"El QE3 hará que las economías emergentes pierdan competitividad". Así de crítico se mostró el Ministro de Hacienda de Brasil, Guindo Mantega, en una conferencia de prensa en París al finalizar un encuentro con presidentes y altos directivos de 14 mult
Según el político, las nuevas medidas aprobadas por Estados Unidos la semana pasada no impulsarán la economía del país y "pueden provocar muchos problemas a los países emergentes", que actualmente son el principal motor de la economía global. Según Mantega, la "devaluación" del billete verde hará perder dinero a Brasil, que tiene "muchas reservas en dólares". "Con la devaluación del dólar, perdemos competitividad", añadió.
En opinión del ministro brasileño, Estados Unidos necesita una reactivación presupuestaria más que una monetaria. Y considera que las cosas podrían cambiar tras las elecciones en Estados Unidos.
Por otra parte, el representante comercial de EE.UU pidió este jueves al Gobierno de Brasil que reconsidere su plan de subir los aranceles ya que tendrían un efecto perjudicial para las exportaciones estadounidenses, según una carta obtenida por Reuters.
Brasil, el quinto mercado mundial por consumo en 2020
El ministro brasileño, Guindo Mantega, también aprovechó la oportunidad durante su visita a París para afirmar que la economía de Brasil está acelerándose en la segunda mitad del año y vatició que en 2020 será el quinto mercado mundial por consumo. Asimismo, comentó que había explicado a los empresarios franceses las razones por las que Brasil "reúne las condiciones para seguir el crecimiento pese a la crisis", en particular gracias a unos "fundamentos sólidos" que no existen ni en Europa ni en EEUU, acosados por problemas de déficit.
Mantega insistió en que Brasil tiene "un mercado interior que no deja de crecer" con una clase media que sigue desarrollándose beneficiándose de las mejoras laborales. Por otra parte, reconoció que los responsables de las multinacionales francesas le habían preguntado por los costes laborales de su país y que les había precisado que aunque estén subiendo los salarios "estamos reduciendo el coste de la mano de obra". Además, comentó que no hay riesgos inflacionistas en Brasil y aseguró que están "equivocadas" las previsiones de los que auguran que no se cumplirán los objetivos de precios que marca el banco central.
