Tras dos años de bajo rendimiento relativo frente al MSCI World, el fondo temático de BNP Paribas AM busca reposicionarse con una tesis basada en crecimiento estructural, innovación tecnológica y valoraciones atractivas.
Durante 2023 y buena parte de 2024, el mercado bursátil global mostró una concentración sin precedentes. Apenas una minoría de compañías, lideradas por los gigantes tecnológicos de EE.UU., impulsaron las rentabilidades del MSCI World. En ese contexto, estrategias como BNP Paribas Aqua, , fondo con Rating FundsPeople centradas en el agua y distribuidas por BNP Parabas AM, quedaron rezagadas.
Justin Winter, gestor del fondo desde Impax AM (la boutique especializada participada por BNP Paribas AM desde 2007), explica que esta situación ha generado un punto de entrada atractivo. “La depreciación relativa ha sido notable. Pero en 2025 ya hemos empezado a ver un rebote. La estrategia ha comenzado a recuperar frente al MSCI World”, comenta.
Con más de 6.500 millones de euros bajo gestión, la estrategia mantiene su filosofía original: invertir en empresas con al menos un 20 % de ingresos procedentes de actividades relacionadas con el agua. Desde 2008, BNP Paribas Aqua acumula una rentabilidad anualizada del 13,45 % neta de comisiones, superando al índice de referencia en 100 puntos básicos.
Más allá de un enfoque defensivo
Aunque el agua puede percibirse como una temática estable y poco cíclica, la composición del fondo desmiente esta idea. La cartera combina compañías defensivas y cíclicas en una proporción variable, habitualmente cercana al 55 % para las primeras y al 45 % para las segundas. Esta distribución se ajusta según criterios de valoración y expectativas macroeconómicas.

“Muchas de las empresas clasificadas como industriales no están ligadas directamente a la producción industrial. Fabrican bombas especializadas para sectores como salud o consumo, por lo que su sensibilidad cíclica es más limitada”, detalla Winter. El objetivo es mantener una cartera equilibrada, con capacidad de capturar crecimiento durante las expansiones económicas, sin renunciar a la resiliencia en contextos de recesión o shocks de mercado. La asignación actual se sitúa cerca del máximo permitido para sectores cíclicos, lo que refleja una visión constructiva a medio plazo.
Tecnología e infraestructura: motores del crecimiento estructural
Uno de los ejes del fondo es la transformación tecnológica del sector del agua. La digitalización de redes de distribución, la gestión de fugas, el tratamiento de contaminantes emergentes y la irrigación inteligente constituyen líneas clave de crecimiento. “La innovación es fundamental para responder al estrés hídrico global. Desde medidores conectados hasta software de modelización, las soluciones tecnológicas están integradas en muchas compañías de la cartera”, explica el gestor.
Al contrario de lo que ocurre en otros sectores, estas innovaciones no provienen de startups disruptivas. Son compañías consolidadas del sector del agua las que absorben empresas tecnológicas más pequeñas e integran sus soluciones. Firmas como Xylem o Veolia han capitalizado esta tendencia.
El fondo también se beneficia de un ciclo de inversión pública en infraestructuras sin precedentes, especialmente en EE.UU., donde el nuevo periodo regulatorio contempla un incremento del 40 % en la inversión de las compañías de agua reguladas.
Valoraciones, reequilibrio sectorial y potencial de re-rating
Según datos de BNP Paribas AM, a cierre de 2024 el fondo cotizaba a un PER a doce meses de 18,6 veces, ligeramente por debajo de su media histórica y con descuento frente al MSCI World. Este diferencial se explica en gran parte por la exclusión de mega-cap tecnológicas, que representaron una parte desproporcionada del rendimiento del mercado en los últimos dos años. Como sostiene Winter, “Históricamente, la estrategia ha generado un crecimiento de beneficios superior al del mercado. En esas condiciones, debería cotizar con prima, no con descuento”.
Además, en lo que va de 2025, el fondo ha comenzado a superar al índice global, gracias al mayor interés por empresas con valoraciones atractivas, exposición a temáticas estructurales y fundamentos sólidos. Si bien aún no se observan entradas netas significativas, desde la gestora sí se espera que el cambio de sentimiento impulse los flujos en el corto plazo.
Como se observa en el siguiente gráfico, el fondo ha cotizado con prima respecto al mercado global gracias a su capacidad de generar crecimiento de beneficios superior. Sin embargo, la creciente concentración del mercado ha provocado un descuento inusual, que podría marcar un punto de entrada, según comenta Winter.

Diferencias clave frente a sus competidores
El universo invertible del fondo incluye unas 300 compañías con exposición relevante al agua, de las que selecciona entre 40 y 60. Frente a otros productos temáticos del mercado, BNP Paribas Aqua aplica una exigencia mínima del 20 % de ingresos procedentes del agua y evita incorporar compañías de gestión de residuos no relacionados o industrias adyacentes.
“Otros fondos incluyen nombres como Republic Services o Waste Management. Nosotros mantenemos una pureza temática más alta, lo que también explica parte de la divergencia en rendimiento reciente”, aclara el gestor.
El fondo se compara oficialmente con el MSCI World, aunque la evaluación interna se realiza frente a un índice específico de agua y un grupo de fondos comparables, reflejando mejor su universo temático.
Por otro lado, Winter comenta que la exposición a compañías reguladas representa alrededor del 20 % del fondo. Estas empresas, especialmente en Reino Unido y EE.UU., cuentan con ciclos regulatorios de cinco años que ofrecen alta visibilidad sobre beneficios futuros. El gestor comenta que el agua no es una cuestión partidista. Es una necesidad básica. “Existe consenso político y social en torno a la inversión en agua potable y saneamiento”.
Además, la exposición a regulaciones específicas —como el endurecimiento de normas sobre PFAS (contaminantes) representa una oportunidad más que un riesgo para muchas compañías del fondo, al impulsar la demanda de tecnologías de tratamiento.