Bolsonaro arrasa la primera vuelta en Brasil: primeras reacciones del mercado

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Foto. Davi de Castro, Flickr, Creative Commons

Con una victoria arrasadora, el candidato de la extrema derecha, Jair Bolsonaro, se ha impuesto como preferido en las elecciones de Brasil. Ha obtenido un 46% de los votos en la primera ronda, celebrada este pasado domingo. Pese a partir ya como el más popular, es un apoyo superior al que le daban las encuestas y un 17% superior a su principal rival, el candidato de centro-izquierda Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores. Con la segunda vuelta programada para el próxima 28 de octubre, los gestores analizan la situación. 

Los resultados han salido en línea con lo que las gestoras opinaban –y deseaban- incluso antes de que se abrieran las urnas. De hecho, los activos brasileños ya encadenaban varias sesiones de alivio antes de los comicios ante las previsiones de la victoria de Bolsonaro. Es el candidato deseado por los mercados no tanto por sus políticas sino porque como lo resume Edwin Gutierrez, responsable de deuda soberana de mercados emergentes de Aberdeen Standard Investments, “no es Haddad”

La cuestión se resume en sus propuestas para las pensiones y la privatización, dos áreas que Haddad quiere abordar con más gasto. “Una gran parte del atractivo de Bolsonaro es el hecho de que no es parte del establishment político que ha perdido totalmente su credibilidad en los últimos años. También tiene un plan creíble de cómo enfrentar dos de los problemas económicos más urgentes de Brasil: el costo de su sistema de pensiones y su stock de deuda”, explica Gutierrez.

Pese al claro dominio de Bolsonaro en la primera ronda, la segunda vuelta no está tan clara para algunos. Como recuerda Paul Greer, gestor de Fidelity International, estamos ante una de las elecciones más polarizadas de la historia democrática de Brasil. La fuerte derrota de los partidos tradicionales como el PMDB, el PSDB y el PT viene acompañado de fuertes tasas de rechazo tanto de Bolsonaro como de Haddad. Se vienen semanas de volatilidad tanto en encuestas como para los mercados. 

Más allá de las elecciones

Pasado el mes y la reacción cortoplacista inicial, las perspectivas para el país se presentan complicadas. Greer, de hecho, cree que la euforia postelectoral se desvanecerá rápido. “Las controvertidas opiniones de extrema derecha de Bolsonaro dificultarán que su administración pueda aprobar medidas legislativas dada la poca presencia de su partido, el PSL, en el senado (5% de los escaños) y en la cámara baja (10%)”. En su opinión, el Congreso se encuentra más fragmentado que nunca, por lo que cualquier candidato deberá contado con el apoyo de los partidos centralistas y el PT para aprobar cualquier ley. 

Más optimista es David Souccar, gestor de Quality Growth (Vontobel AM). “La investigación de Car Wash demostró que el sistema judicial funciona y que nadie está por encima de la ley. En los últimos años, el país se ha sometido a pruebas de estrés en varias ocasiones (impugnación de un presidente, la peor recesión en un siglo, encarcelamiento de Lula) y el proceso democrático no se ha detenido”, defiende. 

Pero para el inversor, el camino puede estar más despejado de lo que deja entrever la fuerte corrección que acumulan los activos brasileños en 2018. “Sea quien sea el próximo presidente, los consumidores en Brasil continuarán apreciando su marca de cerveza favorita, alimentando sus autos en la estación de servicio más cercana y comprando artículos de moda a excelentes precios. En cierto modo, el riesgo en torno a las elecciones nos está dando la oportunidad de comprar compañías a precios más bajos”, argumenta Souccar.

Desde Schroders también tienen una visión positiva pero prudente sobre la renta variable brasileña. “El mercado cotiza con valoraciones atractivas, con un PER prevista de alrededor de 10 veces, que es un descuento en comparación con los mercados emergentes en general y con su historial, con un crecimiento de los beneficios por encima de la media”, afirma Pablo Riveroll, responsable de renta variable latinoamericana de Schroders.