"Aunque nadie sabe cuáles serán los efectos reales de Trump a partir de enero ni las consecuencias de la salida de Reino Unido de la Unión Europea", la política está actuando como elemento desestabilizador, comentan Lionel Aeschlimann, socio gestor, y Gero Jung, economista jefe de la entidad.
Dibujar las perspectivas para 2017 exige detenerse en lo que ha ocurrido a lo largo de este año, especialmente en la esfera política: Brexit y Trump, especialmente, abriendo camino para las elecciones de Francia en abril y mayo, y Alemania en la segunda mitad de año.
Aunque “nadie sabe cuáles serán los efectos reales de Trump a partir de enero ni las consecuencias de la salida de Reino Unido de la Unión Europea”, la política está actuando como elemento desestabilizador, comentan Lionel Aeschlimann, Socio Gestor, y Gero Jung, Economista jefe de Mirabaud Asset Managment.
“No se puede decir que los partidarios del Brexit o Trump sean ignorantes o gente sin estudios, sino que es un movimiento fruto de una realidad: la desigualdad social”, señala Aeschlimann, porque “aunque a nivel mundial la desigualdad ha disminuido, no está ocurriendo lo mismo a nivel país”.
La política, por tanto, ha puesto de manifiesto la necesidad de ser flexible para adaptarse, y beneficiarse, de los vaivenes del mercado, pero teniendo “humildad para reconocer que los mercados no solo se mueven por aspectos fundamentales, sino también políticos, monetarios, etc”.
En materia de Brexit, no creen que haya vuelta atrás en la salida, pero la mutua dependencia de ambas regiones les obliga a pactar. “Todo el mundo habla muy fuerte antes de las negociaciones, es parte de las mismas”, apunta Aeschlimann, “Inglaterra está casada con la UE pero dormían en camas separadas”.
Optimismo moderado
Esperan un crecimiento mundial en torno al 3,3%-3,4%. Un crecimiento moderado presionado por dos elementos fundamentales que marcan la evolución de las economías en el largo plazo: demografía y productividad. En términos demográficos, África es la única región en la que crece la población activa, pues incluso en Asia está cambiando debido, especialmente, a la política de hijo único de China. Por su parte, la productividad (producción por trabajador) sigue presionada a la baja ante unas empresas que siguen sin invertir.
Por regiones, en Estado Unidos asistiremos a un proceso positivo de normalización monetaria (dos alzas de tipos en 2017 y tres en 2018). En el plano político se desconocen aún las políticas que se aplicarán, y aunque Trump como empresario siempre ha sido muy personalista, como presidente ha de contar con el apoyo de ambas Cámaras, y aunque de mayoría Republicana, el partido es amplio con un ala más a la derecha y otra más social.
Para China el mensaje es más alentador que otras casas. “Cuando hay una buena noticia sobre China pasa desapercibida”, señalan, “si es mala ocupa las primeras páginas de los periódicos”. Ellos prefieren valorar el “track record” del Gobierno de “hacer lo que dice” y su compromiso con llevar a cabo una transición de su economía hacía un mayor peso del consumo y los servicios, y menos inversión y exportaciones. Todo ello basado en una confianza discutible sobre los datos publicados: “en Suiza el dato de PIB a cierre de año tarda seis semanas en publicarse, en China se conoce el 1 de enero”, apunta Jung.
Mientras, en Europa la clave vendrá de la mano del BCE, de quienes espera que amplíen el QE a partir de marzo de 2017. Relativamente optimistas con España tras la formación del Gobierno. “Ahora hay certidumbre y ello será positivo sobre el consumo y la inversión, lo que implicará menor dependencia del sector exterior. Además, la situación en el Parlamento es ideal: contrapeso en la oposición que obliga a trabajar juntos más que a deshacer lo que ha hecho el gobierno anterior”, apunta Aeschlimann.
Oportunidades de inversión.
Positivos, por tanto, con la renta variable española. Tras un comportamiento de 2016 peor de lo que esperado por sus analistas, apuestas por empresas españoles para el próximo año. ”Existen compañías baratas y de buena calidad, pero es fundamental la selección de compañías debido a la distorsión sectorial del índice”, explican.
Oportunidades también en renta variable europea de pequeñas y medianas compañías, de las que esperan un mejor comportamiento relativo frente a las large caps. Una inversión que permite alejarse del ruido político.
Otro tipo de activo en el que ven oportunidades es el de los convertibles, favorecido por el momento de mercado: crecimiento moderado con volatilidad.