Aunque considera que estamos en un entorno aún difícil y volátil, Craig Blessing, Managing Director y miembro del equipo de Gestión de Carteras de Renta Fija en Blackrock, piensa que el mercado de high yield es muy atractivo y ofrece muchas oportunidad
“Paso dos terceras partes de mi tiempo en Estados Unidos, y el resto lo divido entre Europa, Asia y Latinoamérica. Contamos con oficinas en Nueva York, Londres y Singapur. Somos un equipo muy global”, comenta Blessing. “Nuestros clientes son institucionales, tanto de Estados Unidos como offshore”, añade.
“Los inversores latinos son en general inversores de bonos más que de renta variable, y dentro de bonos, en mercados emergentes aunque sean más volátiles. Estamos viendo una tendencia hacia el mercado de high yield, en busca de una mayor rentabilidad”.
Según el directivo, el “mercado de high yield está en buena forma”. El diferencial sobre los bonos del tesoro americano es atractivo con respecto al riesgo de impago (con un spread de mas de 600pb y un riesgo de default del 2%).
“Los aspectos técnicos del mercado continúan mejorando. Por un lado, los flujos de caja de las compañías son buenos, con una buena gestión de los costes, que se mantienen bajos”, comenta. “ En consecuencia, el ratio de apalancamiento ha disminuido sensiblemente”.
Según el gestor de Blackrock, el mercado de high yield cuenta con las características tanto de los bonos (vencimiento fijo y un cupón alto) como las acciones (una prima de riesgo que varia en función de la calidad de crédito y condiciones de mercado), dándole el potencial de un rendimiento atractivo total en mercados alcistas y un cupón atractivo en entornos menos favorables. Es además una buena opción de diversificación, pues en los últimos 25 años, la correlación con los bonos de grado de inversión y el tesoro americanos ha sido prácticamente cero (0,13 y -0,18, respectivamente), y de 0,66 con respecto a la renta variable.
“Por tanto, con aspectos técnicos mejorando, compañías en buena forma y valoraciones atractivas, el mercado de high yield es actualmente una clase de activo muy interesante, con una compensación elevada”.
Blessing cree “que el high yield ofrecerá rentabilidades entre el 7 y 8% durante los próximos 12 – 24 meses, aunque aún en entorno tremendamente volátil”.
Dentro de sus principales apuestas sectoriales se encuentran: Energía Independiente (pequeñas compañías de petróleo), servicios de consumo cíclico y productos químicos.
Por el contrario, infranponderan el sector tecnológico, por su volatilidad, el sector financiero y las compañías de consumo, que considera tienen aún mucha deuda que pagar.
Dentro del grado de high yield, casi el 80% de la cartera está invertida en compañías con calificación “B” y “BB”. “Existe aún mucho riesgo a nivel macro, y las empresas por debajo de este nivel de rating son mas sensible a este entorno”.