Cinco cosas en las que debo fijarme a la hora de analizar un fondo para evaluar su verdadero compromiso con la ASG

Planta
Foto: Neven Krcmarek, Unsplash

Actualmente, en torno a un 21% de los fondos englobados dentro del artículo 8 de la SFDR pueden catalogarse de greenwashing. Es la conclusión a la que ha llegado MainStreet Partners, compañía especializada en la consultoría ASG y el análisis de carteras en materia de sostenibilidad y de impacto. De acuerdo con sus estudios, dos de cada 10 fondos cuentan con una calificación ASG igual o inferior a 3. La nota máxima es cinco. Fallan especialmente en el pilar 2 (estrategia) y en el 3 (cartera). “Estos fondos pueden catalogarse de greenwashing”, alerta Eudald Puig, analista en la firma.

Pero… ¿cómo identificarlos? ¿Cómo saber qué estrategias no están aplicando correctamente los criterios ASG? Se lo hemos preguntado directamente a la consultora. Puig ha elaborado para FundsPeople una guía de cinco puntos en la que se pueden basar los inversores a la hora de enfocar sus análisis.

Objetivos del fondo

Es indudable que iniciativas como los Paris Aligned y Climate Transition benchmarks representan un avance importante hacia cómo deberían ser los objetivos ASG de un fondo de inversiones. A menudo en la consultora encuentran estrategias, incluso dentro de los fondos Artículo 9 de SFDR, que abordan objetivos ambientales o sociales muy generales y cualitativos que, en realidad, no son significativos.

“Los objetivos cuantitativos y con visión a largo plazo son una buena manera de mostrar compromiso. Adicionalmente, con respecto a los objetivos basados en la alineación de los ODS, estamos convencidos de que además de clasificar a las empresas según el porcentaje de ingresos, también debe realizarse un análisis de materialidad del producto y de la cadena de valor”, subraya el experto.

Exclusiones

Sin entrar en el debate sobre el impacto real de las exclusiones sectoriales o si ciertos sectores controvertidos, como la energía nuclear, deberían o no ser considerados, en la consultora consideran que también se puede detectar un grado parcial de greenwashing en este ámbito. Para explicarlo, pone como ejemplo una reciente conversación que mantuvieron con un gestor de una estrategia growth, en la que compartía orgulloso los sectores excluidos del fondo: petróleo, gas, carbón y tabaco.

“Obviamente, un fondo con un enfoque orientado a la tecnología nunca invertiría de por sí en los sectores mencionados anteriormente. Por lo tanto, ¿fueron realmente significativas las exclusiones aplicadas?”, se pregunta Puig.

Proceso de integración ASG

Integrar los factores ASG dentro del proceso de inversión no es una tarea fácil y existen también diferentes enfoques. Sin embargo, para la consultora, es fundamental mostrar como dicha integración de los criterios ASG afecta al universo de inversión, así como al proceso de selección de títulos y su peso en la cartera. “Una evaluación holística, cualitativa y desarrollada internamente, generalmente muestra la voluntad del gestor de realizar un análisis en profundidad”, destaca el analista de la consultora.

Reporting

En la divulgación de las métricas ASG y de impacto es donde encuentran la mayor cantidad de divergencias entre estrategias y gestoras. “Puesto que aún no existe una estandarización oficial, los informes pueden variar ampliamente, publicando desde métricas específicas de las empresas en cartera hasta indicadores clave de desempeño (KPIs) agregados a nivel de fondo”, señala Puig.

Además, la consistencia y reporting a medida no suelen ser la norma. Como ejemplo, en la consultora han observado fondos centrados en la temática de educación que informan sobre las emisiones de CO2. “¿Es esto útil para los inversores? ¿Debe considerarse que el impacto de la renta variable pública es relativo y conceder la designación de impacto real a las estrategias de mercados privados? ¿Debería permitirse que un fondo orientado al sector sanitario afirme estar salvando vidas humanas?”, se pregunta.

Benchmark

En la consultora han perdido la cuenta con respecto al número de folletos e informes de impacto de fondos que destacan lograr un menor consumo de emisiones, agua o residuos que el índice de referencia. “Sin centrarnos en el hecho de que la mayoría de los cálculos ni siquiera consideran las emisiones de Scope 3, que concentran la cantidad de emisiones más relevante, es importante subrayar el hecho de que esas métricas suelen compararse con benchmarks generalistas y no específicos ASG, hecho que en nuestra opinión no es una comparación óptima”, advierte el experto.