En la gestora consideran que invertir en empresas de carbón término, tabaco y armas químicas y biológicas es cada vez más incompatible con los objetivos de riesgo/retorno y metas de sostenibilidad a largo plazo.
Candriam restringe aún más su universo de inversión en todos sus fondos para respetar criterios de Inversión Socialmente Responsable (ISR). La gestora ha extendido el alcance de su exclusión de actividades controvertidas para todos sus productos al carbón térmico, el tabaco y las armas químicas, biológicas y de fósforo blanco. Esta medida será aplicable a todos los activos, estrategias alternativas, smart beta e incluso indexadas. La firma tiene previsto tenerlas completamente implementadas antes de que acabe el año.
A lo largo de los últimos 20 años, Candriam ha ido construyendo uno de los mayores equipos de ISR dedicados en Europa y con el más amplio abanico de estrategias puramente ISR, representando el 30% de su patrimonio total gestionado (30.000 millones de euros, aproximadamente). La gama de productos ISR de Candriam ya excluye las inversiones en carbón y tabaco, así como actividades como contenido para adultos, alcohol, pruebas con animales, armas, apuestas, modificación genética, energía nuclear y presencia en regímenes opresivos.
“El hecho de excluir el carbón y el tabaco de nuestras inversiones convencionales forma parte de nuestro compromiso y anhelo por ser líderes en sostenibilidad. El carbón es la fuente energética que más contamina y el primer activo que se abandona en la transición energética. En cuanto al tabaco, sus efectos nocivos cada vez son más manifiestos. Reconocemos el papel importante que desempeñan los gestores de activos cuando se trata de abordar cuestiones cruciales a nivel mundial, como la salud o el medio ambiente. Nuestros gestores trabajarán en adelante conjuntamente con nuestro equipo ISR para garantizar que todos los fondos respondan a la nueva política”, explica Naïm Abou-Jaoudé, consejero delegado de Candriam y presidente de NYLIM International.
Razones de la exclusión
Las exclusiones van de la mano de una serie de compromisos que la gestora ha ido adquiriendo recientemente, como el Día Mundial sin tabaco, el Compromiso de Montreal sobre el carbono, la iniciativa Acción Climática 100+ o la agenda de inversores. En la entidad están convencidos de que las tendencias de sostenibilidad a largo plazo tienen un impacto crucial en la rentabilidad de las empresas y está dispuesta a asignar capital a sectores que no contribuyen a crear efectos adversos en la sociedad.
Candriam introducirá umbrales de exclusión homogéneos para la totalidad de su patrimonio gestionado. La exclusión relativa al carbón térmico se basa en un nivel de exposición (directa e indirecta) de un 10% como máximo. En la gestora descartarán además todas las empresas con proyectos nuevos de carbón. La exclusión del tabaco abarca tanto a los fabricantes como a sus proveedores.
“A lo largo de los años hemos asistido a una creciente preocupación en torno a la implicación en una gama de actividades controvertidas. Creemos que el coste sanitario, social y medioambiental son primordiales dentro de un análisis de riesgo/retorno. Extender nuestra estrategia de desinversión a nuestros fondos generales entra dentro de toda lógica, puesto que invertir en estas empresas es cada vez más incompatible con nuestros objetivos de riesgo/retorno y metas de sostenibilidad a largo plazo, como la barrera de los dos grados centígrados de temperatura”, subraya Vincent Hamelink, director de inversiones.
