades financieras”, asegura. Por otro lado, el gasto debería aumentar al calor de algún tipo de acuerdo entre demócratas y republicanos respecto al abismo fiscal. “Las empresas han retrasado sus decisiones de gasto debido a la incertidumbre que genera el fiscal cliff. De hecho, existe una demanda acumulada en el sector empresarial”.

Por otro lado, las políticas de austeridad fiscal en Europa dejarán de ser un problema. “Aunque seguirán su curso, no serán el próximo año un lastre para el crecimiento económico como lo han sido en 2012. A esto hay que sumar que los riesgos financieros en la eurozona han disminuido gracias a la actuación del BCE durante el verano y el otoño”. Y se esperan más. Spector considera que la política monetaria que mantendrán las principales autoridades monetarias del mundo seguirá sirviendo de apoyo, con nuevos programas de flexibilización monetaria en Estados Unidos en el primer trimestre del año, nuevos recortes de los tipos de interés en Europa y medidas enérgicas por parte del Banco de Japón para combatir la deflación.

“Si bien hay razones para ser cautelosamente optimistas sobre las perspectivas macroeconómicas, importantes obstáculos permanecen en el camino”. Entre ellos, el gestor de MFS Investment Management cita el abismo fiscal, cuestión que sigue sin resolverse. “Ha habido algunos avances tras las elecciones de Estados Unidos, aunque no es imposible que la economía caiga por el precipicio fiscal a principios de 2013. Si los políticos optan por posponer cualquier acción decisiva y optan por dar a la lata una patada hacia adelante, sólo crearán más incertidumbre debido a que el país pronto se enfrentará, una vez más, a su techo de deuda”. También Grecia acapara de nuevo los titulares, con una deuda evidentemente insostenible (170% de deuda respecto al PIB).