Bankinter reorienta sus carteras modelo de fondos hacia las dos grandes medidas de Trump

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frank mckenna, Unsplash

Con Jerome Powell designado para gobernar la Fed a partir de febrero de 2018 y la gran reforma fiscal aprobada ya en la Cámara de Representantes y en el Senado, Donald Trump ha desplegado durante el último mes parte del programa financiero y económico que prometió cumplir cuando tomó las riendas hace poco más de un año de la presidencia de Estados Unidos.

Aunque la gran mayoría de los expertos de mercado han atendido, sobre todo, a la segunda de las medidas, ambas tendrán implicaciones directas sobre el comportamiento de las empresas norteamericanas, algo que algunos analistas y selectores de fondos ya empiezan a implementar de forma táctica en sus carteras. Es el caso del equipo de Análisis de Bankinter, dirigido por Ramón Forcada, que ha reorientado sus carteras modelo de fondos hacia estas dos medidas en la parte de renta variable como gran novedad de la última actualización mensual.

En primer lugar, ha incorporado el fondo Robeco US Premium Equities en lugar del Morgan Stanley US Advantage. “A pesar de que este fondo [el Morgan Stanley US Advantage] ha mostrado un excelente comportamiento en 2017, introducimos este cambio táctico con el objetivo de posicionar la cartera de cara a la incipiente rotación de sectores desde tecnología hacia bancos, favorecidos por la intención de Powell de no crear más exigencias regulatorias para el sector financiero”, justifica el banco español.

La otra gran novedad sectorial en esta parte de sus carteras es incorporar el fondo Legg Mason Royce US Small Cap Opportunity Fund, ya que sus analistas consideran que “las compañías de menor tamaño pueden ser las más favorecidas por la reforma fiscal de Trump”. En líneas generales, esta gran reforma fiscal plantea un recorte de impuestos cercano a los 1,5 billones de dólares en la próxima década. En concreto, la reducción impositiva a las empresas sería del 35% al 20% y, para la población general, los tramos fiscales se reducirían de siete a cuatro (12%, 25%, 35% y 39,6%), se aumentarían las deducciones a familias, se duplicaría el mínimo exento (de 12.000 a 24.000 dólares en parejas) y se liquidaría el impuesto de sucesiones, hasta ahora vigente sólo para herencias superiores a los 5,6 millones de dólares.

En sentido amplio, Bankinter mantiene una estrategia de inversión centrada en renta variable, que está ofreciendo “resultados satisfactorios”. A su juicio, “la fase de ajuste en renta variable parece haber terminado y el mercado cuenta como facto de soporte con un entorno macro sólido y capaz de sorprender positivamente de forma recurrente”. Por eso, los cambios en cartera no tienen que ver tanto con activos o geografías, sino más bien con sectores.